tag:blogger.com,1999:blog-9396786993574052932024-02-06T19:52:31.466-08:00lecturasdeinfanciaMetal Guruhttp://www.blogger.com/profile/12126480673805333894noreply@blogger.comBlogger71125tag:blogger.com,1999:blog-939678699357405293.post-1689503916824071682023-04-03T14:23:00.001-07:002023-04-03T14:23:17.818-07:00Biopolítica de la Infancia<p> </p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhKyb7xrCRKODnLap8HZ6F_pxZi8RCXn0RQM57noZUcHkH05WfwKWScbNsnrFhNNw12HtcmASDvsgC_YZkjN0XHNLSwvrCjzNxnuUuEd2IXFdKB671sNdXlS2QWuV5UYuqLR6IBbkDxX7Ik_Uzb2eFl0kXGBzEBgc0GAdma8-QmeO_Vw037bMhS8QxJ/s1000/biopolis%20infans.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="1000" data-original-width="1000" height="320" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhKyb7xrCRKODnLap8HZ6F_pxZi8RCXn0RQM57noZUcHkH05WfwKWScbNsnrFhNNw12HtcmASDvsgC_YZkjN0XHNLSwvrCjzNxnuUuEd2IXFdKB671sNdXlS2QWuV5UYuqLR6IBbkDxX7Ik_Uzb2eFl0kXGBzEBgc0GAdma8-QmeO_Vw037bMhS8QxJ/s320/biopolis%20infans.jpg" width="320" /></a></div><br /><p></p><p>Este miércoles 5 de abril, desde las 19:00 horas a metros de Plaza Ñuñoa.</p><p><br /></p>Metal Guruhttp://www.blogger.com/profile/12126480673805333894noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-939678699357405293.post-76068103259693704412023-04-03T14:22:00.001-07:002023-04-03T14:22:09.031-07:00Pinocchio o la negación del placer<p> </p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjvNEieE_6DljLUZRnEYZDJNG2dOB27W3caaLPJNudPqkrk0wDKBrSFfMeqOZ8tFrSxd1mRJqEgv-FXJlvSAptzaTjY8Q9rGNEtVX-qsspHPUAVegXpHdeqlpPzn9eGFJw0uYH7Dh2gZFF8I1p3xFDwtlqQPgv8GfIjs62sFbXHearjlLorZXnqihDL/s640/Pinocho.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="640" data-original-width="388" height="320" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjvNEieE_6DljLUZRnEYZDJNG2dOB27W3caaLPJNudPqkrk0wDKBrSFfMeqOZ8tFrSxd1mRJqEgv-FXJlvSAptzaTjY8Q9rGNEtVX-qsspHPUAVegXpHdeqlpPzn9eGFJw0uYH7Dh2gZFF8I1p3xFDwtlqQPgv8GfIjs62sFbXHearjlLorZXnqihDL/s320/Pinocho.jpg" width="194" /></a></div><br /><p>Por</p><p class="MsoNormal"><o:p></o:p></p>
<p class="MsoNormal"> <a href="http://www.gaceta.udg.mx/author/edvargas20/"><b>Universidad
de Guadalajara</b></a><o:p></o:p></p>
<p class="MsoNormal">mayo 11, 2009<o:p></o:p></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;">No menos terrible que alguno de
los cuentos más difundidos de Hans Christian Andersen, resulta la historia de Pinocchio,
que fue dada a conocer por su autor, Carlo Collodi antes que en libro como un
cuento largo por entregas en el Giornale per i bambini de Florencia, bajo el
nombre de “Storia di un burattino”; desde el primer capítulo publicado en las
páginas del diario (a partir de 1881 y hasta el año siguiente), el éxito
obtenido entre los lectores infantiles y adultos, fue rotundo.<o:p></o:p></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><br />
En 1883 la historia fue ilustrada por Enrico Mazzanti, y apareció en forma de
libro con el nombre definitivo de Le aventure di Pinocchio. No sin antes
modificar el final de la historia, pues Collodi (en las entregas para el diario
florentino), después de las muchas desgracias del muñeco de madera, en un
dramatismo que resulta increíble, Pinocho se ahorca, pero el clamor conseguido
para su reprobación fue tan grande, que al tiempo lo hizo reaparecer en las
mismas páginas del Giornale per i bambini otorgándole la conversión en niño de
carne y hueso; dicha transformación al personaje ha colocado a la obra (y a su
autor) en la franja de la literatura fantástica, donde ha encontrado, desde
entonces (y quizás por siempre), una difusión universal.</p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><br />
Al igual que otras de las obras “infantiles”, como Alicia en el país de las
maravillas (de Lewis Carroll), Los viajes de Gulliver (de Jonathan Swift), o
Blanca Nieves (de los hermanos Grimm), nuestra noción inicial de esas obras
maestras de la literatura, han provenido de versiones libres para la televisión
o, en todo caso, del cine.<o:p></o:p></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><br />
Sin temor a equivocarnos, el más grande difusor de la obra literaria de Carlo
Collodi ha sido Disney, quien todo el año de 1939 (o tal vez desde antes)
trabajó con su equipo para la realización del largometraje animado que ha dado
innumerables vueltas al mundo.</p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><br />
Sin embargo, la casi inocente (pero moralista) versión de Disney tiene una
enorme distancia con el libro original, puesto que algunos elementos fueron
modificados (o inventados para el propósito cinematográfico), sin desfavorecer
las posibilidades del filme para lograr que la Academia de las Artes y Ciencias
Cinematográficas de Estados Unidos la encontrara merecedora de un Oscar,
después de su estreno el 7 de febrero 1940 (con un fracaso económico inicial,
según se sabe). No obstante, la cinta colocó en definitiva a Disney en un lugar
privilegiado dentro de la industria cinematográfica, y es hoy reverenciado como
uno de los genios de la Edad de Oro de la animación, pues ya se realizan los
preparativos para la celebración del 70 aniversario del filme.</p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><br />
La obra de Carlo Collodi, por otra parte, a lo largo del siglo XX, ha incitado
el análisis de diversos pensadores, y algunas lecturas permiten hoy leer en la
fábula mucho del pensamiento de la época y del autor, que no solamente incluye
a Italia, sino a toda Europa y, se podría decir, que a gran parte del mundo.<o:p></o:p></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><br />
Algunos han encontrado un caldo de cultivo muy rico en el texto para el
análisis de la sociedad actual, el ensayista Julio Cortés ha mencionado que la
historia de Pinocho es más bien la “fábula del violentamente represivo proceso
de socialización de niños en la edad moderna, de los intentos desesperados de
resistencia infantil, de la inexorable victoria del ˜principio de realidad” por
sobre el ˜principio del placer™, y así, a través de las aventuras y desventuras
del muñeco de madera podemos rastrear (en él y en nosotros mismos) el doloroso
proceso señalado por Marcuse cuando decía que ˜la historia del hombre es la
historia de su represión”.</p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><br />
Cortés recuerda que “en este afán, siguiendo las recetas de la Escuela Positiva
de la criminología (cuyos máximos exponentes, al igual que Carlo Collodi, eran
italianos), daba exactamente lo mismo si los delitos se habían cometido o no, y
de hecho, el trato dispensado a los ˜niños infractores” no era diferente del
otorgado a los ˜niños víctimas”, y Pinocho ”en la historia original, la del
libro”, en busca de la libertad de su ser, se vuelca ante los ojos de una
sociedad y su pensamiento expresada en boca de Collodi, en un significativo
“infractor”, pues el personaje incluso acude a los tribunales a clamar
justicia, en un capítulo que recuerda al Kafka de “Ante la Ley” y El proceso.<o:p></o:p></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><br />
Carlo Collodi lo describe inigualablemente en un perturbador y singular
diálogo, y que recuerda Cortés y he podido constatar en la lectura del libro
publicado por la editorial Norma:<br />
Pinocchio fue conducido a la cárcel, donde tuvo que permanecer por cuatro
meses; y hubiera permanecido aún más tiempo si no fuera por una afortunada
casualidad. Cuando el Emperador de “Atrapa-bobos” obtuvo una importante
victoria sobre sus enemigos, ordenó enormes celebraciones públicas, y “quiso
que se abrieran todas las cárceles y que salieran de ellas los malandrines”.<o:p></o:p></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><br />
Al llamado aparecieron “dos mastines vestidos de guardias”, a los que el Juez
dijo: “A ese pobre diablo le han robado cuatro monedas de oro; así que apresadlo
y llevadlo en seguida a la cárcel”.<br />
”Si salen de la prisión los demás, también quiero salir yo” dijo Pinocho al
carcelero.<br />
”Usted, no -respondió el carcelero-,
porque no es de ésos”.<br />
”Lo siento” -replicó Pinocho-; “yo también soy un malandrín”.<br />
”En ese caso, tiene toda la razón” dijo el carcelero; y, quitándose
respetuosamente el gorro, lo saludó, le abrió las puertas de la prisión y lo
dejó marchar.</p>Metal Guruhttp://www.blogger.com/profile/12126480673805333894noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-939678699357405293.post-59724126592346744322020-08-14T14:55:00.001-07:002020-08-14T14:55:13.577-07:00¿QUÉ SE CELEBRA EN EL “DÍA DEL NIÑO”?<p> </p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEja22wZip4o1E3FAOTn-NKOM-HoeiFP049RabA0OvuLatuy0IGMnuFTHkXKF_wGMl0x641UmG-oeFmeg6RpCV4ny38djuE9xshjrcIFvU4T-U5dJ6kX54EBy3Fi3z3cj-_na7PikS1m26U/s900/evasion+pinguina+2019.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="600" data-original-width="900" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEja22wZip4o1E3FAOTn-NKOM-HoeiFP049RabA0OvuLatuy0IGMnuFTHkXKF_wGMl0x641UmG-oeFmeg6RpCV4ny38djuE9xshjrcIFvU4T-U5dJ6kX54EBy3Fi3z3cj-_na7PikS1m26U/s640/evasion+pinguina+2019.jpg" width="640" /></a></div><p></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><br /></p>
<p align="right" class="MsoNormal" style="text-align: right;"><b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><span style="font-size: 12.0pt; line-height: 115%;">Julio Cortés Morales<o:p></o:p></span></b></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span style="font-size: 12.0pt; line-height: 115%;">“Creo en el niño, y en
el niño que vive en cada ser humano adulto”</span></i><span style="font-size: 12.0pt; line-height: 115%;"> (Eva Reich).<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span style="font-size: 12.0pt; line-height: 115%;">“Cada niño viene con el
mensaje de que Dios no se deja desanimar</span></i><span style="font-size: 12.0pt; line-height: 115%;"> (Rabindranath Tagore).<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-size: 12.0pt; line-height: 115%;">Como cada año desde hace 30 años, atravesamos el crudo
invierno llegando al mes de los gatos, y con él se nos viene encima el “día del
niño”, que aparece justo antes de la primavera como una gran fiesta familiar
centrada en el consumo especializado de comida rápida, ropa, juguetes y
videojuegos para niños y niñas.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-size: 12.0pt; line-height: 115%;">Todo el mundo parece incrédulo cuando uno recuerda que el
“día internacional del niño” se estableció primero por Naciones Unidas para
conmemorar la aprobación de la Declaración de los Derechos del Niño el 19 de
noviembre de 1959.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-size: 12.0pt; line-height: 115%;">En Chile se celebra en agosto para conmemorar la ratificación
de la Convención sobre los Derechos del Niño aprobada en Naciones Unidas en
1989. El 14 de agosto de 1990, primer año de gobierno y de actividad
legislativa postdictatorial, mediante el Decreto Supremo 830 del Ministerio de
Relaciones Exteriores se incorporó al ordenamiento jurídico nacional este
tratado internacional, proceso en que recibió una aprobación unánime en el
recién re-instalado Congreso nacional.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-size: 12.0pt; line-height: 115%;">En tiempo record la Convención sobre Derechos del Niño pasó a
ser el tratado internacional de derechos humanos más ratificado de la historia:
hasta ahora sólo los Estados Unidos de Norteamérica no lo han hecho suyo.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-size: 12.0pt; line-height: 115%;">De inmediato se anunciaron una serie de reformas profundas e
integrales a todo nivel de la sociedad y el Estado. El 2001 se diseñó en Chile un
ambicioso plan de acción para la década, que incluía aprobar una Ley de
Protección Integral de Derechos de la Infancia y Adolescencia, la derogación de
la Ley de Menores, la abolición del SENAME y creación de nuevos y modernos servicios
especializados en su reemplazo. <o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-size: 12.0pt; line-height: 115%;">¿En qué quedó todo eso? <o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-size: 12.0pt; line-height: 115%;">SENAME, creado en 1979 y que fuera uno de los primeros
servicios públicos “neoliberalizados” en implementación del recetario de
Chicago, sigue ahí como triste depósito de la “infancia en riesgo social” en
medio de una profunda crisis que implica además como “externalidad negativa” la
muerte de miles de niños y niñas bajo custodia del Estado y/o de los organismos
privados que reciben sus subvenciones<a href="file:///C:/Users/Julio%20Esteban/Desktop/QU%C3%89%20CELEBRAMOS%20EL.docx#_ftn1" name="_ftnref1" style="mso-footnote-id: ftn1;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span style="mso-special-character: footnote;"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span style="font-family: "Calibri","sans-serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES-MX; mso-ascii-theme-font: minor-latin; mso-bidi-font-family: "Times New Roman"; mso-bidi-language: AR-SA; mso-bidi-theme-font: minor-bidi; mso-fareast-font-family: Calibri; mso-fareast-language: EN-US; mso-fareast-theme-font: minor-latin; mso-hansi-theme-font: minor-latin;">[1]</span></span><!--[endif]--></span></span></a>.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-size: 12.0pt; line-height: 115%;">Existe una Ley de Responsabilidad Penal Adolecente y también
se crearon Tribunales de Familia (que reemplazaron sin mayor desbarajuste a los
antiguos Tribunales de Menores). La primera reconoce que los adolescentes
tienen la autonomía suficiente como para ser criminalizados e internados en
cárceles especiales, en el marco de un sistema jurídico que aún no les permite
votar y en que ni siquiera pueden ser puestos en libertad desde las comisarías
cuando son detenidos por movilizarse, si es que no va a buscarlos su “adulto
responsable”<a href="file:///C:/Users/Julio%20Esteban/Desktop/QU%C3%89%20CELEBRAMOS%20EL.docx#_ftn2" name="_ftnref2" style="mso-footnote-id: ftn2;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span style="mso-special-character: footnote;"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span style="font-family: "Calibri","sans-serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES-MX; mso-ascii-theme-font: minor-latin; mso-bidi-font-family: "Times New Roman"; mso-bidi-language: AR-SA; mso-bidi-theme-font: minor-bidi; mso-fareast-font-family: Calibri; mso-fareast-language: EN-US; mso-fareast-theme-font: minor-latin; mso-hansi-theme-font: minor-latin;">[2]</span></span><!--[endif]--></span></span></a>.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-size: 12.0pt; line-height: 115%;">TV 13 informa que “<b>la Cámara Nacional de Comercio,
Servicios y Turismo</b> (CNC) <b>aclaró la fecha en que se
celebrará el Día del Niño 2020 en Chile</b>, un día dedicado a celebrar
los derechos de la infancia”. La fecha escogida es el 16 de agosto, primer “día
del niño” en estado de catástrofe por pandemia de covid-19.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-size: 12.0pt; line-height: 115%;">Este giro no es meramente anecdótico: la sociedad mercantil toma
y transforma el contenido del discurso jurídico (en este caso el de los
“derechos humanos de la infancia”), y se lo reapropia y transforma en función
de sus determinaciones más poderosas. En nuestro caso, el día del niño ha sido
traspaso del Estado al Mercado, y lo que se homenajea así ya no tiene mayor
relación con la idea de entender a niños y niñas como “sujetos de derecho”,
sino que ha pasado a ser la celebración abierta de la cada vez más intensa
interacción entre infancia, familia y mercado.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-size: 12.0pt; line-height: 115%;">Algunos visionarios ya lo hacían notar a inicios de los 90, coincidiendo
con la ratificación y difusión de la novedosa Convención Internacional. James
MacLean, en el best seller “Marketing de productos para niños”, llamaba a “dar
su voto por Kid Kliente”, haciendo ver que los niños representan tres mercados
en uno: el mercado primario (en que consumen directamente sus “mesadas”), el
mercado de influencia (mediante las peticiones de compra que dirigen a padres y
parientes), y el mercado futuro (sintetizado por el autor en la siguiente fórmula:
“cuando sea grande voy a tener un Lamborghini”).<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-size: 12.0pt; line-height: 115%;">Se trata obviamente de la versión liberal-individualista de
los derechos de los niños entendidos como adultos y consumidores en miniatura.
Por eso la fallecida socióloga uruguaya Susana Iglesias decía que el ingreso
directo de los niños al mundo del consumo era el verdadero factor social que
impulsaba un cierto reconocimiento de sus derechos en nuestro tiempo. Mucho más
que los discursos lacrimógenos en favor de la infancia, que tal como los
lamentos generalizados cuando este sistema social mata niños/as, son siempre
sospechosos de hipocresía. <o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-size: 12.0pt; line-height: 115%;">Pero no es la única opción.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-size: 12.0pt; line-height: 115%;">En un país como el nuestro donde el Estado ni siquiera ha
tomado muy en serio su obligación de “dar a conocer ampliamente los principios
y disposiciones de la Convención por medios eficaces y apropiados, tanto a los
adultos como a los niños” (art. 43), no es casual que quien mejor haya cumplido
hasta ahora esa función es el personaje de 31 Minutos “Calcetín con Rombos
Man”, que lleva desde el año 2003 proclamando en todas sus aventuras distintas
declaraciones de derechos del niño que de otro modo casi nadie conocería<a href="file:///C:/Users/Julio%20Esteban/Desktop/QU%C3%89%20CELEBRAMOS%20EL.docx#_ftn3" name="_ftnref3" style="mso-footnote-id: ftn3;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span style="mso-special-character: footnote;"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span style="font-family: "Calibri","sans-serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES-MX; mso-ascii-theme-font: minor-latin; mso-bidi-font-family: "Times New Roman"; mso-bidi-language: AR-SA; mso-bidi-theme-font: minor-bidi; mso-fareast-font-family: Calibri; mso-fareast-language: EN-US; mso-fareast-theme-font: minor-latin; mso-hansi-theme-font: minor-latin;">[3]</span></span><!--[endif]--></span></span></a>.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-size: 12.0pt; line-height: 115%;">Desde entonces, varias oleadas sucesivas de niños/as y
adolescentes han sido capaces de irrumpir el continuo de la dominación,
logrando contagiar en distintas intensidades a todo al resto de la sociedad.
Así fue en el 2001 con el “mochilazo”, cuando reclamaron sencillamente por el derecho
al pase escolar pero usando formas de acción colectiva tan masivas y acéfalas que
parecían inéditas u olvidadas tras tantos años de “realpolitik” adultocéntrica
y autoritaria. Volvió a ocurrir el 2006 y el 2011, a veces junto a otros
protagonistas como los estudiantes universitarios (mucho más proclives a ser
cooptados por el sistema desde el inicio), y volvió a ocurrir en el 2019,
cuando la evasión liceana como respuesta al aumento de las tarifas del metro
terminó contagiando el virus de la rebelión al conjunto del cuerpo social.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-size: 12.0pt; line-height: 115%;">En estos procesos los niños y niñas se han constituido a sí
mismos en sujetos individuales y colectivos, actores para nada “secundarios”, que
han aprendido a existir por fuera y en contra de lo que las instituciones, la sociedad
oficial y el Estado esperan de ellos.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-size: 12.0pt; line-height: 115%;">El costo no es menor: de las 8.827 víctimas de violencia
institucional registradas por el Ministerio Público entre octubre de 2019 y
marzo de 2020, 1.362 son menores de 18 años. <o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-size: 12.0pt; line-height: 115%;">Nuestra sociedad deberá enfrentar en algún momento la
siguiente contradicción grosera: a pesar de que fueron sus niños/as y
adolescentes quienes generaron a partir de octubre de 2019 un nuevo escenario
social y político en que se ha abierto la posibilidad de una profunda
reconfiguración institucional de la República de Chile, el mismo Estado que les
venía obsequiando leyes como “aula segura” y que además les quería hacer
aplicable el “control preventivo de identidad”, los excluye ahora del proceso
constituyente dada su “incapacidad” declarada en razón de su minoría de edad. <o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-size: 12.0pt; line-height: 115%;">La condición jurídica y política de la infancia como
colectivo, y la posición social de los/as niños y niñas como sujetos
individuales y colectivos, es tal vez el problema más importante que una
comunidad humana debería enfrentar en cada momento. Pero en Chile pareciera que
nada de eso importa, mientras celebremos adecuadamente el “día del niño” en el
local de comida rápida más cercano, que de seguro sabrá cómo atender a la
clientela en este nuevo intento de “retorno seguro” a la normalidad del
capital.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><span style="font-size: 12.0pt; line-height: 115%;"><o:p> </o:p></span></p>
<div style="mso-element: footnote-list;"><!--[if !supportFootnotes]--><br clear="all" />
<hr align="left" size="1" width="33%" />
<!--[endif]-->
<div id="ftn1" style="mso-element: footnote;">
<p class="MsoFootnoteText"><a href="file:///C:/Users/Julio%20Esteban/Desktop/QU%C3%89%20CELEBRAMOS%20EL.docx#_ftnref1" name="_ftn1" style="mso-footnote-id: ftn1;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span style="mso-special-character: footnote;"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span style="font-family: "Calibri","sans-serif"; font-size: 10.0pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES-MX; mso-ascii-theme-font: minor-latin; mso-bidi-font-family: "Times New Roman"; mso-bidi-language: AR-SA; mso-bidi-theme-font: minor-bidi; mso-fareast-font-family: Calibri; mso-fareast-language: EN-US; mso-fareast-theme-font: minor-latin; mso-hansi-theme-font: minor-latin;">[1]</span></span><!--[endif]--></span></span></a>
Sobre el origen y trasformaciones del SENAME en dictadura es recomendable la siguiente
sección del blog de Jorge Álvarez Chuart: <a href="https://jalvarezchuart.blogspot.com/2018/06/los-origenes-de-sename.html">https://jalvarezchuart.blogspot.com/2018/06/los-origenes-de-sename.html</a><o:p></o:p></p>
</div>
<div id="ftn2" style="mso-element: footnote;">
<p class="MsoFootnoteText" style="text-align: justify;"><a href="file:///C:/Users/Julio%20Esteban/Desktop/QU%C3%89%20CELEBRAMOS%20EL.docx#_ftnref2" name="_ftn2" style="mso-footnote-id: ftn2;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span style="mso-special-character: footnote;"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span style="font-family: "Calibri","sans-serif"; font-size: 10.0pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES-MX; mso-ascii-theme-font: minor-latin; mso-bidi-font-family: "Times New Roman"; mso-bidi-language: AR-SA; mso-bidi-theme-font: minor-bidi; mso-fareast-font-family: Calibri; mso-fareast-language: EN-US; mso-fareast-theme-font: minor-latin; mso-hansi-theme-font: minor-latin;">[2]</span></span><!--[endif]--></span></span></a>
A más de 10 años de aplicación de la Ley Penal Adolescente hay que destacar un
dato bastante sorprendente que por no ser funcional al “populismo punitivo”
permanece oculto en el discurso público: la cantidad de jóvenes en contacto con
el sistema penal ha ido bajando sostenidamente, hasta llegar a ser 60% menos en
el 2018 que en comparación al 2008. <span lang="ES-CL" style="mso-ansi-language: ES-CL;">Del total de la población entre 14 y 17 años, el 96% no ha participado
en una actividad delictual, mientras los adultos están en 90% (Censo 2017 y
Ministerio Publico 2017).</span><span lang="ES-CL"> </span><span lang="ES-CL" style="mso-ansi-language: ES-CL;">En la franja de 14/15 años, los ingresos al
sistema de RPA habían bajado de 22.665 en el 2008 a 12.747 en el 2016, mientras
en la franja de 16/17 años disminuyeron desde 48.096 a 28.014.</span></p>
</div>
<div id="ftn3" style="mso-element: footnote;">
<p class="MsoFootnoteText"><a href="file:///C:/Users/Julio%20Esteban/Desktop/QU%C3%89%20CELEBRAMOS%20EL.docx#_ftnref3" name="_ftn3" style="mso-footnote-id: ftn3;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span style="mso-special-character: footnote;"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span style="font-family: "Calibri","sans-serif"; font-size: 10.0pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES-MX; mso-ascii-theme-font: minor-latin; mso-bidi-font-family: "Times New Roman"; mso-bidi-language: AR-SA; mso-bidi-theme-font: minor-bidi; mso-fareast-font-family: Calibri; mso-fareast-language: EN-US; mso-fareast-theme-font: minor-latin; mso-hansi-theme-font: minor-latin;">[3]</span></span><!--[endif]--></span></span></a> La
Enciclopedia de 31 Minutos lo define <b style="mso-bidi-font-weight: normal;">como
“un popular superhéroe que siempre defiende los derechos del niño”</b>. <a href="http://www.31minutos.cl/codex/calcetin-con-rombos-man/">http://www.31minutos.cl/codex/calcetin-con-rombos-man/</a><o:p></o:p></p>
</div>
</div>Metal Guruhttp://www.blogger.com/profile/12126480673805333894noreply@blogger.com1tag:blogger.com,1999:blog-939678699357405293.post-48326802868517909592018-05-23T15:14:00.002-07:002018-05-23T15:14:44.167-07:00Crítica del urbanismo <br />
<div class="MsoNormal">
<span lang="ES-MX">POEMA DE UN NIÑO DE 3 AÑOS<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="ES-MX"><br /></span></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEh7q6QhJU3ONjKiLMOvOrNPREbIQJsi-senSUYK09EQ216dsy2oo7azJ_gRsQkaUilY8sgIZVg-OF-H9axOBsJ-LksfDWaW1eXz4LxMCQcQ0935DLQaEwPCrtaOAAv532BYxX7dPM8C6o8/s1600/mapocho+navegable.JPG" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="1600" data-original-width="1200" height="320" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEh7q6QhJU3ONjKiLMOvOrNPREbIQJsi-senSUYK09EQ216dsy2oo7azJ_gRsQkaUilY8sgIZVg-OF-H9axOBsJ-LksfDWaW1eXz4LxMCQcQ0935DLQaEwPCrtaOAAv532BYxX7dPM8C6o8/s320/mapocho+navegable.JPG" width="240" /></a></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="ES-MX"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="ES-MX"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="ES-MX">(dictado espontáneamente a un adulto con lápiz en mano)<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="ES-MX"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="ES-MX">En los sectores que construyen las líneas<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="ES-MX">Calles de los autos para que pasen<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="ES-MX">Mientras las personas juegan en lo
destruido<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="ES-MX">Los papás miran a los niños para que no se
caigan<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="ES-MX">Y si se caen los vayan a ayudar<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="ES-MX">Las personas que juegan a lo lejos ven una
montaña enorme<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="ES-MX">Junto con sus telescopios<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="ES-MX">De lejos o de cerca<o:p></o:p></span></div>
<br />Metal Guruhttp://www.blogger.com/profile/12126480673805333894noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-939678699357405293.post-53600890976237135472016-05-05T07:22:00.002-07:002016-05-05T07:22:58.870-07:00Criminalización del Movimiento Social Juvenil (J. Cortés, Revista VISCERA N° 5, 2013/14)<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiSUWXFHyyEXuMfhNFyUFU06U5Q9HAUdPBkVkvZC0VW6mxEq6p6tjzVbGhwZcJRmHSwLpGARSvLX6Vw-DLEFjTXe56JMX9543flo1HQy70QQOFXwzWZL4TMVUaon11e-XOfT7HD-NogXK4/s1600/viscera+5.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="320" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiSUWXFHyyEXuMfhNFyUFU06U5Q9HAUdPBkVkvZC0VW6mxEq6p6tjzVbGhwZcJRmHSwLpGARSvLX6Vw-DLEFjTXe56JMX9543flo1HQy70QQOFXwzWZL4TMVUaon11e-XOfT7HD-NogXK4/s320/viscera+5.jpg" width="238" /></a></div>
<br />
<br />
Un texto escrito al calor del 2011/12, pero que vió la luz un par de años después.<br />
<br />
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgG2Cbeirb6obaiaNwMueFKx5BUXJoy6kjGw3fIOStUf5AOL_4zFnbMgycfRFYhfAF4NSFR5bi4gg3UE8U2FdUVUnLpN1qnkZR2vZ8U5OjV6hqboRO8_z8cIT19CXBW4qnhmiRWqRCwWjs/s1600/viscera_logo_blog.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="160" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgG2Cbeirb6obaiaNwMueFKx5BUXJoy6kjGw3fIOStUf5AOL_4zFnbMgycfRFYhfAF4NSFR5bi4gg3UE8U2FdUVUnLpN1qnkZR2vZ8U5OjV6hqboRO8_z8cIT19CXBW4qnhmiRWqRCwWjs/s320/viscera_logo_blog.jpg" width="320" /></a></div>
<div align="center" class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: center;">
<span lang="ES-MX" style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 150%;">CRIMINALIZACIÓN
DEL MOVIMIENTO SOCIAL JUVENIL<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify;">
<span lang="ES-MX" style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 150%;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify;">
<span lang="ES-MX" style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 150%;">Julio
Cortés Morales<o:p></o:p></span></div>
<div style="line-height: 150%; text-align: justify;">
<em><span lang="ES-MX"><br /></span></em></div>
<div style="line-height: 150%; text-align: justify;">
<em><span lang="ES-MX">“Las
barricadas, tan usuales en esos días, se habían transformado en verdaderos
puntos de reunión. Para mucha gente era común encontrarse ‘a la noche en las
barricadas’.</span></em><span lang="ES-MX"> <em>Se me vino a la memoria una frase
de los estudiantes franceses usada en los disturbios de mayo del 68, que había
leído no sé dónde.</em> ‘<em>La barricada cierra la calle, pero abre el
camino’, decía. No pude dejar de pensar en cuantos de los que detenían el
tráfico, botaban un par de panderetas, prendían unos maderos y quemaban unas
cajas de basura, entendían su acción como algo más trascendente e importante
que el hecho mismo” (Andrés Allamand, No virar izquierda, 1974).</em><o:p></o:p></span></div>
<div style="line-height: 150%; text-align: justify;">
<span lang="ES-MX"><em><br /></em></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify;">
<span lang="ES-MX" style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 150%;">1.-
Si nos atenemos a lo que el sistema penal es más que a lo que se dice que es,
podríamos señalar que éste básicamente consiste en una serie de dispositivos
mediante los cuales el poder define aquellos comportamientos que resultan
criminalizables (nivel abstracto o
“primario” del proceso de criminalización), para luego poner en práctica dichas
definiciones seleccionando dentro de ese amplio abanico de posibilidades a las
personas que son criminalizadas en el nivel concreto (también conocido como
“criminalización secundaria”). Estos procesos de criminalización abarcan un
sector de la realidad social mucho más amplio de lo que formalmente se reconoce
como “derecho penal”, y resultan influidos, dirigidos y determinados por un
conjunto de factores que van mucho más allá de las definiciones propias del
nivel estrictamente legal, pudiendo incluso abarcar formas no-estatales de
reacción punitiva (basta con considerar a este efecto que el rol que hoy en día
tienen los medios de comunicación de masas en relación a la justificación y
direccionamiento de la represión, así como la función represiva que ejercen
todavía instituciones como la familia y la escuela ). Por lo demás, en el nivel
de la criminalización concreta ejercida por los agentes del control social,
existen segmentos en que el apego a la legalidad es más que dudoso, cuando no
abiertamente ilegal.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify;">
<span lang="ES-MX" style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 150%;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify;">
<span lang="ES-MX" style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 150%;">2.-
En razón de lo anterior es que una mirada crítica y abierta sobre todos estos
fenómenos se ve obligada a ir más allá del discurso auto-legitimador del
Derecho atrapado por la razón de Estado, y debe tener en cuenta que el Derecho
Penal es siempre Derecho Político. Esta convicción, que era clara en Hobbes y
Beccaria al momento de sentar las bases del Derecho Penal moderno, se fue
perdiendo posteriormente cuando el positivismo reinante en todo el campo de las
ciencias sociales le atribuyó a la ciencia penal/criminológica una posición
“neutral” y técnica, purgada de cualquier consideración abiertamente
“política”. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify;">
<span lang="ES-MX" style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 150%;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify;">
<span lang="ES-MX" style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 150%;">En
condiciones normales de funcionamiento del sistema social, el grueso de la
preocupación del sistema penal se concentra en formas de “delincuencia común”
que podríamos calificar de “económicas” en tanto dicen relación con la
actividad de subsistencia de ciertos sectores de la población que podrían ser
calificados de “subproletariado”. En esas fases de “normalidad”, lo que las
clases que dominan caracterizan como Orden Público aparece suficientemente
resguardado con el nivel ya acostumbrado de violencia penal, gracias a que
otros mecanismos de control social permiten reducir el disenso a un mínimo
aceptable<a href="file:///C:/Users/JCortes/Desktop/Infancia/CRIMINALIZACI%C3%93N%20MOVIMIENTO%20SOCIAL%20JUVENIL%20corregido.doc#_ftn1" name="_ftnref1" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES-MX" style="font-size: 12pt; line-height: 115%;">[1]</span></span><!--[endif]--></span></a>.
<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify;">
<span lang="ES-MX" style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 150%;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify;">
<span lang="ES-MX" style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 150%;">Cuando
el movimiento social se reactiva y el escenario se agita, los procesos de
criminalización pasan a dirigir su actividad contra una serie de
comportamientos que a la luz de las
definiciones dominantes vendrían a alterar el “orden público”. En estos momentos
la dimensión política de estos procesos y del Derecho Penal en sí mismo se
hacen evidentes: sin necesidad de hacer modificación alguna en el plano
normativo, los procesos de criminalización real, encabezados hoy en día en
Chile por el Ministerio del Interior, el Ministerio Público y algunas
Intendencias y Municipalidades, se concentran en la actividad de sectores de la
población caracterizados por su juventud y por la afirmación de fines sociales
y medios de actuación política alternativos a los oficiales, a los cuales se
responde con la violencia simple e inmediata de la policía (la “máxima
degeneración de la violencia” según la conocida expresión de Walter Benjamin<a href="file:///C:/Users/JCortes/Desktop/Infancia/CRIMINALIZACI%C3%93N%20MOVIMIENTO%20SOCIAL%20JUVENIL%20corregido.doc#_ftn2" name="_ftnref2" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES-MX" style="font-size: 12pt; line-height: 115%;">[2]</span></span><!--[endif]--></span></a>). <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify;">
<span lang="ES-MX" style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 150%;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify;">
<span lang="ES-MX" style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 150%;">3.- Se ha dicho que el Estado de Derecho es algo
así como la camisa de fuerza del Estado de Policía. Lo cierto es que la
relación entre ambos es bastante ambigua: el Estado presta al Derecho la
eficacia que le suministra su fuerza pública, y a su vez el Derecho le obsequia
legitimidad a lo que de otra manera no sería sino fuerza bruta. El Derecho
justifica la violencia dominante como la única violencia legítima, y al tratar
de ajustarla a los términos de la Ley no se puede negar que en gran medida
logra imponerle límites sin los cuales la violencia estatal/penal resultaría mucho
mayor, irracionalmente desproporcionada e impredecible. Pero eso no quiere
decir que todos los momentos de existencia práctica de la violencia del Estado
se ajusten a dicha legalidad (que por lo demás nunca es tan coherente ni
estricta como prometían los ideólogos del contrato social). El encorsetamiento
del Estado policial por el Estado de Derecho no es total y deja varias zonas
fuera del campo visual donde la mirada jurídica puede realizar su labor de
contención. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify;">
<span lang="ES-MX" style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 150%;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify;">
<span lang="ES-MX" style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 150%;">4.-
Lo anterior es lo que se puede presenciar con claridad al momento en que el
sistema penal choca con los estudiantes en el espacio urbano. Si nos atenemos a
lo que Gramsci llamó el “país legal”, la policía sólo puede actuar
represivamente ejecutando órdenes judiciales de detención, ante la comisión de
delitos flagrantes, o en procedimientos de control de identidad (las
disposiciones claves en la definición de este marco son los artículos 85, 124, 125,
129, 130 y 134 del Código Procesal Penal). <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify;">
<span lang="ES-MX" style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 150%;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify;">
<span lang="ES-MX" style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 150%;">En
el “país real”, la policía primero actúa, guiada enteramente por criterios
políticos (siempre fue así, y más ahora que el Ministro del Interior es el
superior jerárquico directo de Carabineros de Chile), y tan sólo después de
aplicar la fuerza llega el Derecho y se preocupa de justificar sus acciones
“jurídicamente”. Esta labor de justificación se hace en colaboración con los
Fiscales, tan solo en la medida que en ciertos casos la actuación policial
deriva al otro día en audiencias de control de detención, espacio en el que hay
que justificar legalmente todo lo actuado frente a un Juez que tiene el poder
de declarar ilegales las detenciones. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify;">
<span lang="ES-MX" style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 150%;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify;">
<span lang="ES-MX" style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 150%;">Demás
está decir que en la mayoría de los casos la policía busca impedir o disolver
manifestaciones públicas, y una vez logrado dicho objetivo resulta más sencillo
someter a un amplio porcentaje de los que fueron materialmente “detenidos” a
las reglas del control de identidad (invocado a posteriori y desmarcándose en
varios aspectos del contenido preciso del artículo 85 del CPP, pero sin que eso
le importe consecuencia alguna toda vez que el procedimiento termina ahí), y la
mayor proporción de los que sí son etiquetados como “detenidos” ameritan ser
puestos en libertad desde la Comisaría, quedando sujetos a la eventualidad de
ser citados por la Fiscalía para intentar cobrarles multas mediante
“procedimientos monitorios” (artículo 392 del CPP) en que la “sentencia” hace
fe totalmente de la versión que señala el parte policial. Tampoco implica hasta ahora consecuencia
jurídica ni política alguna para los Fiscales ni las policías el hecho de que
dentro de la cantidad en general minoritaria de situaciones que llegan a
control de detención, la amplia mayoría sean declaradas ilegales por la falta
de concurrencia de requisitos legales mínimos, debido a la falta de seriedad de
los procedimientos policiales desde el punto de vista de los estándares
técnicos y jurídicos a los que al menos a quienes vivimos gran parte del día en
el “país legal” nos han dicho que deberían ajustarse (según el artículo 101 de
la Constitución las policías “constituyen la fuerza pública y están para dar
eficacia al derecho”).<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify;">
<span lang="ES-MX" style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 150%;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify;">
<span lang="ES-MX" style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 150%;">Para
dar un dato ilustrativo de lo señalado: en las movilizaciones del día 15 de
marzo del 2012 hubo más de 100 “detenidos”. Al otro día hubo tan sólo 30
personas sometidas a control de detención, y solamente 4 detenciones (2 de
adultos, 2 de menores) fueran declaradas “legales”. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify;">
<span lang="ES-MX" style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 150%;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify;">
<span lang="ES-MX" style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 150%;">5.-
Pero la policía no se limita a “restringir derechos”, sino que además se ensaña
con los cuerpos de las personas sobre las que actúa, y agrede no sólo físicamente
(golpes de pies, puños y palos, bombas lacrimógenas a veces disparadas al
cuerpo, agua tóxica a presión, balines y perdigones de metal o de goma) sino
que también de manera síquica<a href="file:///C:/Users/JCortes/Desktop/Infancia/CRIMINALIZACI%C3%93N%20MOVIMIENTO%20SOCIAL%20JUVENIL%20corregido.doc#_ftn3" name="_ftnref3" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES-MX" style="font-size: 12pt; line-height: 115%;">[3]</span></span><!--[endif]--></span></a>,
y se preocupa de hacer de la experiencia de estar unas horas privado de
libertad una experiencia desagradable de conjunto, para recordar en todos los
detalles que cuestionar el consenso y el orden dominantes, aunque no sea
necesariamente ilegal, no puede ser gratuito. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify;">
<span lang="ES-MX" style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 150%;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify;">
<span lang="ES-MX" style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 150%;">La
criminología más interesante del siglo XX ya había notado que incluso en este
nivel de contacto con el sistema penal operan “ceremonias de degradación” que
pretenden provocar una “reconfiguración simbólica del yo” (Garfinkel), y que en
la fase infantil/adolescente/juvenil del desarrollo de las personas resulta más
significativa que en cualquier otra.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify;">
<span lang="ES-MX" style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 150%;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify;">
<span lang="ES-MX" style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 150%;">De
eso hablaban unos adolescentes con los cuales compartí privación de libertad a
bordo de un vehículo policial el 15 de marzo del 2012. El “delito” de ellos era
haberse manifestado en las calles. El mío consistió en haber insistido en
exigir a un oficial de Fuerzas Especiales que se identificara. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify;">
<span lang="ES-MX" style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 150%;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify;">
<span lang="ES-MX" style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 150%;">En
un momento de la conversación de esa tarde, cuando las condiciones de
ventilación y temperatura en el carro policial empezaron a hacer difícil
soportar el trato dispensado, uno de los adolescentes dijo: “Estas son barreras
que nos pone el sistema para que no tengamos nunca más ganas de salir a
protestar”. Yo le repliqué: “Es verdad. Pero estas son recién las primeras
barreras, después vienen el encarcelamiento por años, y la tortura”. Los otros
habitantes momentáneos de ese lugar (espacio de violencia pura y dura,
invisible para el resto de la “ciudadanía” y sin pretensión alguna de
legalidad/legitimidad) siguieron
agregando reflexiones: “La primera barrera es la escuela”, dijo uno. Y otro fue
más lejos aún al decir: “No: la primera barrera es la familia”.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify;">
<span lang="ES-MX" style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 150%;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify;">
<span lang="ES-MX" style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 150%;">6.-
Cuando se tiene la ocasión de presenciar cómo un adolescente es puesto en
libertad desde un recinto policial con la condición de que sea retirado por sus
padres o un “adulto responsable” (obligación que en relación a los mayores de
14 años no tiene sustento legal alguno desde hace mucho tiempo), para ser luego
reprendido o golpeado por ellos, y cuando uno ve que también desde el interior
de la comunidad educativa los estudiantes movilizados enfrentan la aplicación
de sanciones por verdaderas “comisiones especiales” en procedimientos
disciplinarios a los que la idea de legalidad y debido proceso no ha llegado,
no se necesita ser <i>althusseriano</i> para
comprender que en el mapa de la represión juvenil existen junto al “aparato
represivo de Estado” un conjunto de “aparatos ideológicos” que no renuncian a
aplicar, además de ideología, formas no disimuladas de violencia. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify;">
<span lang="ES-MX" style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 150%;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify;">
<span lang="ES-MX" style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 150%;">7.-
Si intentáramos confeccionar un “Mapa legal de la represión juvenil”, podríamos
identificar varias de esas “barreras” en distintos cuerpos legales. Así, es en
el Código Civil donde se dice que los hijos deben respeto y obediencia a sus
padres (artículo 222), y se autoriza a los padres a “corregirlos moderadamente”
(artículo 234, cuyo texto original hablaba de “corregir y castigar” como
facultad exclusiva del padre).<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify;">
<span lang="ES-MX" style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 150%;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify;">
<span lang="ES-MX" style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 150%;">El
Código Penal, las leyes penales especiales y el Código Procesal Penal son
aplicables “supletoriamente” a los mayores de 14 y menores de 18 años de edad
por expresa disposición del artículo 1 y el 27 de la Ley 20.084. Por su parte,
los Tribunales de Familia han conservado la facultad de sancionar faltas
cometidas por menores de edad, en conformidad al “procedimiento
contravencional” introducido en la Ley 19.968 por la Ley 20.084, que establece
el sistema de responsabilidad penal de los adolescentes.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify;">
<span lang="ES-MX" style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 150%;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify;">
<span lang="ES-MX" style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 150%;">El
artículo 58 de la Ley 20.084 se encarga también de validar la actuación
policial en relación a personas menores de 14 años, estableciendo que si se les
sorprende “en la ejecución flagrante de una conducta que, cometida por un
adolescente constituiría delito, los agentes policiales ejercerán todas las
facultades legales para restablecer el orden y la tranquilidad públicas y dar
la debida protección a la víctima en amparo de sus derechos”. Por si eso fuera
poco, la misma norma señala que “una vez cumplidos dichos propósitos, la
autoridad respectiva deberá poner al niño a disposición del tribunal de familia
a fin de que éste procure su adecuada protección”.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify;">
<span lang="ES-MX" style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 150%;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify;">
<span lang="ES-MX" style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 150%;">Hasta
hace poco tiempo el mapa represivo juvenil incluía la posibilidad de aplicar a
los adolescentes la Ley de Conductas Terroristas, que sería una más de las
“leyes penales especiales” a que alude el artículo 1 de la Ley de
responsabilidad penal adolescente. A esta posibilidad aberrante de aplicar la
máxima intensidad punitiva en el marco de una ley en sí misma aberrante se le
puso término en junio del 2011 mediante la Ley 20.519, aprobada sin repercusión
alguna en los medios de comunicación, y que agregó al artículo 1 de la Ley
18.314 un inciso que señala que “la presente ley no se aplicará a las conductas
ejecutadas por personas menores de 18 años”.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify;">
<span lang="ES-MX" style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 150%;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify;">
<span lang="ES-MX" style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 150%;">8.-
En el punto anterior nos limitamos a señalar el marco represivo juvenil que
emana directamente de las leyes penales vigentes, además de la zona difusa en
que la “corrección” es ejercida por los padres, con autorización a priori por
parte del Estado. Pero el mapa no se agota ahí. Hace unos años, el caso de Música
Sepúlveda nos hizo ver que cuando por distintas razones la actuación de poderes
represivos formales como el del Tribunal de Familia o el del Sistema de
responsabilidad penal de adolescentes no intervienen, siempre es posible
aplicar castigos ejemplarizadores en el ámbito de la Escuela o el Liceo,
entendido como un “cuerpo intermedio” que tiene la facultad de velar por la
disciplina expulsando de la comunidad educativa a sus miembros, incluso por
comportamientos ejecutados fuera de su espacio propio.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify;">
<span lang="ES-MX" style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 150%;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify;">
<span lang="ES-MX" style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 150%;">Afortunadamente
en esta materia la evolución de la jurisprudencia de las Cortes de Apelaciones
ha ido apuntando a una más adecuada protección de los derechos de los
estudiantes, en claro contraste con su anterior tendencia mayoritaria, que al
estimar que el establecimiento educativo era soberano para aplicar su propia
legalidad concluía siempre que la aplicación de sanciones disciplinarias no
podía constituir ilegalidad alguna. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify;">
<span lang="ES-MX" style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 150%;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify;">
<span lang="ES-MX" style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 150%;">Ya
durante la anterior “revolución pingüina” del año 2006, una sentencia en
recurso de protección acogió la solicitud de reintegro de varios alumnos
expulsados de un Liceo de Santiago, haciendo ver entre otras cosas que
“históricamente numerosos movimientos estudiantiles han sido el motor de
cambios y evoluciones sociales, siendo las tomas una de las formas que tradicionalmente
se han utilizado por los alumnos, lo cual puede parangonarse con los
movimientos huelguísticos en materia de derecho laboral y particularmente, del
área sindical, que están legalmente reconocidos” (Considerando 8°, sentencia de
12 de diciembre, Rol 5717-2006. Redacción del Ministro Jorge Dahm). No es de
extrañar que dicha sentencia fuera revocada por la Corte Suprema, que en resolución
pronunciada el 30 de enero de 2007 declaró que las tomas “constituyen
actividades reñidas con la conducta que debe observar un alumno dentro de un
establecimiento educacional y que son contrarias al Reglamente de Convivencia
Escolar que los rige” (Considerando 4°, Rol 37.2007, sentencia pronunciada por
los Ministros Milton Juica, Héctor Carreño, Piedro Perry y el abogado
integrante Ricardo Peralta, con el voto en contra del Ministro Hugo Dolmestch).<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify;">
<span lang="ES-MX" style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 150%;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify;">
<span lang="ES-MX" style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 150%;">Actualmente,
un conjunto de sentencias obtenidas desde el año 2011 se han encargado de
modificar el panorama en el sentido de hacer entrar al espacio educativo las
garantías del debido proceso. Así, la sentencia en recurso de protección
dictada por la Corte de Apelaciones de Santiago en relación a 9 alumnas del
Liceo Carmela Carvajal a las que se les canceló la matrícula por diversos
hechos que daban cuenta de su participación en movilizaciones sociales
estudiantiles considera que las medidas adoptadas por el Establecimiento ni
siquiera se ajustaban a su propio Reglamento interno, que reservaba la
cancelación de matrícula como “sanción última”. De esta forma, al no haberse respetado
la gradualidad de las sanciones, y teniendo los juzgadores serias dudas acerca
del respeto a cabalidad del debido proceso “toda vez que se advierte que no
existió una investigación de los hechos, sino que una citación para comunicar
una decisión adoptada y de la que sólo alzarse” (Considerando 12°), se resuelve
que lo obrado por la recurrida “ha resultado desproporcionado, revistiendo su
actuación visos de arbitrariedad , lo cual importa conculcar la garantía
contenida en el inciso 4° del numeral 3° del artículo 19 de la Constitución”
(Considerando 13°, sentencia de 11 de abril de 2012, Rol N° 1471-2012,
redacción de la Ministra María Soledad Melo). Al momento de redactar este texto
no se conocían los resultados de la apelación ante la Corte Suprema.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify;">
<span lang="ES-MX" style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 150%;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify;">
<span lang="ES-MX" style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 150%;">Otro
fallo reciente de la Corte de Apelaciones de Santiago, al acoger un recurso de
protección a favor de alumnos expulsados del Liceo Augusto D´Halmar de Ñuñoa,
agrega en su considerando 4° algunos argumentos -bastante atípicos hasta ahora-
en cuando a la necesidad de aplicar el artículo 3.1 de la Convención sobre los
Derechos del Niño, que al consagrar el principio del “interés superior del
niño”, “resulta atinente a los casos de autos, pues el interés superior del
niño, conforme a la norma de la Convención, está referido a los conflictos que
pudieran producirse entre el niño y, entre otras, las autoridades
educacionales, ya sea, que surja por las medidas materiales que ésta adopte, o
por las disposiciones reglamentarias que éstas invoquen y apliquen, conflictos
que, siendo de derechos, se resuelven priorizando el derecho del interés
superior del niño sobre cualquier otro que pueda afectar derechos fundamentales
del niño o niña” (sentencia de doce de abril de 2012, Rol N° 808-2012,
redacción del Ministro Jorge Zepeda Arancibia). <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify;">
<span lang="ES-MX" style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 150%;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify;">
<span lang="ES-MX" style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 150%;">En
un tema distinto pero muy conectado a las formas de participación social y
política de infantes y adolescentes, una sentencia dictada en un recurso de
protección interpuesto el 2011 por una Gobernación con la finalidad de poner fin
a una huelga de hambre de estudiantes mayores y menores de 18 años, concluyó
que al menos en relación a los menores de 18 una medida tal no podía
justificarse ni tolerarse. Ello en razón de que, tal como se señala en el
Considerando 4°, “respecto a los adolescentes menores de 18 años, ellos no son
jurídicamente capaces para resolver con suficiente libertad el iniciar o
incorporarse a una huelga de hambre, especialmente por motivos o situaciones
educacionales, según resulta pretender la que nos ocupa, porque necesariamente
implica un atentado para su desarrollo humano, salud y eventualmente su vida”.
Además, alude a que de acuerdo a la Ley General de Educación (N°20.370), a los
padres se les encarga “no sólo el derecho sino además el ‘deber’ de educar a sus
hijos”. A efectos prácticos y disciplinantes, la Corte de Apelaciones de San
Miguel en este caso sostiene en el considerando siguiente que “la actual única
menor de edad partícipe de la huelga de hambre si pretende mantenerla, así como
cualquiera otro menor de edad que se integre a ella, ha de pasar necesariamente
a la compañía, custodia y protección de sus padres o familiares directos. A
falta oportuna de estos, deberán ser internada (sic) en un hogar de menores que
proporcione dicha protección” (Sentencia de veinticinco de agosto de 2011, Rol
N° 181-2011 pro., Segunda Sala de la Corte de Apelaciones de San Miguel).<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify;">
<span lang="ES-MX" style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 150%;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify;">
<span lang="ES-MX" style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 150%;">Como
se puede apreciar, los “avances” son parciales y ambivalentes, y entre medio de
tantos “derechos” los niveles de paternalismo y autoritarismo “protector”
siguen teniendo una presencia importante.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify;">
<span lang="ES-MX" style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 150%;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify;">
<span lang="ES-MX" style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 150%;">Algo
que todavía no se afirma suficientemente en estas disputas jurídicas y
decisiones judiciales es que de acuerdo a la normativa de protección de
derechos fundamentales emanada del nivel internacional, las personas no sólo
tienen “derecho a la educación”, sino que tanto el proceso educativo como la
forma de resolver conflictos al interior del espacio educativo deben ser
coherentes con la finalidad de “desarrollar la personalidad, las aptitudes y la
capacidad mental y física del niño hasta el máximo de sus posibilidades” y
encaminarse a “inculcar al niño el respeto de los derechos humanos y las
libertades fundamentales y de los principios consagrados en la Carta de
Naciones Unidas” (Artículo 29 de la Convención sobre los Derechos del Niño). Una
vez más parecemos estar soñando dentro del país legal, mientras que lo que
observamos si nos quitamos los anteojos jurídicos es que sencillamente en estos
espacios se enseña la obediencia, mediante acciones que se encargan de
etiquetar y criminalizar a quienes de manera incipiente se atreven a participar
política y socialmente, como antesala de formas más intensas y violentas de
criminalización que operan cuando nos desplazamos un poco más hacia el extremo
abiertamente punitivo del control social entendido como un continuo de
dominación. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify;">
<span lang="ES-MX" style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 150%;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify;">
<span lang="ES-MX" style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 150%;">8.-
El día 30 de septiembre del 2011 el periódico Las Últimas Noticias publicó una
foto donde se puede apreciar a un enorme y bien equipado funcionario de las
Fuerzas Especiales de Carabineros dando un fuerte puñetazo al rostro de un
muchacho de contextura delgada que parece tener 12 o 13 años de edad. El fotógrafo de Reuters que captó la imagen
explicaba que por parte del joven no hubo provocación alguna, que simplemente
la policía estaba procediendo a empujar y golpear a un grupo de estudiantes
secundarios cerca de donde se había efectuado una manifestación. En la misma
nota, el Comandante Mario Rozas, del Departamento de Comunicaciones Sociales de
Carabineros, señalaba que los hechos estaban siendo investigados y que “lo más
probable es que recibieran la sanción más drástica”, esto es, la medida de
expulsión. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify;">
<span lang="ES-MX" style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 150%;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify;">
<span lang="ES-MX" style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 150%;">Varios
meses después, tras iniciar un procedimiento de reclamo contra la Dirección
General de Carabineros ante el Consejo de Transparencia, mediante la Decisión
Amparo Rol C1480-11 se me informa que el sumario aún no ha finalizado, pero que
ya “se encuentra cerrada la etapa investigativa, habiéndose formulado cargos en
contra del Suboficial Mayor que indica, consistente en 4 días de arresto”. El
nombre del Suboficial no me fue informado, debido a la necesidad de respetar el
“secreto” del sumario. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify;">
<span lang="ES-MX" style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 150%;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify;">
<span lang="ES-MX" style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 150%;">En
conclusión: en Chile golpear niños cuesta como mucho 4 días de arresto,
mientras que, por otra parte, los dos jóvenes que fueron acusados de participar
de una golpiza a un carabinero en los incidentes tras la romería al Cementerio
General el 11 de septiembre del 2011 estuvieron 4 meses en prisión preventiva,
hasta que el Servicio Médico Legal determinó en un Informe que las lesiones del
funcionario eran…¡de carácter leve!<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify;">
<span lang="ES-MX" style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 150%;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify;">
<span lang="ES-MX" style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 150%;">9.-
Hasta aquí nos hemos referido a varias cuestiones que dicen relación con la
represión al movimiento social juvenil desde el marco legal ya existente. Sin
embargo, el carácter masivo y radical de los acontecimientos del año 2011 ha
generado además un Proyecto de Ley que “fortalece el resguardo del orden
público” (conocida como “Ley Hinzpeter”) que viene a modificar y actualizar el
Código Penal en lo relativo a la definición y penalización del “desorden público”.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify;">
<span lang="ES-MX" style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 150%;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify;">
<span lang="ES-MX" style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 150%;">La
verdad es que de la simple lectura del texto legal resulta evidente que los
“desórdenes públicos” que hasta el día de hoy tipifica el artículo 269 del
Código Penal, y que castiga con la pena de reclusión menor en su grado mínimo
(61 a 540 días), están descritos con un tono francamente decimonónico: “Los que
turbaren gravemente la tranquilidad pública para causar injuria u otro mal a
alguna persona particular o con otro fin reprobado…”. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify;">
<span lang="ES-MX" style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 150%;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify;">
<span lang="ES-MX" style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 150%;">En
el diseño actual, la pena por el “desorden” es autónoma en relación a “las que
les correspondan por el daño u ofensa causados”. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify;">
<span lang="ES-MX" style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 150%;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify;">
<span lang="ES-MX" style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 150%;">Hasta
hoy esta figura convive con una de las faltas del artículo 495, que en su N°1
sanciona con multa de 1 Unidad Tributaria Mensual al que “contraviniere a las
reglas que la autoridad dictare para conservar el orden público o evitar que se
altere, salvo que el hecho constituya crimen o simple delito”. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify;">
<span lang="ES-MX" style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 150%;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify;">
<span lang="ES-MX" style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 150%;">En
la práctica la policía aplica ambas figuras, denominando a la primera como
“desorden grave”, y a la segunda como “desorden simple”. Se opta por una u otra
de manera totalmente discrecional. La diferencia esencial entre ambas se nota
en sus efectos inmediatos, pues por aplicación del artículo 124 del CPP las
faltas sancionadas con multas no autorizan medidas cautelares que afecten la
libertad del imputado, procediendo solamente la citación. Por eso, cuando se
quiere reprimir más o menos en serio, se invoca siempre el “desorden grave”, y
con eso se abre para el Fiscal de turno la posibilidad de dejar a la persona
detenida hasta el otro día, para pasara al bloque de control de detención de la
mañana (a las 11 en punto) o en la tarde (a las 16:30), extendiendo entonces el
límite de la detención a su máximo legal, o incluso un poco más. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify;">
<span lang="ES-MX" style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 150%;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin-right: 1.15pt; mso-layout-grid-align: none; tab-stops: list 36.0pt; text-align: justify; text-autospace: none;">
<span lang="ES-MX" style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 150%;">10.-
El Mensaje de la Ley Hinzpeter califica abiertamente la legislación actual
sobre la materia como “obsoleta”, y agrega: </span><span style="font-family: 'Times New Roman', serif; font-size: 12pt; line-height: 150%;">“La redacción del artículo 269 del Código Penal no responde a los fenómenos sociales actuales
ni a los de desórdenes públicos que enfrentamos, lo cual se ha traducido en una
difícil aplicación de la norma y, en muchos casos, la consecuente impunidad de
quienes son parte de estos hechos públicos ante la falta de tipos penales que
describan adecuadamente las conductas que, en virtud de dicho artículo,
debieran ser objeto de sanción”. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin-right: 1.15pt; mso-layout-grid-align: none; tab-stops: list 36.0pt; text-align: justify; text-autospace: none;">
<span style="font-family: 'Times New Roman', serif; font-size: 12pt; line-height: 150%;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify;">
<span lang="ES-MX" style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 150%;">Desde
la opción por la defensa de un Derecho penal mínimo y razonable, uno podría
creer que basta para la conservación del orden con la existencia del
desorden-falta, que de todas maneras habilita a la fuerza pública para conducir
a los imputados al recinto policial y efectuar ahí la citación (artículo 134
del CPP). Además, siempre subsistiría como posibilidad que, para el caso de que
con ocasión de los desórdenes se cometan otros ilícitos, éstos se sancionen
adicionalmente de acuerdo al tipo penal correspondiente: daños, lesiones,
maltratos de obra a las policías, etc. Pero en la lógica del Gobierno esto no
puede ser permitido, pues equivale a “impunidad”.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify;">
<span lang="ES-MX" style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 150%;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify;">
<span lang="ES-MX" style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 150%;">Excede
las finalidades de este artículo el referirse en detalle al contenido de esta
reforma legislativa (Mensaje 196-359, de 27 de septiembre de 2011), que en lo
esencial viene a incrementar las penas (el 269 del CP se sancionaría con
presidio mayor en su grado medio, es decir, de 541 a 3 años, lo cual tiene como
efecto directo sobre el sistema de responsabilidad penal de adolescentes la
posibilidad de empezara a aplicar sanciones de “internación en régimen
semicerrado”), aprovechando de entregar un listado detallado de las actividades
que ocurren en contextos de movilización social y que resultan “atentatorias
contra el Orden Público” tal cual lo entiende el sector político que la ha
propuesto (y que en su momento hizo eco de propuestas en el mismo sentido
anunciadas y solicitadas por la Cámara Nacional de Comercio): paralizar o
interrumpir servicios públicos; invadir, ocupar o saquear viviendas u oficinas;
impedir o alterar la libre circulación de las personas o vehículos por puentes,
calles, caminos u otros bienes de uso público semejantes; atentar en contra de
la autoridad o sus agentes, etc. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify;">
<span lang="ES-MX" style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 150%;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify;">
<span lang="ES-MX" style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 150%;">Lo
que resulta pertinente a nuestro análisis es que la manera en que se pretende
usar el campo de batalla de la “criminalización primaria” resulta indicativa de
un nivel de luchas sociales mucho mayor al acostumbrado, al que el Gobierno
responde de la única manera que sabe: esgrimiendo el garrote desde lo alto del
poder al que se han encumbrado y dando la razón en este punto a Marx cuando
señalaba que “para el Estado no existe sino una ley única e inviolable: la
supervivencia del Estado”. <o:p></o:p></span></div>
<br />
<div>
<!--[if !supportFootnotes]--><br clear="all" />
<hr align="left" size="1" width="33%" />
<!--[endif]-->
<div id="ftn1">
<div class="MsoFootnoteText" style="text-align: justify;">
<a href="file:///C:/Users/JCortes/Desktop/Infancia/CRIMINALIZACI%C3%93N%20MOVIMIENTO%20SOCIAL%20JUVENIL%20corregido.doc#_ftnref1" name="_ftn1" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES-MX"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES-MX" style="font-family: "Calibri","sans-serif"; font-size: 10.0pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES-MX; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: Calibri; mso-fareast-language: EN-US;">[1]</span></span><!--[endif]--></span></span></a><span lang="ES-MX"> Es lo que señala Marx al hablar
de la llamada “acumulación originaria del capital”: tras la fase más violenta y
verdaderamente “terrorista” de los inicios del capitalismo, </span><span lang="ES-TRAD">a
medida que el nuevo modo de producción se consolida, la violencia se hace más
sutil o disimulada. La clase obrera, “a fuerza de educación, de tradición, de
costumbre, se somete a las exigencias de este régimen de producción como a las
más lógicas leyes naturales”. La organización de la producción bajo esta nueva
forma “vence todas las resistencias”. “Todavía se emplea, de vez en cuando, la
violencia directa, extraeconómica; pero sólo en casos excepcionales”, pero por
lo general basta con “la presión sorda de las condiciones económicas” que
“sella el poder de mando del capitalista sobre el obrero” (Carlos Marx, El Capital
I. Crítica de la Economía Política, México, Fondo de Cultura Económica,
traducción de Wenceslao Roces, Tercera reimpresión, 2006, pág. 627).</span><span lang="ES-MX"><o:p></o:p></span></div>
</div>
<div id="ftn2">
<div class="MsoFootnoteText">
<a href="file:///C:/Users/JCortes/Desktop/Infancia/CRIMINALIZACI%C3%93N%20MOVIMIENTO%20SOCIAL%20JUVENIL%20corregido.doc#_ftnref2" name="_ftn2" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES-MX"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES-MX" style="font-family: "Calibri","sans-serif"; font-size: 10.0pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES-MX; mso-bidi-font-family: "Times New Roman"; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: Calibri; mso-fareast-language: EN-US;">[2]</span></span><!--[endif]--></span></span></a><span lang="ES-MX"> Walter Benjamin, Para una crítica de la violencia y otros escritos,
Madrid, Taurus, 1991, pág. 32.<o:p></o:p></span></div>
</div>
<div id="ftn3">
<div class="MsoFootnoteText" style="text-align: justify;">
<a href="file:///C:/Users/JCortes/Desktop/Infancia/CRIMINALIZACI%C3%93N%20MOVIMIENTO%20SOCIAL%20JUVENIL%20corregido.doc#_ftnref3" name="_ftn3" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES-MX"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES-MX" style="font-family: "Calibri","sans-serif"; font-size: 10.0pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES-MX; mso-bidi-font-family: "Times New Roman"; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: Calibri; mso-fareast-language: EN-US;">[3]</span></span><!--[endif]--></span></span></a><span lang="ES-MX"> “Alison”, joven detenida el 25 de abril del 2012 tras el ingreso de
las Fuerzas Especiales de Carabineros al Campus Almagro Norte de la Universidad
Central, al ser entrevistada en la 33° Comisaría de Ñuñoa me refiere que ella y
otras mujeres fueron sacadas del baño del segundo piso tras ser rota la puerta
a patadas. Al ir bajando por la escalera, tratando de explicar a su aprehensora
que no podían detenerla por estar en el baño, un policía hombre de sexo
masculino que va subiendo le da una patada mientras le grita “¡Quédate callá,
huacha culiá!”. ¿En qué parte del encargo de “dar eficacia el derecho” se
incluye la función de golpear e insultar a quienes ya están detenidos?<o:p></o:p></span></div>
</div>
</div>
Metal Guruhttp://www.blogger.com/profile/12126480673805333894noreply@blogger.com1tag:blogger.com,1999:blog-939678699357405293.post-5613309949379265062015-06-25T17:33:00.001-07:002015-06-25T17:33:24.490-07:00Infancia y control social. El discurso de los abusos como método de disciplinamiento x Layla Martínez (fragmento)<div style="background-color: white; border: 0px; color: #574d4d; font-family: 'Droid Serif', 'Times New Roman', serif; font-size: 14px; line-height: 28px; margin-bottom: 1.5em; outline: 0px; padding: 0px; text-align: justify; vertical-align: baseline;">
<br /></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjnlZnCA_eIX4GtGfiWz2QAEO-5b6en8rYlGjojWA8th0MQXIrUxMMVQGQd_pe1gKS0zldWiIkznrLPrg2pINcXFBfbepeiEa9qRGugSShmrf_IfWLhgJlLc32Kto7uiJXJX1Ln8ugLp4c/s1600/portada+infacia.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="320" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjnlZnCA_eIX4GtGfiWz2QAEO-5b6en8rYlGjojWA8th0MQXIrUxMMVQGQd_pe1gKS0zldWiIkznrLPrg2pINcXFBfbepeiEa9qRGugSShmrf_IfWLhgJlLc32Kto7uiJXJX1Ln8ugLp4c/s320/portada+infacia.jpg" width="227" /></a></div>
<div style="background-color: white; border: 0px; color: #574d4d; font-family: 'Droid Serif', 'Times New Roman', serif; font-size: 14px; line-height: 28px; margin-bottom: 1.5em; outline: 0px; padding: 0px; text-align: justify; vertical-align: baseline;">
<br /></div>
<div style="background-color: white; border: 0px; color: #574d4d; font-family: 'Droid Serif', 'Times New Roman', serif; font-size: 14px; line-height: 28px; margin-bottom: 1.5em; outline: 0px; padding: 0px; text-align: justify; vertical-align: baseline;">
Tomado de <a href="http://www.alasbarricadas.org/noticias/node/33854">alasbarricadas.org</a></div>
<div style="background-color: white; border: 0px; color: #574d4d; font-family: 'Droid Serif', 'Times New Roman', serif; font-size: 14px; line-height: 28px; margin-bottom: 1.5em; outline: 0px; padding: 0px; text-align: justify; vertical-align: baseline;">
El libro puede ser <strong style="border: 0px; font-family: inherit; font-style: inherit; margin: 0px; outline: 0px; padding: 0px; vertical-align: baseline;">pedido</strong> al tmail: <strong style="border: 0px; font-family: inherit; font-style: inherit; margin: 0px; outline: 0px; padding: 0px; vertical-align: baseline;">piedrapapellibros@<span class="skimlinks-unlinked" style="border: 0px; font-family: inherit; font-style: inherit; font-weight: inherit; margin: 0px; outline: 0px; padding: 0px; vertical-align: baseline;">gmail.com</span> </strong></div>
<div style="background-color: white; color: #333333; font-family: 'trebuchet ms', arial, georgia; font-size: 14px; margin-bottom: 1.5em; margin-left: 1cm; margin-top: 1.5em; text-align: center;">
***</div>
<div style="background-color: white; color: #333333; font-family: 'trebuchet ms', arial, georgia; font-size: 14px; margin-bottom: 1.5em; margin-left: 1cm; margin-top: 1.5em; text-align: justify;">
En la sociedad actual, los niños son objeto de un control casi absoluto. Carentes de toda autonomía y privados de cualquier capacidad de decisión, cada minuto de su día a día está fuertemente controlado, sometido a vigilancia, incluido dentro de un horario. Bajo el objetivo de la protección, los niños son sometidos a un control cada vez más intenso, especialmente en lo que se refiere a sus relaciones con otros niños y, sobre todo, con otros adultos. Profesores, vecinos, monitores, familiares: todos pueden cometer abusos, todos son sospechosos, todos deben ser vigilados. El pederasta es el nuevo monstruo social, el catalizador de todos los temores y las iras de la sociedad.</div>
<div style="background-color: white; color: #333333; font-family: 'trebuchet ms', arial, georgia; font-size: 14px; margin-bottom: 1.5em; margin-left: 1cm; margin-top: 1.5em; text-align: justify;">
Sin embargo, esos monstruos sociales no aparecen de forma espontánea. Responden a una forma de organización social y a una distribución del poder concretas, a unas estrategias de dominación y a unos intereses determinados. Cuando se analiza el origen del actual discurso sobre los abusos durante la infancia, descubrimos que aparece en un momento y un lugar muy concretos: la década de los años ochenta en Estados Unidos. No es casualidad que ese discurso tuviese a los niños como principal objetivo, ya que fabricar adultos obedientes pasa por fabricar niños obedientes. Si se consigue crear niños atemorizados, aislados y sometidos, podremos crear adultos incapaces de rebelarse, de cuestionar el orden actual de las cosas. Habremos acabado con la posibilidad del cambio.</div>
Metal Guruhttp://www.blogger.com/profile/12126480673805333894noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-939678699357405293.post-51481309764411221032014-05-16T22:33:00.002-07:002014-05-18T16:04:01.407-07:00Pinocchio. Las mentiras del Derecho<br />
<div style="margin-bottom: 0cm;">
Ni me acordaba del texto sobre “Las
aventura de Pinocchio”. Casualmente me topé con que había tendido
cierta circulación, y un par de textos que al referirlos sugieren
otras vías de análisis. Por ejemplo, este.</div>
<div style="margin-bottom: 0cm;">
<br /></div>
<div style="margin-bottom: 0cm;">
Pinocho y las mentiras del derecho</div>
<div style="margin-bottom: 0cm;">
por Jaime Francisco Coaguila Valdivia</div>
<div style="margin-bottom: 0cm;">
<br /></div>
<div style="margin-bottom: 0cm;">
(http://dialnet.unirioja.es/servlet/articulo?codigo=3680349)</div>
<div style="margin-bottom: 0cm;">
En: <span class="Apple-style-span" style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; font-size: 12px; line-height: 15px;"> <span style="border-bottom-width: 0px; border-color: initial; border-color: initial; border-left-width: 0px; border-right-width: 0px; border-style: initial; border-style: initial; border-top-width: 0px; font-size: 12px; font: inherit; margin-bottom: 0px; margin-left: 0px; margin-right: 0px; margin-top: 0px; padding-bottom: 0px; padding-left: 0px; padding-right: 0px; padding-top: 0px; vertical-align: baseline;"><span class="titulo" style="border-bottom-width: 0px; border-color: initial; border-color: initial; border-left-width: 0px; border-right-width: 0px; border-style: initial; border-style: initial; border-top-width: 0px; font-size: 12px; font: inherit; margin-bottom: 0px; margin-left: 0px; margin-right: 0px; margin-top: 0px; padding-bottom: 0px; padding-left: 0px; padding-right: 0px; padding-top: 0px; vertical-align: baseline;"><a href="http://dialnet.unirioja.es/servlet/libro?codigo=456832" style="border-bottom-width: 0px; border-color: initial; border-color: initial; border-left-width: 0px; border-right-width: 0px; border-style: initial; border-style: initial; border-top-width: 0px; color: #990000; cursor: pointer; font-size: 12px; font: inherit; margin-bottom: 0px; margin-left: 0px; margin-right: 0px; margin-top: 0px; outline-color: initial; outline-style: none; outline-width: 0px; padding-bottom: 0px; padding-left: 0px; padding-right: 0px; padding-top: 0px; text-decoration: none; vertical-align: baseline;">El otro corazón del derecho</a></span><span class="separador" style="border-bottom-width: 0px; border-color: initial; border-color: initial; border-left-width: 0px; border-right-width: 0px; border-style: initial; border-style: initial; border-top-width: 0px; font-size: 12px; font: inherit; margin-bottom: 0px; margin-left: 0px; margin-right: 0px; margin-top: 0px; padding-bottom: 0px; padding-left: 0px; padding-right: 0px; padding-top: 0px; vertical-align: baseline;">: </span><span class="subtitulo" style="border-bottom-width: 0px; border-color: initial; border-color: initial; border-left-width: 0px; border-right-width: 0px; border-style: initial; border-style: initial; border-top-width: 0px; font-size: 12px; font: inherit; margin-bottom: 0px; margin-left: 0px; margin-right: 0px; margin-top: 0px; padding-bottom: 0px; padding-left: 0px; padding-right: 0px; padding-top: 0px; vertical-align: baseline;">20 ensayos literario-jurídicos sobre Teoría del derecho</span> / <a href="http://dialnet.unirioja.es/servlet/autor?codigo=283834" style="border-bottom-width: 0px; border-color: initial; border-color: initial; border-left-width: 0px; border-right-width: 0px; border-style: initial; border-style: initial; border-top-width: 0px; color: #990000; cursor: pointer; font-size: 12px; font: inherit; margin-bottom: 0px; margin-left: 0px; margin-right: 0px; margin-top: 0px; outline-color: initial; outline-style: none; outline-width: 0px; padding-bottom: 0px; padding-left: 0px; padding-right: 0px; padding-top: 0px; text-decoration: none; vertical-align: baseline;">Jaime Francisco Coaguila Valdivia</a>(<abbr style="border-bottom-width: 0px; border-color: initial; border-color: initial; border-color: initial; border-left-width: 0px; border-right-width: 0px; border-style: initial; border-style: initial; border-style: initial; border-top-width: 0px; cursor: help; font-size: 12px; font: inherit; margin-bottom: 0px; margin-left: 0px; margin-right: 0px; margin-top: 0px; padding-bottom: 0px; padding-left: 0px; padding-right: 0px; padding-top: 0px; vertical-align: baseline;" title="Autores y coautores de un artículo o publicación">aut.</abbr>), 2011, <acronym style="border-bottom-width: 0px; border-color: initial; border-color: initial; border-color: initial; border-left-width: 0px; border-right-width: 0px; border-style: initial; border-style: initial; border-style: initial; border-top-width: 0px; cursor: help; font-size: 12px; font: inherit; margin-bottom: 0px; margin-left: 0px; margin-right: 0px; margin-top: 0px; padding-bottom: 0px; padding-left: 0px; padding-right: 0px; padding-top: 0px; vertical-align: baseline;" title="International Standard Book Number" xml:lang="en">ISBN</acronym> 978-612-45884-0-2 , <abbr style="border-bottom-width: 0px; border-color: initial; border-color: initial; border-color: initial; border-left-width: 0px; border-right-width: 0px; border-style: initial; border-style: initial; border-style: initial; border-top-width: 0px; cursor: help; font-size: 12px; font: inherit; margin-bottom: 0px; margin-left: 0px; margin-right: 0px; margin-top: 0px; padding-bottom: 0px; padding-left: 0px; padding-right: 0px; padding-top: 0px; vertical-align: baseline;" title="páginas">págs.</abbr> 81-86</span></span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm;">
<br /></div>
<div style="margin-bottom: 0cm;">
<span class="Apple-style-span" style="color: #bbbbbb; font-family: 'Trebuchet MS', Trebuchet, sans-serif; font-size: 13px; line-height: 18px;"></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span class="Apple-style-span" style="background-color: white; color: black;">La historia de Pinocho del escritor Carlos Collodi apareció por primera vez en Florencia bajo el título de Storia de un burattino (1881) en el Giornale per i bambini, para luego ser publicada con el título definitivo de Las aventuras de Pinocho en 1883. La obra narra la historia de un muñeco de madera llamado Pinocho que debe atravesar un sinfin de pruebas con la finalidad de alcanzar la madurez necesaria para convertirse en un niño de verdad; el camino adoptado por Pinocho, en realidad, simboliza la renuncia del placer y la autosatisfacción por el descubrimiento de la responsabilidad inherente al cumplimiento de la ley.</span></div>
<div class="MsoNormal">
<span class="Apple-style-span" style="background-color: white; color: black;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal">
<b><span class="Apple-style-span" style="background-color: white; color: black;">El Derecho y sus mentiras</span></b></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="background-color: white;"><span class="Apple-style-span" style="color: black;">Para Manuel González Piñeiro, las normas jurídicas son tales no porque gocen de ninguna cualidad intrínseca y especial que les otorgue ese carácter, sino simplemente porque son ficciones respaldadas en su cumplimiento por el poder coercitivo del Estado, y esto se debe a que las ficciones, a su vez, representan los conceptos de lo bueno y lo malo, y que al vincularlos con los conceptos del placer y del dolor, respectivamente, adquieren significados asequibles al pueblo </span><a href="http://www.blogger.com/blogger.g?blogID=1869957757713930895#_ftn1" name="_ftnref" style="text-decoration: none;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span class="Apple-style-span" style="color: black;">[1]</span></span></a><span class="Apple-style-span" style="color: black;">. En este contexto, la tendencia megalómana de Pinocho de inventarse mentiras para justificar las reiteradas desobediencias a su padre, en puridad, constituyen un cierto tipo de ficciones inverosímiles que carecen de todo respaldo de autoridad y que tienen como único objetivo eludir el dolor.</span></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span class="Apple-style-span" style="background-color: white; color: black;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="background-color: white;"><span class="Apple-style-span" style="color: black;">El carácter dual de los personajes de Pinocho permiten a su protagonista adentrarse en la paradoja de la naturaleza humana que permite comprender el porqué los hombres pueden ser buenos y malos al mismo tiempo </span><a href="http://www.blogger.com/blogger.g?blogID=1869957757713930895#_ftn2" name="_ftnref" style="text-decoration: none;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span class="Apple-style-span" style="color: black;">[2]</span></span></a><span class="Apple-style-span" style="color: black;">, y asumir cómo el placer y el dolor muchas veces pueden llegar a entrelazarse de una manera muy extraña. Lamentablemente, la mente infantil de Pinocho intentará sin fortuna aislar el placer del deber, la diversión de la escuela, la vida del vagabundo en relación con la del trabajo, bajo la tierna ilusión de creer en la existencia del país mágico de los juguetes, donde los niños solamente están obligados a divertirse todos los días de la semana.</span></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span class="Apple-style-span" style="background-color: white; color: black;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="background-color: white;"><span class="Apple-style-span" style="color: black;">Las ficciones del Derecho no deben ser valoradas negativamente e incluso la palabra derecho es una entidad ficticia indispensable para que el discurso humano pueda llevarse a cabo </span><a href="http://www.blogger.com/blogger.g?blogID=1869957757713930895#_ftn3" name="_ftnref" style="text-decoration: none;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span class="Apple-style-span" style="color: black;">[3]</span></span></a><span class="Apple-style-span" style="color: black;">, de otra manera ocurriría lo que le sucede a Pinocho, que enredado en sus propias mentiras debe afrontar las graves consecuencias de sus actos, como si el mundo real pudiera articularse con obligaciones sin fuerza y derechos sin necesidad de valor </span><a href="http://www.blogger.com/blogger.g?blogID=1869957757713930895#_ftn4" name="_ftnref" style="text-decoration: none;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span class="Apple-style-span" style="color: black;">[4]</span></span></a><span class="Apple-style-span" style="color: black;">, un universo de mentiras que elimina el placer y el dolor entre la terrible sensación de la inocuidad. La ficción puede alimentar a la justicia, pero ¿la mentira está en condiciones de nutrir al Derecho?</span></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span class="Apple-style-span" style="background-color: white; color: black;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal">
<b><span class="Apple-style-span" style="background-color: white; color: black;">Pinocho ante la Ley</span></b></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="background-color: white;"><span class="Apple-style-span" style="color: black;">En opinión de Alfonso Serrano, las teorías de control social están convencidas de que los controles internos y externos son los que impiden que las personas recaigan en el delito; en el caso de los menores, resulta vital el papel de la escuela, por su gran capacidad de observación del comportamiento desviado de sus alumnos y el rol complementario del maestro en mantener la disciplina </span><a href="http://www.blogger.com/blogger.g?blogID=1869957757713930895#_ftn5" name="_ftnref" style="text-decoration: none;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span class="Apple-style-span" style="color: black;">[5]</span></span></a><span class="Apple-style-span" style="color: black;">. Para los criminalistas de esta teoría, la existencia del delito se explica por la concurrencia de dos elementos, en principio, un sujeto con autocontrol bajo y, después, la concurrencia del factor oportunidad </span><a href="http://www.blogger.com/blogger.g?blogID=1869957757713930895#_ftn6" name="_ftnref" style="text-decoration: none;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span class="Apple-style-span" style="color: black;">[6]</span></span></a><span class="Apple-style-span" style="color: black;">; en el caso concreto de Pinocho se reúnen exactamente una educación inefectiva, porque el muñeco de madera elude reiteradas veces ir a la escuela, y la oportunidad surge a propósito de las malas compañías que por mero desatino lo llevarán hasta la cárcel.</span></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span class="Apple-style-span" style="background-color: white; color: black;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="background-color: white;"><span class="Apple-style-span" style="color: black;">Si bien es factible reescribir la historia de Pinocho como la fábula del violentamente represivo proceso de socialización de los niños de la edad moderna, donde el Grillo-Parlante tiene la misión de demarcar las reglas de juego sociales y las posibles reacciones en caso de desobediencia </span><a href="http://www.blogger.com/blogger.g?blogID=1869957757713930895#_ftn7" name="_ftnref" style="text-decoration: none;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span class="Apple-style-span" style="color: black;">[7]</span></span></a><span class="Apple-style-span" style="color: black;">, también se puede leer esta historia con un perfil antiautoritario que contrasta la riqueza con la pobreza y devela la hipocresía del sistema judicial </span><a href="http://www.blogger.com/blogger.g?blogID=1869957757713930895#_ftn8" name="_ftnref" style="text-decoration: none;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span class="Apple-style-span" style="color: black;">[8]</span></span></a><span class="Apple-style-span" style="color: black;">; sobre este tema resulta aleccionadora la historia del engaño de que fuera objeto Pinocho por parte de la zorra y el gato, cuando entierra cuatro monedas de oro en el Campo de los Milagros con la esperanza de ver germinar y florecer a la mañana siguiente un bellísimo árbol cargado de monedas de oro.</span></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span class="Apple-style-span" style="background-color: white; color: black;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="background-color: white;"><span class="Apple-style-span" style="color: black;">Lo particular de esta situación reside en que una vez consciente del fraude, Pinocho acude ante el juez del País de los Zoquetes proporcionando los nombres de los bandidos y pidiendo justicia; sin embargo, muy a su pesar, en ese acto el magistrado dispuso: “–A este pobre diablo le han robado cuatro monedas de oro, ¡agárrenlo y métanlo preso enseguida!” </span><a href="http://www.blogger.com/blogger.g?blogID=1869957757713930895#_ftn9" name="_ftnref" style="text-decoration: none;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span class="Apple-style-span" style="color: black;">[9]</span></span></a><span class="Apple-style-span" style="color: black;">, con lo que el muñeco de madera debió permanecer cuatro meses recluido en prisión hasta que el joven emperador, a manera de gracia, resolvió dar libertad a todos los malandrines.</span></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span class="Apple-style-span" style="background-color: white; color: black;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="background-color: white;"><span class="Apple-style-span" style="color: black;">Algunos han interpretado que el episodio del juicio a Pinocho denuncia la retórica proteccionista de los sistemas tutelares de menores en el siglo XIX, cuando se castigaba la independencia prematura infantil y se restringía la autonomía juvenil </span><a href="http://www.blogger.com/blogger.g?blogID=1869957757713930895#_ftn10" name="_ftnref" style="text-decoration: none;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span class="Apple-style-span" style="color: black;">[10]</span></span></a><span class="Apple-style-span" style="color: black;">; no obstante, adicionalmente el pasaje admite otra interpretación, en el sentido de que Pinocho es apresado por ser reo de sus propias mentiras en un mundo donde se condena la ingenuidad, una suerte de metáfora jurídica farsesca de la justicia al revés, o lo que es mejor, del no país, no ley y no justicia.</span></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span class="Apple-style-span" style="background-color: white; color: black;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span class="Apple-style-span" style="background-color: white; color: black;">La imagen de Pinocho recurriendo a la justicia puede servir de irónica ilustración a la crónica de un sistema judicial acostumbrado a moverse, cual muñeco de madera, al vaivén de los hilos invisibles del poder, pero con la esperanza de convertirse alguna vez en una justicia humana de verdad.</span></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjyLU_PkH0_icvBTM2rFKw8NiHJxiQtAkhXbHn0Nuf6nwg_DLqw-eIbsTNkVxKETmdwuneFUsPJ4gfi8ap9nmiJi_tsqFXJ9Lv1h38SKxy4rruOjC2d8at0qHjzCezpp7606vbT-ynOhlL0/s1600/284_1c.jpg" imageanchor="1" style="clear: right; float: right; margin-bottom: 1em; margin-left: 1em; text-decoration: none;"><span class="Apple-style-span" style="background-color: white; color: black;"><img border="0" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjyLU_PkH0_icvBTM2rFKw8NiHJxiQtAkhXbHn0Nuf6nwg_DLqw-eIbsTNkVxKETmdwuneFUsPJ4gfi8ap9nmiJi_tsqFXJ9Lv1h38SKxy4rruOjC2d8at0qHjzCezpp7606vbT-ynOhlL0/s320/284_1c.jpg" height="297" style="border-bottom-style: none; border-color: initial; border-left-style: none; border-right-style: none; border-top-style: none; border-width: initial; position: relative;" width="320" /></span></a></div>
<div class="MsoNormal">
<span class="Apple-style-span" style="background-color: white; color: black;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span class="Apple-style-span" style="background-color: white; color: black;">El corazón jurídico de un niño</span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="background-color: white;"><span class="Apple-style-span" style="color: black;">Para el filósofo Benedetto Croce, la madera de la cual ha sido labrado Pinocho es la humanidad, por cuanto su historia es la fábula de la vida humana, del bien y del mal, de los errores y de la enmienda, del ceder a la tentación para finalmente entrar en la vida como el hombre que emprende el noviciado </span><a href="http://www.blogger.com/blogger.g?blogID=1869957757713930895#_ftn11" name="_ftnref" style="text-decoration: none;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span class="Apple-style-span" style="color: black;">[11]</span></span></a><span class="Apple-style-span" style="color: black;">. La vida de Pinocho describe el largo camino de la constitución ética de la persona; por ello, al principio, actuando bajo el influjo del placer, cede a las tentaciones al abandonar la escuela y dedicarse a la vida del vagabundo; por lo que el Grillo-Parlante, vaticinando su futuro, le recrimina: “¡Ay de aquellos muchachos que desobedecen a sus padres y abandonan por capricho la casa paterna! No serán felices en este mundo y tarde o temprano tendrán que arrepentirse amargamente" </span><a href="http://www.blogger.com/blogger.g?blogID=1869957757713930895#_ftn12" name="_ftnref" style="text-decoration: none;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span class="Apple-style-span" style="color: black;">[12]</span></span></a><span class="Apple-style-span" style="color: black;">.</span></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span class="Apple-style-span" style="background-color: white; color: black;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="background-color: white;"><span class="Apple-style-span" style="color: black;">El aprendizaje ético de Pinocho comienza con su preocupación por el bienestar de los demás y su vocación creciente a la solidaridad; para Paul Ricoeur, la auténtica relación del sí mismo con su otro no es sino la constante búsqueda de igualdad moral a través de todos los posibles caminos de reconocimiento </span><a href="http://www.blogger.com/blogger.g?blogID=1869957757713930895#_ftn13" name="_ftnref" style="text-decoration: none;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span class="Apple-style-span" style="color: black;">[13]</span></span></a><span class="Apple-style-span" style="color: black;">, en otras palabras, tener al otro en consideración es hacerlo salir del anonimato y distinguirlo como un quien cuya fragilidad es tan original como la de uno </span><a href="http://www.blogger.com/blogger.g?blogID=1869957757713930895#_ftn14" name="_ftnref" style="text-decoration: none;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span class="Apple-style-span" style="color: black;">[14]</span></span></a><span class="Apple-style-span" style="color: black;">. La preocupación de Pinocho por su padre Gepeto permitirá el desarrollo de este sentimiento de solidaridad en su joven corazón de madera, y el deseo de lograr la recuperación de su alicaída salud hará que Pinocho comprenda la necesidad de llevar una vida buena y honesta en medio de instituciones justas; así lo demuestra cuando trabaja para Hortelano por cinco meses dando vueltas a la noria, tejiendo canastas y cestas de mimbre, y administrando juiciosamente los gastos diarios </span><a href="http://www.blogger.com/blogger.g?blogID=1869957757713930895#_ftn15" name="_ftnref" style="text-decoration: none;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span class="Apple-style-span" style="color: black;">[15]</span></span></a><span class="Apple-style-span" style="color: black;">.</span></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span class="Apple-style-span" style="background-color: white; color: black;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="background-color: white;"><span class="Apple-style-span" style="color: black;">La vida buena depende del conjunto de elementos imaginados o vividos que nuestra percepción recibe y alimenta como los que colaboran con una felicidad verdadera </span><a href="http://www.blogger.com/blogger.g?blogID=1869957757713930895#_ftn16" name="_ftnref" style="text-decoration: none;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span class="Apple-style-span" style="color: black;">[16]</span></span></a><span class="Apple-style-span" style="color: black;">; por este motivo, las buenas acciones de Pinocho para lograr la rehabilitación de su padre le permitirán acceder a la vida buena y lograr, gracias al hada madrina, su ansiada conversión de un muñeco de madera en un niño de verdad; las palabras de Gepeto así lo descubren: “El cambio repentino que ha habido en nuestra casa se debe a ti (...) porque cuando los niños malos se transforman en buenos, tienen la virtud de hacer aparecer todo con aspecto nuevo y sonriente, ¡aun a las viejas casas de sus familias!” </span><a href="http://www.blogger.com/blogger.g?blogID=1869957757713930895#_ftn17" name="_ftnref" style="text-decoration: none;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span class="Apple-style-span" style="color: black;">[17]</span></span></a><span class="Apple-style-span" style="color: black;">.</span></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span class="Apple-style-span" style="background-color: white; color: black;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="background-color: white;"><span class="Apple-style-span" style="color: black;">La felicidad verdadera de Pinocho y Gepeto ratifica que lo justo atiende el lado de lo bueno cuando esta cualidad extiende desde las relaciones interpersonales a todo orden de instituciones, y el lado de lo legal cuando confiere a la ley su coherencia y derecho de obligación dentro del sistema jurídico </span><a href="http://www.blogger.com/blogger.g?blogID=1869957757713930895#_ftn18" name="_ftnref" style="text-decoration: none;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span class="Apple-style-span" style="color: black;">[18]</span></span></a><span class="Apple-style-span" style="color: black;">; por eso, la transformación del muñeco de madera en un ser humano adquiere un cierto halo de justicia equiparable probablemente con el tierno anhelo de un niño de contar por siempre con un corazón de verdad.</span></span><br />
<span style="background-color: white;"><span class="Apple-style-span" style="color: black;"><br /></span></span>
<div id="ftn" style="font-family: 'Trebuchet MS', Trebuchet, sans-serif; font-size: 13px; line-height: 18.200000762939453px;">
<div class="MsoFootnoteText">
<span style="background-color: white;"><a href="http://www.blogger.com/blogger.g?blogID=1869957757713930895#_ftnref" name="_ftn1" style="text-decoration: none;" title="">[1]</a> GONZÁLEZ PIÑEIRO, Manuel. En “La Ficción de la Justicia” de Teoría de las Ficciones de Jeremy Bentham. Traduc. Helena Goicochea. Madrid-Barcelona, Marcial Pons Ediciones Jurídicas y Sociales S.A., 2005, p. 29.</span></div>
</div>
<div id="ftn" style="font-family: 'Trebuchet MS', Trebuchet, sans-serif; font-size: 13px; line-height: 18.200000762939453px;">
<div class="MsoFootnoteText">
<span style="background-color: white;"><a href="http://www.blogger.com/blogger.g?blogID=1869957757713930895#_ftnref" name="_ftn2" style="text-decoration: none;" title="">[2]</a> VASCO, Irene. Las Aventuras de Pinocho. Historia de la mentira más larga del mundo. Vid. www.cuatrogatos.org/9vasco.html.</span></div>
</div>
<div id="ftn" style="font-family: 'Trebuchet MS', Trebuchet, sans-serif; font-size: 13px; line-height: 18.200000762939453px;">
<div class="MsoFootnoteText">
<span style="background-color: white;"><a href="http://www.blogger.com/blogger.g?blogID=1869957757713930895#_ftnref" name="_ftn3" style="text-decoration: none;" title="">[3]</a> BENTHAM, Jeremy. Teoría de las Ficciones. Traducción de Helena Goicochea. Madrid-Barcelona, Marcial Pons Ediciones Jurídicas y Sociales S.A., 2005, p. 163.</span></div>
</div>
<div id="ftn" style="font-family: 'Trebuchet MS', Trebuchet, sans-serif; font-size: 13px; line-height: 18.200000762939453px;">
<div class="MsoFootnoteText">
<span style="background-color: white;"><a href="http://www.blogger.com/blogger.g?blogID=1869957757713930895#_ftnref" name="_ftn4" style="text-decoration: none;" title="">[4]</a> BENTHAM, J. Op. Cit. p. 184.</span></div>
</div>
<div id="ftn" style="font-family: 'Trebuchet MS', Trebuchet, sans-serif; font-size: 13px; line-height: 18.200000762939453px;">
<div class="MsoFootnoteText">
<span style="background-color: white;"><a href="http://www.blogger.com/blogger.g?blogID=1869957757713930895#_ftnref" name="_ftn5" style="text-decoration: none;" title="">[5]</a> SERRANO MAÍLLO. Alfonso. Introducción a la Criminología. Lima, ARA Editores, 2004, p. 354-363.</span></div>
</div>
<div id="ftn" style="font-family: 'Trebuchet MS', Trebuchet, sans-serif; font-size: 13px; line-height: 18.200000762939453px;">
<div class="MsoFootnoteText">
<span style="background-color: white;"><a href="http://www.blogger.com/blogger.g?blogID=1869957757713930895#_ftnref" name="_ftn6" style="text-decoration: none;" title="">[6]</a> SERRANO M. A. Op. Cit. p. 365.</span></div>
</div>
<div id="ftn" style="font-family: 'Trebuchet MS', Trebuchet, sans-serif; font-size: 13px; line-height: 18.200000762939453px;">
<div class="MsoFootnoteText">
<span style="background-color: white;"><a href="http://www.blogger.com/blogger.g?blogID=1869957757713930895#_ftnref" name="_ftn7" style="text-decoration: none;" title="">[7]</a> CORTÉS, Julio M. Pinocchio y el Control Social. Las Aventuras de Pinocchio (o la fábula de la victoria de la socialización represiva sobre la resistencia infantil). Vid. www. Lecturas de infancia.blogspot.com/2008/01/pinocchio-y-el-control-social.htm.</span></div>
</div>
<div id="ftn" style="font-family: 'Trebuchet MS', Trebuchet, sans-serif; font-size: 13px; line-height: 18.200000762939453px;">
<div class="MsoFootnoteText">
<span style="background-color: white;"><a href="http://www.blogger.com/blogger.g?blogID=1869957757713930895#_ftnref" name="_ftn8" style="text-decoration: none;" title="">[8]</a> Vid. www.kirjasto.sci.fi/collodi.htm</span></div>
</div>
<div id="ftn" style="font-family: 'Trebuchet MS', Trebuchet, sans-serif; font-size: 13px; line-height: 18.200000762939453px;">
<div class="MsoFootnoteText">
<span style="background-color: white;"><a href="http://www.blogger.com/blogger.g?blogID=1869957757713930895#_ftnref" name="_ftn9" style="text-decoration: none;" title="">[9]</a> COLLODI, Carlo. Pinocho. Traducción Antonio José Restrepo. Panamericana Editorial Ltda., Cuarta Reimpresión, Bogotá, 2001, p. 124</span></div>
</div>
<div id="ftn" style="font-family: 'Trebuchet MS', Trebuchet, sans-serif; font-size: 13px; line-height: 18.200000762939453px;">
<div class="MsoFootnoteText">
<span style="background-color: white;"><a href="http://www.blogger.com/blogger.g?blogID=1869957757713930895#_ftnref" name="_ftn10" style="text-decoration: none;" title="">[10]</a> CORTÉS, J. Ibid.</span></div>
</div>
<div id="ftn" style="font-family: 'Trebuchet MS', Trebuchet, sans-serif; font-size: 13px; line-height: 18.200000762939453px;">
<div class="MsoFootnoteText">
<span style="background-color: white;"><a href="http://www.blogger.com/blogger.g?blogID=1869957757713930895#_ftnref" name="_ftn11" style="text-decoration: none;" title="">[11]</a> Ibidem</span></div>
</div>
<div id="ftn" style="font-family: 'Trebuchet MS', Trebuchet, sans-serif; font-size: 13px; line-height: 18.200000762939453px;">
<div class="MsoFootnoteText">
<span style="background-color: white;"><a href="http://www.blogger.com/blogger.g?blogID=1869957757713930895#_ftnref" name="_ftn12" style="text-decoration: none;" title="">[12]</a> COLLODI, C. Op. Cit. p. 36.</span></div>
</div>
<div id="ftn" style="font-family: 'Trebuchet MS', Trebuchet, sans-serif; font-size: 13px; line-height: 18.200000762939453px;">
<div class="MsoFootnoteText">
<span style="background-color: white;"><a href="http://www.blogger.com/blogger.g?blogID=1869957757713930895#_ftnref" name="_ftn13" style="text-decoration: none;" title="">[13]</a> BEGUÉ, Marie-France. La Poética del Sí Mismo. Buenos Aires, Editorial Biblios, 2002, p. 292.</span></div>
</div>
<div id="ftn" style="font-family: 'Trebuchet MS', Trebuchet, sans-serif; font-size: 13px; line-height: 18.200000762939453px;">
<div class="MsoFootnoteText">
<span style="background-color: white;"><a href="http://www.blogger.com/blogger.g?blogID=1869957757713930895#_ftnref" name="_ftn14" style="text-decoration: none;" title="">[14]</a> BEGUÉ, M. Op. Cit. p. 289.</span></div>
</div>
<div id="ftn" style="font-family: 'Trebuchet MS', Trebuchet, sans-serif; font-size: 13px; line-height: 18.200000762939453px;">
<div class="MsoFootnoteText">
<span style="background-color: white;"><a href="http://www.blogger.com/blogger.g?blogID=1869957757713930895#_ftnref" name="_ftn15" style="text-decoration: none;" title="">[15]</a> COLLODI, C. Op. Cit. p. 278.</span></div>
</div>
<div id="ftn" style="font-family: 'Trebuchet MS', Trebuchet, sans-serif; font-size: 13px; line-height: 18.200000762939453px;">
<div class="MsoFootnoteText">
<span style="background-color: white;"><a href="http://www.blogger.com/blogger.g?blogID=1869957757713930895#_ftnref" name="_ftn16" style="text-decoration: none;" title="">[16]</a> BEGUÉ, M. Op. Cit. p. 288.</span></div>
</div>
<div id="ftn" style="font-family: 'Trebuchet MS', Trebuchet, sans-serif; font-size: 13px; line-height: 18.200000762939453px;">
<div class="MsoFootnoteText">
<span style="background-color: white;"><a href="http://www.blogger.com/blogger.g?blogID=1869957757713930895#_ftnref" name="_ftn17" style="text-decoration: none;" title="">[17]</a> COLLODI, C. Op. Cit. p. 283.</span></div>
</div>
<span style="background-color: white;"></span><br />
<div id="ftn" style="font-family: 'Trebuchet MS', Trebuchet, sans-serif; font-size: 13px; line-height: 18.200000762939453px;">
<div class="MsoFootnoteText">
<span style="background-color: white;"><a href="http://www.blogger.com/blogger.g?blogID=1869957757713930895#_ftnref" name="_ftn18" style="text-decoration: none;" title="">[18]</a> BEGUÉ, M. Op. Cit. p. 296.</span></div>
</div>
</div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjv4eE9XPcVz2Q_is7yS8lFMEXN5KJ7SkTgF1M8-W89Wc8pq_piBpak2F24YO4PFfsb6s58_Rq00tEx5mKmPMucOC2CQEw7ThHPK5FLTCJlL5jY36L3FqodFM0VL72AS0JEjjR_cyVuWeeQ/s1600/284.jpg" imageanchor="1" style="background-color: white; margin-left: 1em; margin-right: 1em; text-decoration: none;"><span style="color: black;"><img border="0" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjv4eE9XPcVz2Q_is7yS8lFMEXN5KJ7SkTgF1M8-W89Wc8pq_piBpak2F24YO4PFfsb6s58_Rq00tEx5mKmPMucOC2CQEw7ThHPK5FLTCJlL5jY36L3FqodFM0VL72AS0JEjjR_cyVuWeeQ/s1600/284.jpg" style="border-bottom-style: none; border-color: initial; border-left-style: none; border-right-style: none; border-top-style: none; border-width: initial; position: relative;" /></span></a></div>
<br />
<div style="margin-bottom: 0cm;">
<br /></div>
Metal Guruhttp://www.blogger.com/profile/12126480673805333894noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-939678699357405293.post-19985349486680298592013-08-27T07:22:00.001-07:002013-08-27T07:22:48.906-07:00<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span lang="ES" style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 115%;">LA ADOLESCENCIA
COMO ENFERMEDAD Y EL JOVEN INFRACTOR COMO FETICHE. IMÁGENES DE UNA SOCIEDAD
OBSESIONADA CON EL CONTROL. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span lang="ES" style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 115%;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span lang="ES" style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 115%;"><br /></span></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhvX281Eftpm27yXXfvgp8z737QK-t8jPyJJNlr2JpXi3u-7m09oBQx_WzzOuhYqKTBIU_tgH0Pty4wc3jTcjK1tgrxuXwlsb4lLct9EtQp0Xya23VJsnqsZ2eYL_2TLlskHoTiWEDVJ-A/s1600/DSCN0166.JPG" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="320" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhvX281Eftpm27yXXfvgp8z737QK-t8jPyJJNlr2JpXi3u-7m09oBQx_WzzOuhYqKTBIU_tgH0Pty4wc3jTcjK1tgrxuXwlsb4lLct9EtQp0Xya23VJsnqsZ2eYL_2TLlskHoTiWEDVJ-A/s320/DSCN0166.JPG" width="240" /></a></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span lang="ES" style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 115%;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span lang="ES" style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 115%;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span lang="ES" style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 115%;"><br /></span></div>
<div align="right" class="MsoNormal" style="text-align: right;">
<span lang="ES" style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 115%;"><br /></span></div>
<div align="right" class="MsoNormal" style="text-align: right;">
<span lang="ES" style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 115%;">Julio
Cortés Morales<o:p></o:p></span></div>
<div align="right" class="MsoNormal" style="text-align: right;">
<span lang="ES" style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 115%;"><br /></span></div>
<div align="right" class="MsoNormal" style="text-align: right;">
<span lang="ES" style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 115%;">(Prólogo a la reedición del libro "Los hijos del Estado", de Luis Eduardo Morás, SERPAJ Uruguay, 2012).</span></div>
<div align="right" class="MsoNormal" style="text-align: right;">
<span lang="ES" style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 115%;"><br /></span></div>
<div align="right" class="MsoNormal" style="text-align: right;">
<span lang="ES" style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 115%;"><br /></span></div>
<div align="right" class="MsoNormal" style="text-align: right;">
<span lang="ES" style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 115%;"><br /></span></div>
<div align="right" class="MsoNormal" style="text-align: right;">
<i><span lang="ES" style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 115%;"> “Pienso una
vez más que los jóvenes nos marcan el camino para modificar nuestros procesos
mentales. Debemos ubicar el futuro –como si fuera el niño nonato encerrado en
el vientre de la madre- dentro de una comunidad de hombres, mujeres y niños,
entre nosotros, como algo que ya está aquí, que ya está listo para que lo
alimentemos y lo ayudemos y lo protejamos, antes de que nazca, porque de lo
contrario será demasiado tarde. De modo que, como dicen los jóvenes: El Futuro
Es Ahora”</span></i><span lang="ES" style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 115%;"> (Margaret Mead).<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span lang="ES" style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 115%;">1.- Tanto la
infancia como la adolescencia son categorías sociales permanentes en la
estructura de nuestras sociedades. En ambos casos ocurre que sobre ciertos
elementos o datos naturales (el nacimiento y la dependencia estricta de los
infantes más pequeños en relación a los adultos en un caso, y la pubertad en el
otro) se construye un complejo entramado de percepciones y representaciones
sociales que pertenecen al ámbito de la cultura, y que en tanto construcciones
sociales variables en el tiempo y el espacio conforman una especie de “segunda
naturaleza”. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span lang="ES" style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 115%;">En la medida en que
cada comunidad o sociedad humana adscribe a una determinada cosmovisión que
incluye entre otras cosas la posición y función que en ella tienen niños/as y
jóvenes, podemos decir que dicha visión de mundo incluye ideologías de infancia
y de adolescencia: se trata de lo que en términos althusserianos sería una
“ideología en general”, a diferencia de los “ideologías particulares” (que
siempre encubren intereses de clase)<a href="file:///D:/respaldo%2001-07-12/infancia/prologo%20moras%20uruguay%20JC.doc#_ftn1" name="_ftnref1" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES" style="font-size: 12pt; line-height: 115%;">[1]</span></span><!--[endif]--></span></a>.
<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span lang="ES" style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 115%;">Estas visiones
de mundo o ideologías generales se naturalizan al punto que ciertas
características o atributos meramente contingentes pasan a ser percibidas y
vividas como esenciales (por ejemplo, el estatuto de dependencia y “minoridad”
otorgado en nuestras sociedades a los niños y niñas hasta mucho después de la
fase de dependencia estricta de los adultos, o el carácter patológico o de
crisis atribuido en la modernidad a la adolescencia)<a href="file:///D:/respaldo%2001-07-12/infancia/prologo%20moras%20uruguay%20JC.doc#_ftn2" name="_ftnref2" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES" style="font-size: 12pt; line-height: 115%;">[2]</span></span><!--[endif]--></span></a>.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span lang="ES" style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 115%;">2.- Todo esto
debe ser considerado a la hora de analizar la relación entre la infancia y la
adolescencia con el Derecho de una sociedad. El Derecho, como ya se ha
señalado, no es sólo un “reflejo” de las condiciones propias de determinada
estructura social, sino que a la vez prefigura y configura gran parte del
funcionamiento de la misma (por ejemplo, en la modernidad burguesa, mediante la
“ideología del derecho igual”). Por eso, si en un sentido el Derecho tan solo
recoge las principales representaciones socialmente vigentes en relación a la
concepción de la infancia y la adolescencia, en otro funciona como un vehículo
de transformación directa o indirecta de la posición real de los niños y niñas
en la sociedad, individual y colectivamente considerados<a href="file:///D:/respaldo%2001-07-12/infancia/prologo%20moras%20uruguay%20JC.doc#_ftn3" name="_ftnref3" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES" style="font-size: 12pt; line-height: 115%;">[3]</span></span><!--[endif]--></span></a>. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span lang="ES" style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 115%;">El problema es
que la ideología jurídica generalmente está anclada en una visión tanto de la
infancia como del propio fenómeno jurídico que no sólo no se concibe de acuerdo
a sus particulares determinaciones históricas, sino que pretende hacer pasar
dicha perspectiva como “natural”. Así es posible entender a Qvortrup cuando
plantea que la dependencia legalmente estipulada en relación a niños/as y
adolescentes ha repercutido en la invisibilidad característica de estos
colectivos dentro de la vida de nuestras sociedades, dependencia e
invisibilidad que tan sólo un esfuerzo teórico consciente, como el que ha
caracterizado a la nueva sociología de la infancia en las últimas décadas, han
posibilitado empezar a superar.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span lang="ES" style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 115%;">3.- Si fuera por
establecer tres grandes modelos de relación entre el derecho y la
infancia/adolescencia en la historia, podríamos decir que el más tradicional es
el que considera que los niños y niñas están subsumidos en la estructura
familiar, perteneciendo por ende al ámbito de lo privado, donde están sometidos
a los poderes del padre de familia (a quien le deben respeto y obediencia).
Este modelo es el propio del Derecho privado romano, donde el <i>pater familias</i> ejerce distintos poderes
sobre los <i>alieni iuris</i> que tiene bajo
su dependencia estricta, y por extraño que parezca, tras siglos de desuso fue
resucitado a fines de la Edad media en cuerpos como las Siete Partidas de
Alfonso El Sabio, para terminar siendo el modelo adoptado en los procesos de
codificación del siglo XIX, mezclado con algo de Derecho canónico. De ahí que
el grueso de las instituciones y características propias del Derecho de familia
decimonónico obedezca a esa inspiración, por ejemplo a través de la influencia
de la Partida Cuarta, que es la que consagra entre otras cosas distintas categorías de filiación, las edades
de la vida, y la patria potestad. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span lang="ES" style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 115%;">En este esquema
histórico el segundo gran modelo surge cuando la creciente preocupación pública
por los niños, que comienza a ser notoria a fines del siglo XIX e inicios del
siglo XX -lo que para la tesis dominante en la historiografía constituye un
síntoma de la hegemonía de la ideología o “sentimiento” moderno de la infancia-,
llega a plasmarse en la generación de leyes e instituciones creadas para
enfrentar el aspecto infanto-adolescente de la “cuestión social”. Estamos aquí
en los orígenes del llamado “sistema tutelar de menores”, que si bien es
correcto caracterizar desde una mirada criminológica como una forma de
extensión (y desformalización) de los mecanismos de control socio-penal
aplicables a un sector de la población, se
enmarca también en un proceso de transformaciones profundas del tipo de
Estado, desde uno más clásicamente liberal a un Estado social propio de la
época de consagración de la segunda generación de derechos fundamentales. De
ahí la ambivalencia característica entre una intencionalidad discursivamente
protectora, y una materialidad esencialmente controladora y punitiva.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span lang="ES" style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 115%;">Mientras el
espíritu propio del primer modelo consistía en entregar el cuidado y
disciplinamiento de los hijos a sus padres, dentro de una esfera de autonomía
del <i>pater familias</i> que el Estado
debía respetar y promover, las legislaciones “tutelares” compensan dicha
tendencia saltando hacia el extremo contrario: el Estado debe intervenir
autoritariamente en relación a niños/as que no son adecuadamente socializados
en sus familias o contextos de origen. El fundamento de esta intervención y las
maneras en que efectivamente se concretan han sido objeto de una amplia
cantidad de literatura dedicada a la crítica del llamado “enfoque tutelar”,
desde el conocido análisis desmitificador de Anthonny Platt en “Los salvadores
del niño”, a la abundante literatura de promoción de la Convención sobre los
Derechos del Niño en el continente basada en la confrontación de modelos
(“situación irregular” versus “protección integral”). Lo interesante es
destacar que ideológicamente este modelo se apoya en una mezcla de filantropía
religiosa con positivismo criminológico, y que en sus inicios resulta explícita
la alusión a la idea de que el Estado debe asumir la tutela de este sector de
la infancia/adolescencia, los “menores”, como si él fuera un sustituto del padre. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span lang="ES" style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 115%;">La consagración
explícita de un conjunto de derechos en relación al niño/a concebido como un
sujeto es propia de lo que podemos entender como el tercer modelo, expresado
principalmente en la Convención de Derechos del Niño de 1989, que en cierta forma
puede ser considerada una síntesis creativa y superadora de los dos momentos o
modelos previos, en la medida que concibe al niño/a en contacto como un sujeto
de derechos en cada uno de los ámbitos en que se despliega su existencia
(familia, barrio, escuela…), y que en relación a esos derechos existen deberes
correlativos de la familia, la sociedad y el Estado (que es lo que expresamente
consagra el artículo 19 de la Convención Americana de Derechos Humanos). <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span lang="ES" style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 115%;">4.- El texto de Luis
Eduardo Morás, publicado originalmente a inicios de la última década del siglo
XX, es una radiografía del “segundo modelo” tal como fuera diseñado, instalado
y aplicado en Uruguay. Su título, “Los hijos del Estado”, refleja exactamente
cuál es la concepción de fondo para los creadores del “modelo de
protección-control de menores”: ante la inexistencia o inadecuación de sus
propios padres, es el Estado quien directa asume la tutela de estos niños y
niñas. Por eso en el contexto anglosajón se usó la expresión en latín <i>parens patriae</i> para referirse a este
tipo de poder/intervención del Estado sobre la infancia. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span lang="ES" style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 115%;">A estas alturas
resulta bastante claro lo engañoso de dicha pretensión: en aras de una
intervención “tutelar”, lo que en realidad ocurría era una forma de
criminalización disfrazada y reforzada. La constatación de este fraude ocurrió
en el propio contexto norteamericano durante los años 60, partiendo con la
sentencia de la Corte Suprema en el famoso caso <i>In re Gault</i>. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span lang="ES" style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 115%;">Morás traza la
trayectoria de los inicios de la exportación de dicho modelo a Uruguay, hasta
su crisis que resulta correlativa a la del Estado de Bienestar y la entrada en
escena de los discursos de tolerancia cero y campañas de ley y orden,
distinguiendo tres grandes momentos dentro del siglo XX (los años 30, los años
50, y los 80). La crisis del modelo coincide con la llamada “post-restauración
de la democracia” (concepto que en Chile, por su diversa historia
político-institucional, no ha tenido aplicación, y en su lugar se ha hablado
más bien de una larguísima “transición a la democracia” que según algunos ya
terminó –aunque se discrepa acerca del momento en que se habría verificado
dicho final-, y que según otros no terminará mientras no se apruebe otra
Constitución que entre otras cosas ponga fin al modelo económico e
institucional generado en dictadura y modificado en democracia pero sin afectar
nunca su esencia). En este período de crisis, Morás hace notar que la
tradicional dupla “protección-control” tiende a abandonar el primer término en
favor de una hegemonía casi total del segundo, todo ello en el contexto de un
desfase entre la democracia política (formal) y la democracia social
(material), y un incremento de lo que el autor llama la “defensa autoritaria de
la sociedad”.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span lang="ES" style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 115%;">El abordaje de
Morás es sociológico, lo cual marca una importante diferencia entre su análisis
y el tipo de producto “jurídico” que más abundó en los años posteriores a la
ratificación de la Convención sobre los Derechos del Niño en nuestros países. Por
eso, más que en la legalidad formal y sus discursos justificadores, el énfasis
en este trabajo está puesto en el nivel de la ideología y las representaciones
sociales de la infancia, sobre todo en el discurso público asociado a problemas
relacionados con categorías de irregularidad, desviación y criminalidad. En su
análisis se accede a estos discursos y representaciones mediante el estudio de
información de prensa en cada uno de los períodos señalados. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span lang="ES" style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 115%;">Si hasta hace
poco tiempo la confluencia entre Derecho y Sociología se mostró particularmente
fructífera en el ámbito del estudio de la cuestión criminal y del control
social, hoy en día resulta además muy necesario avanzar en la construcción de
una perspectiva interdisciplinaria no sólo con el objeto de comprender mejor
las cuestiones “criminológicas”, sino que la propia constitución histórica de
la infancia y la adolescencia como categorías que, por sobre un dato natural o
biológico, ponen en juego una serie de elementos socio-culturales. En ese
esfuerzo, el trabajo de Morás puede ser visto como un hito que invita a seguir
desarrollando y ampliando la mirada.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span lang="ES" style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 115%;">5.-Hace unas
pocas décadas los autores italianos Trisciuzzi y Cambi señalaban que por sobre
una “infancia biológica”, constante en todos los grupos humanos de la historia,
eran la institución familiar y el lenguaje los agentes de socialización
encargados de convertirla en una infancia histórica, “socialmente definida y
culturalmente organizada”<a href="file:///D:/respaldo%2001-07-12/infancia/prologo%20moras%20uruguay%20JC.doc#_ftn4" name="_ftnref4" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES" style="font-size: 12pt; line-height: 115%;">[4]</span></span><!--[endif]--></span></a>.
<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span lang="ES" style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 115%;">En el caso de la
adolescencia, la evidencia historiográfica y etnográfica ha puesto también de
relieve que a nivel de “primera naturaleza” el único dato permanente consiste
en que hacia el final de la infancia, cuando las personas tienen algo más que
diez años de vida, se produce el fenómeno de la pubertad. Por sobre ese dato
básico, la manera en que cada comunidad humana o estructura societal construye
una “segunda naturaleza” socio-cultural no puede ser sometida a
generalizaciones ni simplificaciones, sino que debe ser estudiada en su
complejidad, dinamismo y profunda diversidad<a href="file:///D:/respaldo%2001-07-12/infancia/prologo%20moras%20uruguay%20JC.doc#_ftn5" name="_ftnref5" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES" style="font-size: 12pt; line-height: 115%;">[5]</span></span><!--[endif]--></span></a>.
<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span lang="ES" style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 115%;">Un abordaje de
este tipo nos permite deconstruir la ya larga y ampliamente naturalizada idea
de la “adolescencia” entendida como crisis bio-psico-social sobre la cual se
aplican diversos dispositivos de control, contención y normalización, que en
rigor es una idea que surge en la sociedad moderna, y que como es habitual en
el plano de las ideologías generales, pretende ser eterna y regir como válida para todo tiempo y lugar. Nuestra
sospecha es que es precisamente en base a una concepción tal de la
“adolescencia” que se apoya gran parte del discurso y prácticas punitivas que
hacen de la figura del adolescente problemático su fetiche favorito, en base al
cual se justifican todas las campañas neo-represivas a través de las cuales se
pretende resolver una serie de angustias y fobias generadas por las condiciones
actuales del mundo en que vivimos, responsabilizando precisamente a quienes no
tienen en ello ninguna responsabilidad.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span lang="ES" style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 115%;">A estas alturas,
el conocimiento aportado por la antropología nos enseña que en las sociedades
tradicionales lo que entre nosotros llamamos “adolescencia” no necesariamente
se vive como una crisis, y que en la medida en que a los púberes se les integra
socialmente en actividades percibidas por todos los miembros de la comunidad
como útiles para la misma, y se les permite gozar de una cierta libertad
sexual, los jóvenes “viven este período sin sobresaltos ni estrés particular”
(esto es lo que afirma Michel Fize citando los trabajos de Margaret Mead sobre
la adolescencia en Samoa<a href="file:///D:/respaldo%2001-07-12/infancia/prologo%20moras%20uruguay%20JC.doc#_ftn6" name="_ftnref6" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES" style="font-size: 12pt; line-height: 115%;">[6]</span></span><!--[endif]--></span></a>,
y lo que resulta también observable en la no tan voluminosa literatura
existente sobre los rituales de iniciación que se aplicaban en nuestras tierras
antes de que los llamados “pueblos indígenas” fueran exterminados<a href="file:///D:/respaldo%2001-07-12/infancia/prologo%20moras%20uruguay%20JC.doc#_ftn7" name="_ftnref7" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES" style="font-size: 12pt; line-height: 115%;">[7]</span></span><!--[endif]--></span></a>). <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span lang="ES" style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 115%;">La adolescencia
como problema surge en el siglo XIX, cuando “médicos, juristas y magistrados
convierten a la pubertad en una verdadera patología”<a href="file:///D:/respaldo%2001-07-12/infancia/prologo%20moras%20uruguay%20JC.doc#_ftn8" name="_ftnref8" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES" style="font-size: 12pt; line-height: 115%;">[8]</span></span><!--[endif]--></span></a>.
Se trata en ese entonces de la edad de oro del control disciplinario, cuando la
clase dominante debe gobernar por sobre las tendencias al placer imponiendo el
“principio de realidad” propio del trabajo asalariado y la idea de civilización
que de su imposición emana. La biopolítica allí surgida incluiría una “política
de juventud” por la cual la burguesía trataría de “asegurar el poder por medio
de la escolarización, y al mismo tiempo de proteger a los jóvenes burgueses de
las tentaciones que emergen con la pubertad”<a href="file:///D:/respaldo%2001-07-12/infancia/prologo%20moras%20uruguay%20JC.doc#_ftn9" name="_ftnref9" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES" style="font-size: 12pt; line-height: 115%;">[9]</span></span><!--[endif]--></span></a>. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span lang="ES" style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 115%;">La importancia
de una mirada amplia y desideologizada radica en que nos permite recordar que,
a pesar de dos siglos de naturalización de esta imagen moderna y problemática,
“la adolescencia sólo genera situaciones conflictivas en condiciones sociales
específicas”. En términos generales, cuando “se opera un desfase excesivo entre
su potencial y sus posibilidades de realización en la sociedad”<a href="file:///D:/respaldo%2001-07-12/infancia/prologo%20moras%20uruguay%20JC.doc#_ftn10" name="_ftnref10" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES" style="font-size: 12pt; line-height: 115%;">[10]</span></span><!--[endif]--></span></a>.
Precisamente eso es lo que ocurre en la sociedad moderna, y sigue ocurriendo de
manera más dramática e intensificada en la llamada posmodernidad. Lourdes
Gaitán lo ha expresado muy bien cuando dice que “la sociedad adulta siente que
pierde el control sobre unos individuos cuyos valores no llega a comprender y
que, sin embargo, son tan producto de las condiciones sociales, económicas,
culturales o políticas del momento, como los suyos propios”<a href="file:///D:/respaldo%2001-07-12/infancia/prologo%20moras%20uruguay%20JC.doc#_ftn11" name="_ftnref11" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES" style="font-size: 12pt; line-height: 115%;">[11]</span></span><!--[endif]--></span></a>.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span lang="ES" style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 115%;"> 6.- Se ha dicho que una sociedad no es lo que
se dice que es, sino que precisamente aquello que ella misma no puede permitir
que se diga. En el caso de nuestras sociedades, modeladas de acuerdo a la razón
instrumental propia del capitalismo occidental ya globalizado a todos los
rincones del planeta, lo que la crítica social más tradicional y/o en boga
suele destacar es su carácter desigual e injusto. Pero no se señala con la
misma centralidad e insistencia que estas sociedades son además profundamente
absurdas: Adorno, siguiendo en esto no sólo a Marx sino que a Weber, decía que
eran racionales en sus medios, pero no así en sus fines. Esto lo explica muy
bien Karl Löwith cuando dice que para Weber la “verdadera irracionalidad” es la
que se da al invertirse la relación entre medios y fin: “A través de aquello
que originariamente sólo era un mero medio –en relación con un fin pleno de
valor- se vuelve un fin mismo o un fin en sí, se autonomiza lo mediado hacia lo
propio del fin y pierde, con ello, su ‘sentido’ o fin originario, esto es, su
racionalidad con arreglo a fines, orientada en el inicio al hombre y sus
necesidades. Esa inversión caracteriza a la completa cultura moderna, cuyas
administraciones, instituciones y fábricas están tan ‘racionalizadas’ que son
las que involucran y determinan al hombre, que se ha adaptado a ellas como una
‘carcasa inflexible’”<a href="file:///D:/respaldo%2001-07-12/infancia/prologo%20moras%20uruguay%20JC.doc#_ftn12" name="_ftnref12" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES" style="font-size: 12pt; line-height: 115%;">[12]</span></span><!--[endif]--></span></a>.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span lang="ES" style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 115%;">En efecto, una
sociedad que hace suya la finalidad de acumular eternamente valores de cambio
con total independencia de si sirven o no para satisfacer necesidades humanas,
y que incluso puede destinar gran parte de sus energías a fines abiertamente
destructivos, es una sociedad donde los seres humanos experimentan una pérdida
de sentido que se vive de manera particularmente intensa y dramática cuando ya
no se es infante pero todavía no se ha pasado a ser un miembro “adulto” y de
pleno derecho de la misma.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span lang="ES" style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 115%;">De ahí que los
adolescentes en general suelan quedar en posición de pagar los platos rotos por
ser los exponentes más visibles de una serie de contradicciones sociales de las
que derechamente no son ellos los responsables, pero que los dejan en situación
privilegiada para ser usados como chivos expiatorios en los que se reducen y
expresan concentradamente todos los
sinsentidos y excesos propios de la sociedad moderna/posmoderna.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span lang="ES" style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 115%;">Mientras los
niños niñas más pequeños, los que los
romanos llamaban “infantes” (porque no habían aprendido a hablar, o porque aún
“no se daban cuenta de lo que hacen”), están siendo “socializados” y de acuerdo
a la visión tradicional adultocéntrica en sus infinitas variantes, no han sido
aún incorporados a la sociedad, y mientras la mayoría de los adultos
(etimológicamente, el <i>adultus</i> es
quien “ha dejado de crecer”), con errores más o errores menos, están ya
plenamente incorporados a ella, son los adolescentes (según la raíz latina, <i>adulescens</i> es quien está creciendo) quienes
por definición presentan los mayores problemas al estar condenados casi por su
naturaleza a cometer comportamientos que la sociedad define como
“antisociales”.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span lang="ES" style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 115%;">Por eso es que
desde hace mucho tiempo todos los dispositivos posibles del control social
están obsesionados con los adolescentes, y de ahí que es posible afirmar que en
cierto modo la sociedad proyecta en ellos una serie de culpas que no van a
asumir los adultos y que sería demasiado feo y chocante para la imagen moderna
de la infancia descargar en los niños y niñas más pequeños. Eso explica en gran
medida por qué el sujeto/objeto favorito de las distintas oleadas de
criminalización de nuestro tiempo es siempre juvenil (además de pobre). <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span lang="ES" style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 115%;">7.- Cada texto
debe ser leído y comprendido en su
contexto. El contexto original de recepción de la obra de Morás tiene
similitudes y diferencias con el actual. Entremedio, han transcurrido dos
décadas en que desde el mundo jurídico y político se había definido la difusión
y efectivización de la Convención sobre los Derechos del Niño como la gran
tarea de la época. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span lang="ES" style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 115%;">Aunque la
evaluación de dicho proceso y sus resultados parciales hasta hoy excede con
creces el objetivo de este prólogo, vale decir que la tarea se reveló como
muchísimo más compleja y ambivalente que en los diseños iniciales. Alguna vez
se ha señalado que la Convención sobre los Derechos del Niño ha producido
efectos, pero que estos han sido “efectos desconcertantes”. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span lang="ES" style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 115%;">En el plano
jurídico, una de las evaluaciones más problemáticas es la de los distintos
efectos de los sistemas de responsabilidad penal adolescente. Lo que en el
diseño original del proceso de reformas legislativas debiera haber sido uno de
los planos (la regulación de las consecuencias jurídico penales del importante nivel de autonomía reconocido a las
personas en esta fase de desarrollo), ha pasado a ser casi el único
reconocimiento formal detallado de esta nueva condición jurídica de los
adolescentes, dejando en desmedro todos los otros ámbitos de su vida social y
reduciendo todo un amplio programa de reformas a la consagración en definitiva del
derecho de los adolescentes a ser criminalizados, pero con respeto a las
garantías propias del derecho penal moderno. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span lang="ES" style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 115%;">Considerada en
sí misma, y en comparación a la falta total de garantías sustantivas y
procesales que caracterizaba a los modelos de las leyes tutelares de menores,
esta transformación debería en principio verse como positiva, aunque parcial. Pero
este Derecho penal al que han llegado los adolescentes no es en ningún caso el
“buen y viejo derecho penal liberal”, que según algunos en realidad nunca
existió, sino que el derecho penal máximo y explícitamente “expresivo” de una
época en que todos los vínculos sociales se debilitan y las distintas formas de
control se ponen al servicio de calmar la angustia protegiendo una “sensación
de seguridad”. Como ya hemos dicho, en este proceso el principal chivo
expiatorio son los adolescentes. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span lang="ES" style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 115%;">Por otra parte,
resulta bastante dudoso que estos nuevos sistemas de responsabilidad penal de
adolescentes se ajusten efectivamente a los estándares señalados sobre todo en
el artículo 40 de la Convención y en instrumentos más recientes como la
Observación General Nº 10 del Comité de Derechos del Niño. En concreto, más que
sistemas genuinamente especializados y basados en criterios y objetivos
distintos a los de la justicia penal de adultos, pareciera que lo que se ha
consagrado y aplicado son nuevas formas de “derecho penal de adultos atenuado”,
entendiendo así al adolescente como un adulto en miniatura más que como un
sujeto especial. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span lang="ES" style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 115%;">8.- En el nivel
discursivo más general, si en los 90 se había definido al nuevo modelo, el
“enfoque de derechos”, en oposición a la deslegitimada “doctrina de la
situación irregular”, hoy pareciera que las mayores amenazas contra el
bienestar de la infancia y la adolescencia provienen de una mezcla de discursos
y enfoques tutelares/represivos, donde incluso es posible apreciar el abandono
de toda retórica protectora/rehabilitadora y el surgimiento de lecturas
autoritarias y represivas de la Convención sobre los Derechos del Niño. Todo
ese complejo entramado resulta mucho más difícil de desactivar que la ideología
propia de las viejas “leyes de menores”.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span lang="ES" style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 115%;">Esto no
significa que haya que relativizar o disfrazar los peores defectos del “modelo
tutelar”, o que la tarea actual sea generar síntesis híbridas como la defendida
por el juez Sergio García Ramírez en el famoso voto concurrente de la Opinión
Consultiva 17 de la Corte Interamericana de Derechos Humanos, sino que debemos
comprender que la labor de protección efectiva de los derechos individuales y
colectivos de la infancia y adolescencia implica hoy en día un esfuerzo
integral, sostenido y consciente de nadar a contracorriente de una verdadera
contrarreforma que ha sido impuesto en la agenda política de las sociedades de
control y que acude a una mezcla de ideologías tutelares, represivas e incluso
a un cierto “derecho-humanismo ingenuo” con tal de justificarse. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span lang="ES" style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 115%;">En este
esfuerzo, nos asiste la convicción de que el objetivo de los derechos
fundamentales no consiste solamente en poner límites a las mayores
arbitrariedades y efectos perversos del sistema social, sino que en construir
sociedades que se basen precisamente en la necesidad de hacer efectivos los
derechos de todas las personas. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span lang="ES" style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 115%;">En los mismos
términos usados por el artículo 28 de la Declaración Universal de Derechos
Humanos, en definitiva tenemos derecho “a que se establezca un orden social e
internacional en el que los derechos y libertades proclamados en esta
declaración se hagan plenamente efectivos”.
El conseguirlo es tarea de todos nosotros como miembros de la comunidad
humana.<o:p></o:p></span></div>
<br />
<div>
<!--[if !supportFootnotes]--><br clear="all" />
<hr align="left" size="1" width="33%" />
<!--[endif]-->
<br />
<div id="ftn1">
<div class="MsoFootnoteText" style="text-align: justify;">
<a href="file:///D:/respaldo%2001-07-12/infancia/prologo%20moras%20uruguay%20JC.doc#_ftnref1" name="_ftn1" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES" style="font-family: "Calibri","sans-serif"; font-size: 10.0pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-font-family: "Times New Roman"; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: Calibri; mso-fareast-language: EN-US;">[1]</span></span><!--[endif]--></span></span></a><span lang="ES"> ALTHUSSER, Louis. </span><span lang="ES-TRAD">“Ideología y aparatos ideológicos de Estado”, en: </span><span lang="ES">ZIZEK, Slavoj (compilador).
Ideología, un mapa de la cuestión, Buenos Aires, Fondo de Cultura Económica,
2003, pág. 136 y ss.</span><span lang="ES" style="font-family: "Times New Roman","serif";"><o:p></o:p></span></div>
</div>
<div id="ftn2">
<div class="MsoFootnoteText" style="text-align: justify;">
<a href="file:///D:/respaldo%2001-07-12/infancia/prologo%20moras%20uruguay%20JC.doc#_ftnref2" name="_ftn2" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES" style="font-family: "Calibri","sans-serif"; font-size: 10.0pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-font-family: "Times New Roman"; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: Calibri; mso-fareast-language: EN-US;">[2]</span></span><!--[endif]--></span></span></a><span lang="ES"> Sobre lo primero, podemos ver que incluso en la Declaración Universal
de los Derechos del Niño, de 1959, en un fragmento citado en el Preámbulo de la
Convención de 1989, se define a la infancia de manera adultocéntrica,
enfatizando aquello de lo que esa fase vital carece, en oposición a la adultez:
“el niño, <b>por su falta de madurez física
y mental</b>, necesita protección y cuidado especiales, incluso la debida
protección legal, tanto antes como después del nacimiento” (El destacado es
mío). </span></div>
</div>
<div id="ftn3">
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<a href="file:///D:/respaldo%2001-07-12/infancia/prologo%20moras%20uruguay%20JC.doc#_ftnref3" name="_ftn3" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES" style="font-size: 10.0pt;"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES" style="font-family: "Calibri","sans-serif"; font-size: 10.0pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-font-family: "Times New Roman"; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: Calibri; mso-fareast-language: EN-US;">[3]</span></span><!--[endif]--></span></span></a><span lang="ES" style="font-size: 10.0pt;"> Tal como señala Lukàcs analizando la
legalidad, “la ideología no es solamente un efecto de la organización económica
de la sociedad; es también la condición de su funcionamiento pacífico” (</span><span lang="ES-TRAD" style="font-size: 10.0pt; mso-ansi-language: ES-TRAD;">LUKÀCS, Gyórgy.
“Legalidad e ilegalidad”, en: </span><span lang="ES" style="font-size: 10.0pt;">Historia
y conciencia de clase, Santiago, Quimantú, 2008, pàg. 310).</span><span lang="ES-TRAD" style="font-size: 10.0pt; mso-ansi-language: ES-TRAD;"><o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoFootnoteText">
<br /></div>
</div>
<div id="ftn4">
<div class="MsoFootnoteText">
<a href="file:///D:/respaldo%2001-07-12/infancia/prologo%20moras%20uruguay%20JC.doc#_ftnref4" name="_ftn4" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES" style="font-family: "Calibri","sans-serif"; font-size: 10.0pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-font-family: "Times New Roman"; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: Calibri; mso-fareast-language: EN-US;">[4]</span></span><!--[endif]--></span></span></a><span lang="ES"> TRISCIUZZI Leonardo y Franco CAMBI, La infancia en la sociedad
moderna. Del descubrimiento a la desaparición. Disponible en: <a href="http://www.inau.gub.uy/biblioteca/Trisciuzzi.pdf">http://www.inau.gub.uy/biblioteca/Trisciuzzi.pdf</a>
</span></div>
</div>
<div id="ftn5">
<div class="MsoFootnoteText" style="text-align: justify;">
<a href="file:///D:/respaldo%2001-07-12/infancia/prologo%20moras%20uruguay%20JC.doc#_ftnref5" name="_ftn5" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES" style="font-family: "Calibri","sans-serif"; font-size: 10.0pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-font-family: "Times New Roman"; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: Calibri; mso-fareast-language: EN-US;">[5]</span></span><!--[endif]--></span></span></a><span lang="ES"> Clastres ha destacado que, a diferencia de lo que se creía hasta hace
poco, las “sociedades arcaicas” difieren profundamente entre sí, que “ninguna
se asemeja de hecho a las otras y lejos estamos de la gris repetición que
uniformaría a todos los salvajes” (CLASTRES, Pierre. La sociedad contra el
estado, Buenos Aires, Caronte, 2009, pág. 9).</span></div>
</div>
<div id="ftn6">
<div class="MsoFootnoteText" style="text-align: justify;">
<a href="file:///D:/respaldo%2001-07-12/infancia/prologo%20moras%20uruguay%20JC.doc#_ftnref6" name="_ftn6" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES" style="font-family: "Calibri","sans-serif"; font-size: 10.0pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-font-family: "Times New Roman"; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: Calibri; mso-fareast-language: EN-US;">[6]</span></span><!--[endif]--></span></span></a><span lang="ES"> </span>FIZE, Michel.
¿Adolescencia en crisis? Por el derecho al reconocimiento social, Buenos Aires,
Siglo XXI, página 134.<o:p></o:p></div>
</div>
<div id="ftn7">
<div class="MsoFootnoteText" style="text-align: justify;">
<a href="file:///D:/respaldo%2001-07-12/infancia/prologo%20moras%20uruguay%20JC.doc#_ftnref7" name="_ftn7" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES" style="font-family: "Calibri","sans-serif"; font-size: 10.0pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-font-family: "Times New Roman"; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: Calibri; mso-fareast-language: EN-US;">[7]</span></span><!--[endif]--></span></span></a><span lang="ES"> En el caso de Tierra del Fuego, llama la atención la belleza del
ritual de iniciación conocido como <i>“chiajóus”</i>,
una verdadera fiesta en la cual los adultos integraban a los jóvenes de su
comunidad mediante una serie de juegos en que se imitaba a los pájaros y otros
animales de ese entorno natural: “Cada juego tiene su melodía propia…acompañado
por el canto, se imita maravillosamente bien su vida, su comportamiento, su
voz, su comer, su cortejar amoroso…no falta nada para lograr su perfección
artística” (Koppers, citado por STAMBUK, Patricia. El zarpe final. Memorias de
los últimos yaganes, Santiago, LOM, 2007, pág. 47).</span></div>
</div>
<div id="ftn8">
<div class="MsoFootnoteText">
<a href="file:///D:/respaldo%2001-07-12/infancia/prologo%20moras%20uruguay%20JC.doc#_ftnref8" name="_ftn8" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES" style="font-family: "Calibri","sans-serif"; font-size: 10.0pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-font-family: "Times New Roman"; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: Calibri; mso-fareast-language: EN-US;">[8]</span></span><!--[endif]--></span></span></a><span lang="ES"> </span>FIZE, op.cit., pág. 16.<o:p></o:p></div>
</div>
<div id="ftn9">
<div class="MsoFootnoteText">
<a href="file:///D:/respaldo%2001-07-12/infancia/prologo%20moras%20uruguay%20JC.doc#_ftnref9" name="_ftn9" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES" style="font-family: "Calibri","sans-serif"; font-size: 10.0pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-font-family: "Times New Roman"; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: Calibri; mso-fareast-language: EN-US;">[9]</span></span><!--[endif]--></span></span></a><span lang="ES"> </span>Ibid.<o:p></o:p></div>
</div>
<div id="ftn10">
<div class="MsoFootnoteText">
<a href="file:///D:/respaldo%2001-07-12/infancia/prologo%20moras%20uruguay%20JC.doc#_ftnref10" name="_ftn10" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES" style="font-family: "Calibri","sans-serif"; font-size: 10.0pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-font-family: "Times New Roman"; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: Calibri; mso-fareast-language: EN-US;">[10]</span></span><!--[endif]--></span></span></a><span lang="ES"> Ibid., pág. 135.</span></div>
</div>
<div id="ftn11">
<div class="MsoNormal">
<a href="file:///D:/respaldo%2001-07-12/infancia/prologo%20moras%20uruguay%20JC.doc#_ftnref11" name="_ftn11" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES" style="font-size: 10.0pt; line-height: 115%;"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES" style="font-family: "Calibri","sans-serif"; font-size: 10.0pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-font-family: "Times New Roman"; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: Calibri; mso-fareast-language: EN-US;">[11]</span></span><!--[endif]--></span></span></a><span lang="ES" style="font-size: 10.0pt; line-height: 115%;"> GAITÁN, Lourdes. </span><span style="font-size: 10.0pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES-CL; mso-bidi-font-family: Arial;">La nueva sociología de la infancia. Aportaciones de una mirada distinta,
en Política y Sociedad, Vol. 43 Nº1, 2006, pág. 3. Disponible en: <a href="http://dialnet.unirioja.es/servlet/articulo?codigo=2021198">http://dialnet.unirioja.es/servlet/articulo?codigo=2021198</a>
<o:p></o:p></span></div>
</div>
<div id="ftn12">
<div class="MsoFootnoteText" style="text-align: justify;">
<a href="file:///D:/respaldo%2001-07-12/infancia/prologo%20moras%20uruguay%20JC.doc#_ftnref12" name="_ftn12" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES" style="font-family: "Calibri","sans-serif"; font-size: 10.0pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-font-family: "Times New Roman"; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: Calibri; mso-fareast-language: EN-US;">[12]</span></span><!--[endif]--></span></span></a><span lang="ES"> LÖWITH, Karl. Max Weber y Karl Marx, Barcelona, Gedisa, 2007, pág. 62.</span></div>
</div>
</div>
Metal Guruhttp://www.blogger.com/profile/12126480673805333894noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-939678699357405293.post-3093810787343855572011-08-08T17:10:00.001-07:002011-08-08T17:10:39.284-07:00Infancia en Samoa--
<br />“Los niños son siempre amamantados, y en los pocos casos en que a la madre le falta leche se busca una nodriza entre las parientas…Los pequeños son amamantados cada vez que lloran y no hay ensayos de regularidad. A menos que una mujer espere otro niño, amamantará al hijo hasta los dos o tres años, ya que es el método más sencillo para calmar su llanto. Los niños duermen con sus madres en tanto toman pecho; después de destetados, a menudo pasan al cuidado de alguna muchacha más joven de la casa…(6 a 7 años) Sus diminutas niñeras no los estimulan a caminar, ya que las criaturas que saben hacerlo constituyen cargas más complicadas.
<br />Desde el nacimiento hasta la edad de 4 o 5 años la educación de los niños es muy simple. Deben ser educados en familia, lo que se hace más difícil por la indiferencia habitual hacia las actividades de los niños muy pequeños.
<br />El temor a las consecuencias desagradables que resultan del llanto de un chiquillo está firmemente grabado en la mente de los niños mayores, que mucho después de haber pasado el período en que era una necesidad, sucumbe ante algún tiranuelo que amenaza, y así personitas de 5 años consiguen participar en expediciones a las cuales tendrán que ser llevadas a cuestas, en reuniones para tejer donde enredarán las hebras o en las cocinas donde desgarrarán las hojas a emplearse o se pondrán completamente sucios de hollín y deberán ser lavados: todo porque un muchacho o una joven se ha acostumbrado a acceder a cualquier cosa con tal de impedir un alboroto.
<br />Este método de ceder, rogar, sobornar y recrear a los perturbadores infantiles sólo se utiliza dentro de la casa o en el grupo de parientes, donde hay mayores debidamente constituidos en autoridad para castigar a los chicos que no pueden hacer callar a los pequeños. En cambio, las muchachas o muchachos crecidos, y aun los adultos, desahogan toda su irritación sobre los niños fastidiosos si éstos son de un vecino o se presentan en pandilla”.
<br />
<br />(Margaret Mead, Adolescencia, sexo y cultura en Samoa).
<br />Metal Guruhttp://www.blogger.com/profile/12126480673805333894noreply@blogger.com1tag:blogger.com,1999:blog-939678699357405293.post-49772490164793918512011-08-08T17:05:00.000-07:002011-08-08T17:09:59.537-07:00La infancia inca<span style="font-weight:bold;">Capítulo XI El destetar, tresquilar y poner nombre a los niños </span>
<br />
<br />Los Incas usaron hacer gran fiesta al destetar de los hijos primogénitos, y no a las hijas ni a los demás varones segundos y terceros, a lo menos no con la solenidad del primero; porque la dignidad de la primogenitura, principalmente del varón, fué muy estimada entre estos incas, y a imitación dellos lo fué entre todos sus vasallos. Destetábanlos de los dos años arriba y les tresquilaban el primer cabello con que habían nacido, que hasta entonces no tocaban en él, y les ponían el nombre propio que había de tener, para lo cual se juntaba toda la parentela, y elegían uno dellos para padrino del niño, el cual daba la primera tiserada al ahijado. Las tiseras eran cuchillos de pedernal, porque los indios no alcanzaron la invención de las tiseras. En pos del padrino iba cada uno por su grado, de edad o dignidad, a dar su tiserada al destetado; y habiéndose tresquilado, le ponían el nombre y le presentaban las dádivas que llevaban, unos ropa de vestir, otros ganado, otros armas de divesas maneras, otros le daban vasijas de oro o de plata para beber, y éstos habían de ser de la estirpe real, que la gente común no los podía tener sino por privilegio. Acabado el ofrecer, venía la solenidad del beber, que sin él no había fiesta buena. Cantaban y bailaban hasta la noche, y este regocijo duraba tres o cuatro días, o más, como era la parentela del niño, y casi lo mismo se hacía cuando destetaban y tresquilaban al príncipe heredero, sino que era con solenidad real y era el padrino el Sumo Sacerdote del Sol. Acudían personalmente o por sus embajadores los curacas de todo el Reino, hacíase una fiesta que por lo menos duraba más de veinte días; hacíanle grandes presentes de oro y plata y piedras preciosas y de todo lo mejor que había en sus provincias. A semejanza de lo dicho, porque todos quieren imitar a la cabeza, hacían lo mismo los curacas y universalmente toda la gente común del Perú, cada uno según su grado y parentela, y ésta era una de sus fiestas de mayor regocijo. Para los curiosos de lenguas decimos que la general del Perú tiene dos nombres para decir hijos: el padre dice churi y la madre huahua (habíase de escrebir este nombre sin la h.h.; solamente las cuatro vocales, pronunciadas cada una de por sí en dos diptongos: uaua; yo la añado las h.h. por que no se hagan dos sílabas). Son nombres, y ambos quieren decir hijos, incluyendo en sí cada uno dellos ambos sexos y ambos números, con tal rigor que no puedan los padres trocarlos, so pena de hacerse el varón hembra y la hembra varón. Para distinguir los sexos añaden los nombres que significan macho o hembra; mas para decir hijos en plural o en singular, dice el padre churi y la madre uaua. Para llamarse hermanos tienen cuatro nombres diferentes. El varón dice huauque: quiere decir hermano; de mujer a mujer dicen ñaña: quiere decir hermana. Y si el hermano a la hermana dijese ñaña (pues significa hermana) sería hacerse mujer. Y si la hermana al hermano dijese huauque (pues significa hermano) sería hacerse varón. El hermano a la hermana dice pana: quiere decir hermana; y la hermana al hermano dice tora: quiere decir hermano, Y un hermano a otro no puede decir tora, aunque significa hermano, porque sería hacerse mujer, ni una hermana a otra puede dice pana, aunque significa hermana, porque sería hacerse varón. De manera que hay nombres de una misma significación y de un mismo género unos apropriados a los hombres y otros a las mujeres, para que usen dellos, sin poderlos trocar, so la dicha pena. Todo lo cual se debe advertir mucho para enseñar nuestra Sancta Religión a los indios sin darles ocasión de risa con los barbarismos. Los Padres de la Compañía, como tan curiosos en todo, y otros religiosos trabajan mucho en aquella lengua para doctrinar aquellos gentiles, como al principio dijimos.
<br />
<br /><span style="font-weight:bold;">CAPITULO XII CRIABAN A LOS HIJOS SIN REGALO ALGUNO </span>
<br />
<br />Los Hijos criaban estrañamente, así los Incas como la gente común, ricos y pobres, sin distinción alguna, con el menor regalo que les podían dar. Luego que nacía la criatura la bañaba con agua fría para envolverla en sus mantillas, y cada mañana que le envolvían la habían de lavar con agua fría, y las más veces puesta al sereno. Y cuando la madre le hacía mucho regalo, tomaba el agua en la boca y le lavaba todo el cuerpo, salvo la cabeza; particularmente la mollera, que nunca le llegaba a ella. Decían que hacían esto por acostumbrarlos al frío y al trabajo, y también por que los miembros se fortaleciesen. No les soltaban los brazos de las envolturas por más de tres meses porque decían que, soltándoselos antes, los hacían flojos de brazos. Teníanlos siempre echados en sus cunas, que era un banquillo mal aliñado de cuatro pies, y el un pie era más corto que los otros para que se pudiese mecer. El asiento o lecho donde echaban el niño era de una red gruesa, por que no fuese de tabla, y con la misma red lo abrazaban por un lado y otro de la cuna y lo liaban, por que no se cayese della. Al darles la leche ni en otro tiempo alguno no los tomaban en el regazo ni en brazos, porque decían que haciéndose a ellos se hacían llorones y no querían estar en la cuna; sino siempre en brazos. La madre se recostaba sobre el niño y le daba el pecho, y el dárselo era tres veces al día; por la mañana y a mediodía y a la tarde. Y fuera destas horas no les daban leche, aunque llorasen, porque decían que se habituaban a mamar todo el día y se criaban sucios, por vómitos y cámaras, y que cuando hombres eran comilones y glotones; decían que los animales no estaban dando leche a sus hijos todo el día ni toda la noche, sino a ciertas horas. La madre propia criaba su hijo; no se permitía darlo a criar, por gran señora que fuese, si no era por enfermedad. Mientras criaban se abstenían del coito, porque decían que era malo para la leche y encanijaba la criatura. A los tales encanijados llamaban ayusca; es participio de pretérito; quiere decir en tuda su significación, el negado, y más propiamente el trocado por otro de sus Padres. Y por semejanza se lo decía un mozo a otro, motejándose que su dama hacía más a otro que no a él. No se sufría decírselo al casado, porque es palabra de las cinco; tenía gran pena el que la decía. Una Palla de la sangre real conocí que por necesidad dió a criar una hija suya. La dama debió de hacer traición o se empreñó, que la niña se encanijó y se puso como hética que no tenía sino los huesos y el pellejo. La madre, viendo su hija ayusca (al cabo de ocho meses que se le había enjugado la leche), la volvió a llamar a los pechos con cernadas y emplastos de yerbas que se puso a las espaldas, y volvió a criar su hija y la convaleció y libró de muerte. No quiso dársela a otra ama, porque dijo que la leche de la madre era la que le aprovechaba. Si la madre tenía leche bastante para sustentar su hijo, nunca jamás le daba de comer hasta que lo destetaba, porque decían que ofendía el manjar a la leche y se criaban hediondos y sucios. Cuando era tiempo de sacarlos de la cuna, por no traerlos en brazos les hacían un hoyo en el suelo, que les llegaba a los pechos; aforrábanlos con algunos trapos viejos, y allí los metían y les ponían delante algunos juguetes en que se entretuviesen. Allí dentro podía el niño saltar y brincar, mas en brazos no lo habían de traer, aunque fuese hijo del mayor curaca del reino. Ya cuando el niño andaba a gatas, llegaba por el un lado o el otro de la madre a tomar el pecho, y había de mamar de rodillas en el suelo, empero no entrar en el regazo de la madre, y cuando quería el otro pecho le señalaba que rodease a tomarlo, por no tomarlo la madre en brazos. La parida se regalaba menos que regalaba a su hijo, porque en pariendo se iba a un arroyo o en casa se lavaba con agua fría, y lavaba su hijo y se volvía a hacer las haciendas de su casa, como si nunca hubiera parido. Parían sin partera, ni la hubo entre ellas; si alguna hacia de partera, más era hechicera que partera. Esta era la común costumbre que las indias del Perú tenían en el parir y criar sus hijos, hecha ya naturaleza, sin distinción de ricas o pobres ni de nobles o plebeyas.
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<br />(Inca Garcilaso de la Vega, Comentarios Reales de los Incas, 1609-1616).
<br />Metal Guruhttp://www.blogger.com/profile/12126480673805333894noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-939678699357405293.post-82428759004564620942011-08-02T13:28:00.000-07:002011-08-02T13:30:49.764-07:00"Niño de lluvia"<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjdQJ7DKs7TllMDLzJxgyTVuKe63gyk5m-vyH-YEsqucEuK3O7cDMQXkaXLtDv6CNZZifcFD0uK8SOK418R5vPehpq31-VCz7pOIZLbE87oZy4tWxTEiu0HgIjeyzHXBIGVYBpelGsFgkk/s1600/MC0011058.jpg"><img style="display:block; margin:0px auto 10px; text-align:center;cursor:pointer; cursor:hand;width: 141px; height: 200px;" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjdQJ7DKs7TllMDLzJxgyTVuKe63gyk5m-vyH-YEsqucEuK3O7cDMQXkaXLtDv6CNZZifcFD0uK8SOK418R5vPehpq31-VCz7pOIZLbE87oZy4tWxTEiu0HgIjeyzHXBIGVYBpelGsFgkk/s400/MC0011058.jpg" border="0" alt=""id="BLOGGER_PHOTO_ID_5636358693995565426" /></a><br />Daniel salía poco de su casa de tres patios. Había entonces tal terror a la alfombrilla y a la tos convulsiva, que los niños mimados eran mantenidos en un enclaustramiento irritante como un secuestro. Además, nuestra educación matriarcal y semiespañola desarrollaba en esas mujeres autoritarias y erradamente espirituales, un odio al cuerpo que dolía constatar. Como trapenses instintivas, tenían un asco lamentable a la persona humana, un terror a todo contacto, a toda gracia sensual, a todo perfume de juventud; sobre todo, si este provenía del pueblo, depósito natural de gracias juveniles.<br /><br />Ya el simple hecho de apoyar un brazo sobre un hombro amigo era para ellas ‘un acto sucio’. Todo lo que llevaba una fuerza de persuasión en su propio encanto era mirado como ‘cosa rara’ o ‘costumbre perversa’. Así, pues, Daniel vivía espiado y alejado sistemáticamente de todo contacto humano. La servidumbre masculina adulta fue suprimida de la casa desde toda eternidad, como en los conventos. ‘Los hombres, decían las señoras, son sucios e inmorales por naturaleza; además, seducen a las sirvientas, y esto, cuando no tienen malas costumbres’. Sólo el cochero, un anciano de largos bigotes, era tolerado en la casa; pero ‘puertas afuera’, como un mal pensamiento.<br /><br />Las sirvientas debían ser feas hasta la caricatura. Muy limpias y muy feas. Así las dueñas de casa experimentaban la satisfacción de ver en torno suyo un mundo que no las sobrepasaba en atractivos y que ofrecía su fealdad como un perpetuo homenaje a la pureza.<br /><br />Estas cosas, en el fondo, ocultaban una gran perversión del gusto y del verdadero sentido de la moral. Fue por ellas que Daniel perseveró más tarde en su espíritu de contradicción, cantando en el cuerpo, la belleza y la vida, eternamente ultrajadas en su infancia. En la edad madura, llegó hasta a hacerse reprobar por su afán pagano de exaltar las formas. Porque nuestro ambiente, nacido como él en la sumisión a la fealdad y la hipocresía, siguió rindiéndoles un culto que Daniel rechazó desde el comienzo con un gesto altivo de seguridad.<br /><br />(Benjamín Subercaseaux, Niño de lluvia, 1938).Metal Guruhttp://www.blogger.com/profile/12126480673805333894noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-939678699357405293.post-52178882100576862652011-07-27T14:07:00.000-07:002011-07-27T14:09:12.621-07:00Los límites del derecho<a onblur="try {parent.deselectBloggerImageGracefully();} catch(e) {}" href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhr1X1j1Upew51HEn3Yfavh0QF9QbPsnPeDXyLDaXm2j1XQzE7KtHLOumvTJvQo2w9CIFecc_SeaMJVWUgOkltpdPqJGSISX813_k_O5tezKTazECLFLwc7ornvd5A_rff2eEvt5EWv3WE/s1600/r1.jpg"><img style="display:block; margin:0px auto 10px; text-align:center;cursor:pointer; cursor:hand;width: 267px; height: 400px;" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhr1X1j1Upew51HEn3Yfavh0QF9QbPsnPeDXyLDaXm2j1XQzE7KtHLOumvTJvQo2w9CIFecc_SeaMJVWUgOkltpdPqJGSISX813_k_O5tezKTazECLFLwc7ornvd5A_rff2eEvt5EWv3WE/s400/r1.jpg" border="0" alt=""id="BLOGGER_PHOTO_ID_5634142117549556082" /></a><br />“Se puede afirmar que si se convocara un referéndum popular para el reconocimiento del “derecho” de los niños a crecer en las condiciones adecuadas y a desarrollar su personalidad emocional e intelectual, con toda seguridad el ciento por ciento de las respuestas serían afirmativas. No sólo porque el tema de los niños es de los que despiertan los buenos sentimientos sino porque sería difícil sostener lo contrario. No obstante, este derecho, que existe así en la consciencia de la gente común, no puede ser realizado “jurídicamente”. El legislador puede aprobar una ley que sancione el carácter fundamental de este derecho, pero ello no cambia en nada la realidad”.<br />...<br />“A pesar de todo, el niño, como enseña la amplia literatura actual sobre el tema, necesita espacios adecuados –plazas, calles y parques naturales donde se pueda mover y encontrar con otros niños- y tiempo disponible para realizar sus juegos y descubrir el entorno que lo circunda; necesita además el afecto no opresivo y personal de los adultos que están cerca de él. En suma, la libertad del niño requiere otra ciudad, una ciudad no dominada por un tráfico caótico y contaminante, donde el cemento no haya cubierto hasta el último jardín; necesita una organización distinta del tiempo de trabajo de los padres (de la madre en particular) y unas estructuras educativas altamente especializadas, etc. En definitiva, necesita una reforma de nuestra forma de vivir y de nuestro hábitat, de nuestra organización urbana y social y de nuestro modo de pensar” <br /><br />(Pietro Barcellona, Estrategia de derechos y democracia, en "Posmodernidad y comunidad", 1993).Metal Guruhttp://www.blogger.com/profile/12126480673805333894noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-939678699357405293.post-82816794459456881102011-07-27T14:04:00.000-07:002011-07-27T14:07:14.972-07:00Lo que se pierde (o destruye) en el camino<a onblur="try {parent.deselectBloggerImageGracefully();} catch(e) {}" href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEg962L9oHNH5wxWKgGzu_LYfeWKvlqG4UklMPlrv2iOdQGcdPz0DIeaMOshceawo61MrpU845H_axuu3vHy0GwbhJc0ysjDFehC2GPeaQIZEid2AJCsiCE44G19ashmNBewPpn4bc77138/s1600/r2.jpg"><img style="display:block; margin:0px auto 10px; text-align:center;cursor:pointer; cursor:hand;width: 267px; height: 400px;" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEg962L9oHNH5wxWKgGzu_LYfeWKvlqG4UklMPlrv2iOdQGcdPz0DIeaMOshceawo61MrpU845H_axuu3vHy0GwbhJc0ysjDFehC2GPeaQIZEid2AJCsiCE44G19ashmNBewPpn4bc77138/s400/r2.jpg" border="0" alt=""id="BLOGGER_PHOTO_ID_5634141447634949586" /></a><br />“Los padres, a quienes por lo general hay que acreditar el mérito de los resultados obtenidos con la educación más temprana, tienen pleno derecho a sentirse orgullosos por haber logrado convertir al lactante ruidoso, molesto y sucio, en un escolar obedientemente sentado ante su pupitre. Pocos son en el mundo los terrenos en que se logra realizar una transformación semejante”. <br /><br />No obstante, hay reservas que hacer: <br /><br />“Una de ellas deriva de la observación. Quien haya tenido oportunidad de intimar o jugar con niños de 3 a 4 años, quedará sorprendido ante la riqueza de su fantasía, la amplitud de sus horizontes, la claridad de su inteligencia, la inexorable lógica de sus preguntas y de sus conclusiones…”<br /><br />“Una vez alcanzada la edad escolar, esos mismos niños causarán al adulto que trate con ellos la impresión de ser más bien tontos, simples y poco interesantes. Con asombro nos preguntamos dónde ha ido a parar su inteligencia y su originalidad. El psicoanálisis nos revela que estas dotes del niño no han podido resistir las exigencias que se les plantearon, llegando poco menos que a extinguirse al cabo de los 5 primeros años de vida. Es, pues, evidente que el empeño de inculcar al niño una buena conducta no está desprovisto de riesgos. Las represiones que demanda, las formaciones reactivas y las sublimaciones que han de establecerse, tienen su precio. En efecto, junto con gran parte de sus energías y talentos se sacrifica la espontaneidad del niño” <br /><br />(Anna Freud, Introducción al psicoanálisis para educadores).Metal Guruhttp://www.blogger.com/profile/12126480673805333894noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-939678699357405293.post-62022228947048901882011-05-25T20:27:00.000-07:002011-05-25T20:30:38.095-07:00Presentación a un texto a ser editado prontamente en un país vecinoAl explicar el método usado en su libro “Castigo y civilización. Una lectura crítica sobre las prisiones y los regímenes carcelarios” (Gedisa, 2006), John Pratt justifica el haber excluido de su investigación a los menores de edad, en los siguientes términos: “Los menores de edad han sido excluidos dado que, en el mundo moderno, sus regímenes penales siempre han sido más innovadores y por tanto menos anquilosados en términos de reflejar los valores culturales centrales y más periféricos al pensamiento penal mayoritario”. Pese a que el libro de Pratt se centra en la evolución de la relación entre castigos y civilización en el mundo anglosajón, su afirmación acerca del carácter innovador de la respuesta frente a la delincuencia infantil y adolescente es aplicable también a nuestro medio. No obstante, de dicha afirmación no se logra concluir nada en relación a la naturaleza de dicha respuesta diferenciada, y tampoco si es que ésta resulta en definitiva algo mejor o peor que el derecho penal propiamente tal. <br /><br />Para poder pronunciarse sobre esto, es necesario el estudio de la historia de la relación entre Derecho e Infancia y en concreto a la revisión de las distintas maneras en que el control social ha afectado a niños y niñas en cada tiempo y lugar. Para ubicarnos en medio de esta amplia variedad de formas de control punitivo aplicado a los niños en la historia, bastará con referirse a dos ejemplos que tal vez constituyan dos polos de entre estas distintas posibilidades.<br /><br />En un extremo tenemos una disposición penal escandinava del siglo XII que decía lo siguiente: “Al ladrón se le cortarán las dos manos, pero si es menor, sólo una”. Pese a su crudeza, no se puede desconocer que una norma así reconoce la “especificidad” de la infracción penal cometida por menores de edad, y que garantiza en todos los casos una reducción sustancial del castigo en comparación al que resulta aplicable a los adultos. Diría que este ejemplo grafica bastante bien uno de los posibles modelos de justicia juvenil: el del “derecho penal atenuado”. <br /><br />En el otro polo, me permito citar al Pinocchio de Carlo Collodi, quien en sus aventuras se topa bastante rápido y seguido con distintos órganos del control social duro (policías, jueces, carceleros), y sin necesidad de haber cometido delito alguno, pasa cuatro meses de su vida de muñeco de madera en la prisión del país llamado “Atrapatontos”. Recomiendo a todo interesado en la historia del control social de la infancia la lectura íntegra del texto, pero en lo que aquí interesa me remito especialmente al capítulo XIX, titulado “Roban a Pinocho sus monedas de oro y además le tienen cuatro meses en la cárcel”. Lo interesante en este caso es que no sólo no hubo acusación ni sospecha alguna en orden a que el muñeco de madera hubiera infringido las leyes penales, sino que él acudió por su propia voluntad al juez (“un simio de la raza de los gorilas”) denunciando que le habían sustraído mediante engaños sus monedas de oro. El juez procede a escucharlo con mucha atención, se “enternecía” escuchando el relato, y “se notaba que sentía gran compasión”, luego de lo cual llamó a sus guardias (unos mastines) y les dijo: “A este pobre diablo le han robado cuatro monedas de oro, así que ¡prendédle y a la cárcel con él!”. En esta cárcel permaneció cuatro meses, y aquí llegamos al punto más sintomático de todo esto: cuando todo los “malhechores” del reino fueron liberados por orden del Soberano, Pinocho permaneció en prisión, pues tal como se le dijo desde el inicio, él estaba ahí por otras razones. En su desesperación por salir del encierro, el muñeco se ve obligado a decir que “entre otras cosas” también él es un malandrín, y sólo en ese momento se le muestra la puerta de la cárcel y se le dice que puede salir si quiere. En este relato que tan bien ejemplifica el espíritu de la época (fines del siglo XIX, cuando la llamada “Escuela Positiva” de la criminología arrasaba y cumplía muy bien su función ideológica de justificación seudocientífica del orden social) tenemos todas las características del otro gran modelo histórico de justicia juvenil: el sistema tutelar o de la “situación irregular”. <br /><br />Ambos modelos son más o menos “innovadores” en relación al sistema penal aplicado a los adultos. En el primer caso tal vez no tanto, puesto que se podría decir que lo que se aplica es el mismo derecho penal de los adultos y que la reducción de la pena a aplicar es meramente cuantitativa y se justifica en base a la sola idea de proporcionalidad. Pese a ello, la concepción de la infancia que está detrás de dicha disposición es bastante clara: se concibe al niño como algo diferente al adulto, y en base a ello se garantiza que en todos los casos la pena que va a recibir será inferior a la del adulto juzgado por los mismos hechos (algo que en muchos de nuestros países, a 21 años de la Convención sobre los Derechos del Niño, todavía no está garantizado). En el segundo modelo, la innovación es parcial: la aplicación de castigos se rige por criterios diferentes a los propiamente penales, a incluso podríamos conceder que se trata de criterios “pedagógicos” (“pedagogo” es la palabra que designaba entre los griegos al esclavo que se encargaba de conducir de la mano a los hijos de buenas familias de ida y vuelta entre la casa y la escuela, de ahí proviene la idea de que la pedagogía “conduce” al niño), pero nada de eso modifica el hecho esencial de que a la larga es castigo es el mismo: privación de libertad, que generalmente y a pesar de la retórica “tutelar”, se cumple en los mismos recintos penitenciarios de los adultos. <br /><br />Ambas opciones que hasta aquí hemos mencionado deben ser descartadas a inicios del siglo XXI. Desde 1989 la Convención de Naciones Unidas sobre los Derechos del Niño (en adelante, la “CDN”) postula claramente dos cosas que resultan obligaciones para la sociedad y el Estado: <br /><br />a) Los niños y niñas pueden ser juzgados penalmente, pero siempre en el marco de “leyes, procedimientos, autoridades e instituciones específicos para los niños de quienes se alegue que han infringido las leyes penales o a quienes se acuse o declare culpables de haber infringido esas leyes” (artículo 40.3). <br /><br />Con esto debe morir irremediablemente cualquier forma de aplicación del mismo “derecho penal de adultos” a los menores de 18 años de edad, pero subsiste en pie el desafío permanente de poder construir tanto a nivel intelectual, doctrinal y normativo (“sistema penal estático”), como en el plano de la aplicación práctica (“sistema penal dinámico”), un derecho no sólo “diferente” sino que sustancialmente mejor que el derecho penal de adultos.<br /><br />b) En el contacto del Estado con niños y niñas a través de su aparato penal, no existe pretexto alguno para dejar de lado las garantías esenciales que son propias al Derecho penal de la modernidad, y que se afirman directamente desde la obra de Beccaria hasta distintos instrumentos del Derecho internacional de los derechos humanos, llegando así hasta las letras a) y b) del artículo 40 de la CDN. Cabe destacar que estas garantías se enuncian ahí como un piso mínimo, y que existen varias buenas razones para sostener que, en comparación al Derecho penal de adultos, todas ellas deben operar de manera más intensa y reforzada cuando se trata de menores de 18 años de edad. <br /><br />De esta forma la CDN ha asestado un golpe mortal a cualquier pretensión “neotutelarista” de negar o flexibilizar estas garantías mínimas en aras de una “intervención pedagógica”.<br /><br />Hasta aquí me he referido a lo que como operación reflexiva resulta más fácil: usar la CDN como un test que nos permite señalar las dos modalidades extremas de justicia juvenil cuya legitimidad (y legalidad) resulta claramente descartable. Pero tengo claro que lo difícil es lo que viene inmediatamente a continuación, luego de hacer esta constatación, y es a ello a lo que se refiere este libro. La pregunta base que debe guiar esta operación es la siguiente: <br /><br />¿Cómo hacemos desde cada una de nuestras realidades y posiciones para construir una justicia juvenil con base en la CDN, que haga realidad la proclamación de que en relación a ella el niño tiene derecho a “ser tratado de manera acorde con el fomento de su sentido de la dignidad y el valor, que fortalezca el respeto del niño por los derechos humanos y las libertades fundamentales de terceros y en la que se tengan en cuenta la edad del niño y la importancia de promover la reintegración del niño y de que éste asuma una función constructiva en la sociedad” (artículo 40.1 de la CDN)?<br /><br />Esa pregunta nos remite directamente a otras:<br /> <br />¿Qué modelos de justicia juvenil son compatibles con estas orientaciones y prescripciones? ¿Qué política criminal debemos promover respecto de los diferentes tramos de edad de vida de las personas? ¿Qué sanciones y/o medidas aplicar cuando un niño, niña o adolescente se encuentra en estas situaciones? ¿Cómo debemos aplicar dentro del sistema de justicia juvenil el principio del interés superior del niño? ¿Qué hacer en relación a niños y niñas que pertenecen a pueblos indígenas (esto en relación a las disposiciones del Convenio Nº 169 de la Organización Internacional del Trabajo que obligan a los Estados a reconocer la particularidad de estas personas dentro del sistema penal)? ¿Cual es la responsabilidad de los jueces, policías, abogados, educadores, familiares, medios de comunicación y en definitiva todo el resto de la sociedad en la prevención y reacción frente a la llamada “delincuencia juvenil”? <br /><br />Estas son sólo algunas preguntas que se han planteado y se siguen planteando en el debate entre quienes efectivamente nos tomamos los derechos y la infancia en serio. Lamentablemente, en otros niveles este debate aparece y desaparece, desde una óptica bastante distinta, entre la alarma pública y la banalización mass-mediática de los temas en cuestión, y en base a estos criterios que en los momentos decisivos resultan claramente hegemónicos se tomas decisiones fundamentales, se legisla y aplica el derecho, casi siempre con resultados negativos cuando no desconcertantes. Cuando el tema se toma en serio, nos encontramos con que no existe un único modelo de justicia juvenil en la CDN, sino que una serie de criterios y directrices que en la medida que estén a la base de la respuesta penal especial para este segmento etáreo autorizan a la mayor creatividad e innovación posibles. A estas alturas, además de lo señalado por la CDN y otros instrumentos relacionados (Reglas de Beijing, Reglas de La Habana y Directrices de Riad), contamos con la Observación General Nº 10 del Comité de Derechos del Niño (2007), sobre los derechos del niño en la justicia juvenil, que constituye tal vez el esfuerzo más elevado y completo por definir una política general en la materia.Metal Guruhttp://www.blogger.com/profile/12126480673805333894noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-939678699357405293.post-57075783547857931552010-06-23T23:42:00.003-07:002010-06-23T23:43:35.615-07:00Infancia y espacio<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhh8oajZ5vqEGZvKlPPH-Q4XYO8j3o296Dsqir8wOKrKYhvhjFPnfWBm4jGZNbTDChnoj4zLc1NL3wuDdtbdJ4JXZBgq5-_-9fJg7ro-pqsQ2zqU0Fe5RTXUTlq4M6vwijiBpoPMItRrZA/s1600/ciclo+de+geograf%C3%ADa.JPG"><img style="display:block; margin:0px auto 10px; text-align:center;cursor:pointer; cursor:hand;width: 400px; height: 259px;" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhh8oajZ5vqEGZvKlPPH-Q4XYO8j3o296Dsqir8wOKrKYhvhjFPnfWBm4jGZNbTDChnoj4zLc1NL3wuDdtbdJ4JXZBgq5-_-9fJg7ro-pqsQ2zqU0Fe5RTXUTlq4M6vwijiBpoPMItRrZA/s400/ciclo+de+geograf%C3%ADa.JPG" border="0" alt=""id="BLOGGER_PHOTO_ID_5486227097340473202" /></a>Metal Guruhttp://www.blogger.com/profile/12126480673805333894noreply@blogger.com1tag:blogger.com,1999:blog-939678699357405293.post-73366806304997817602010-06-23T23:26:00.000-07:002010-06-23T23:31:36.257-07:00"Los niños primero" (extracto), por Christiane Rochefort, 1977<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEj1dfHv5LhQoOnkIPayiI6L6jP2dUT39Xq2Xm3lOKCM0-ON6lezCCiqfEDoiaf_jQoer48Z3Rk1sTKCz_-ruErsT2-4BIsOqMqrIAB0UMOfjVby7JJlh8anZAb75pw3wSygtPgQoI1o3kk/s1600/censoring_an_iranian_love_story.large.jpg"><img style="display:block; margin:0px auto 10px; text-align:center;cursor:pointer; cursor:hand;width: 274px; height: 400px;" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEj1dfHv5LhQoOnkIPayiI6L6jP2dUT39Xq2Xm3lOKCM0-ON6lezCCiqfEDoiaf_jQoer48Z3Rk1sTKCz_-ruErsT2-4BIsOqMqrIAB0UMOfjVby7JJlh8anZAb75pw3wSygtPgQoI1o3kk/s400/censoring_an_iranian_love_story.large.jpg" border="0" alt=""id="BLOGGER_PHOTO_ID_5486223961239269906" /></a><br />Expropiación del ambiente<br /><br />Los edificios escolares están destinados a los niños. Ahora bien, los antiguos parecen inspirados en un pensamiento carcelario, y los modernos se parecen a jaulas. Todos pueden figurar en el catálogo de edificios más feos y tristes que nunca se hayan construido. Su diseño arquitectónico -después de haber retirado a los niños del mundo diverso- parece no darles la oportunidad de ver nada más.<br /><br />Es una manera muy extraña de pensar en los niños.Metal Guruhttp://www.blogger.com/profile/12126480673805333894noreply@blogger.com1tag:blogger.com,1999:blog-939678699357405293.post-37182064140590713652010-06-23T23:19:00.000-07:002010-06-23T23:21:30.466-07:00ESTE SÁBADO EN SANTIAGO<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiqWEoWmh7bUsaAuIor2mMLoxgbJaIoDVlvVVVbejy3pJY5-iY1hJrLtIuwKNnkI1A_Tq2MrqPXi90XkuJNV_pR2yYdle63U1NyfGztEDlYrFGiZPiC3ff_gkrpxr6ErBJPeGrco7KYRjQ/s1600/afiche-foro.gif"><img style="display:block; margin:0px auto 10px; text-align:center;cursor:pointer; cursor:hand;width: 189px; height: 400px;" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiqWEoWmh7bUsaAuIor2mMLoxgbJaIoDVlvVVVbejy3pJY5-iY1hJrLtIuwKNnkI1A_Tq2MrqPXi90XkuJNV_pR2yYdle63U1NyfGztEDlYrFGiZPiC3ff_gkrpxr6ErBJPeGrco7KYRjQ/s400/afiche-foro.gif" border="0" alt=""id="BLOGGER_PHOTO_ID_5486221346194862514" /></a>Metal Guruhttp://www.blogger.com/profile/12126480673805333894noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-939678699357405293.post-37628825958068848362010-04-23T14:36:00.000-07:002010-04-23T14:56:30.557-07:00Dos siglos de Infancia en Chile: dos nuevos libros de Jorge Rojas Flores<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhoDYXPUSgY3WiSoHC58J3sKN66ebzPGVW0FDzMPUfR_k-wa8fz9X9T1l6CJ1wyEeoU3yRVMuOpYX6u7K-GGsorpFhujy1j4dsA46za9otnMnqNSvI9n5zT7Dx2_Ii2wglaNC7EHjKIk9Q/s1600/ni%C3%B1os.jpg"><img style="display:block; margin:0px auto 10px; text-align:center;cursor:pointer; cursor:hand;width: 200px; height: 135px;" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhoDYXPUSgY3WiSoHC58J3sKN66ebzPGVW0FDzMPUfR_k-wa8fz9X9T1l6CJ1wyEeoU3yRVMuOpYX6u7K-GGsorpFhujy1j4dsA46za9otnMnqNSvI9n5zT7Dx2_Ii2wglaNC7EHjKIk9Q/s400/ni%C3%B1os.jpg" border="0" alt=""id="BLOGGER_PHOTO_ID_5463452409056398274" /></a><br />(Tomado de Canal patrimonio):<br /><br />Pocos son los registros de la vida de los niños en Chile en estos 200 años, sólo desde la mitad del siglo XIX hasta ahora es posible encontrar información, pero, gracias al trabajo investigativo del historiador Jorge Rojas será posible ver en imágenes estos 200 años de historia de la infancia en Chile. Son 800 páginas que muestran en forma cronológica diversos temas tales como la vida privada, la escolarización, las políticas públicas que tienen que ver con la infancia, entre otros. Todo ello se ha concentrado en dos libros, el primero titulado “Historia de la Infancia en Chile republicano 1810-2010” y el segundo “La infancia en el Chile republicano. 200 años en imágenes”. <br /><br /><br />Jorge Rojas ha investigado por más de 15 años la infancia en Chile, es un destacado profesor de las universidades Católica de Chile, Alberto Hurtado y Arcis y ha escrito varios libros también relacionados con la infancia. Según señala Rojas la niñez en el Chile colonial para los estratos populares era dramática debido a las condiciones materiales, algo que no se llega a mencionar cabalmente en lo poco que se ha encontrado de esos años. Probablemente no se habló mucho de los niños durante la historia del país porque siempre se les tuvo confinados en un segundo plano y que por esto desde mediados del siglo XIX tomaron mayor protagonismo, debido a su importancia en la vida familiar y también debido a que la escolarización tomó mayor relevancia, así aparecieron mayormente citados en la historia conociéndose más acerca de su vida, incluso ayudó mucho el avance en las comunicaciones siendo relevantes por ejemplo las cartas que fueron usadas por los niños, por ejemplo de zonas apartadas y que iban a escuelas en los pueblos, para comunicarse con sus padres. Rojas señala que otra modificación grande que se ha dado es el cambio de referirse de usted al “tuteo” de los hijos hacia los padres, sin que el trato de usted haya sido un modo imperativo que infundiera temor. <br /><br /><br />Los niños con el paso del tiempo han provocado mayores emociones en los adultos y la opinión de psicólogos y pediatras ha cobrado mayor importancia sobre todo en los estratos alto y medio de la sociedad en cuanto a la crianza influyendo una vez más los medios de comunicación. <br /><br />Todos estos temas pueden ser revisados en los libros y sus imágenes viendo como también la pintura, escultura y fotografía ayudaron a apreciar la forma en que la misma sociedad veía a los niños. Definitivamente un gran aporte para el Bicentenario. <br /><br />---<br /><br />Descargar "Historia de la infancia en el Chile Republicano 1810-2010" <a href="http://www.junji.cl/junjijoomla/index.php?option=com_remository&Itemid=176&func=fileinfo&id=180">AQUÍ</a>.<br /><br />Y el libro de imágenes,<a href="http://www.junji.cl/junjijoomla/index.php?option=com_remository&Itemid=176&func=fileinfo&id=182"> ACÁ</a>.Metal Guruhttp://www.blogger.com/profile/12126480673805333894noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-939678699357405293.post-66020831920861356992010-04-22T06:03:00.000-07:002010-04-22T06:12:05.543-07:00La institución escolar como mecanismo de deshumanización<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEj4l5gngcNL7eeUKslaphUpiQKIZVP4iO9rqCA269bl7uu-LoPW3C3gUk153-bn1TWHfB9F7fWqPuqiQxTSxrCgCOAk2QFJzkQIZr8gHPUTVcA15vqi9L-RKulxE9r1lGpb-IBTEOqlt2E/s1600/d6cebfedcf437367dc9ec7dc62f7d1a3b3d5e613_m.jpg"><img style="display:block; margin:0px auto 10px; text-align:center;cursor:pointer; cursor:hand;width: 400px; height: 323px;" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEj4l5gngcNL7eeUKslaphUpiQKIZVP4iO9rqCA269bl7uu-LoPW3C3gUk153-bn1TWHfB9F7fWqPuqiQxTSxrCgCOAk2QFJzkQIZr8gHPUTVcA15vqi9L-RKulxE9r1lGpb-IBTEOqlt2E/s400/d6cebfedcf437367dc9ec7dc62f7d1a3b3d5e613_m.jpg" border="0" alt=""id="BLOGGER_PHOTO_ID_5462948855173751362" /></a><br />Contra la deshumanización<br /><br />(Fragmento de "Comunismo: elementos para la reflexión", L` insecurité sociale, publicado en revista Etcétera Nº 7, 1985. Tomado de: <a href="http://comunizacion.klinamen.org/">http://comunizacion.klinamen.org/</a>). <br /><br />El capitalismo es el reino de las separaciones que compartimentan nuestra vida. El usuario, el productor («productivo» o «improductivo»), el asalariado como el sin trabajo, todos ellos pierden, dominados, el sentido de la vida. Desposeídos de todo y de sí mismos, los individuos llevan una vida parcelizada (tiempo de trabajo/tiempo de ocio), especializada (orientación profesional, estatutos definidos y limitados), esparcida (tiempo pasado en los transportes para los desplazamientos provocados por las divisiones geográficas del hábitat y del trabajo, así como de las gestiones necesarias para gestionar la propia miseria). Esta existencia en migajas nos encadena a nuestra situación de usuario, de consumidor. Nos conduce a una situación de relaciones de dependencia o de indiferencia en relación a los demás. Las diferencias de edad, sexo, aptitud, conocimiento, inclinación intelectual o afectiva, apariencia física, etc... todas estas diversidades que podrían dar motivo a una constelación de relaciones y de interdependencias enriquecedoras, todo esto queda reconvertido en un sistema de autoridad y de obediencia, de superioridad y de inferioridad, de derechos y deberes, de privilegios y de privaciones. Esta jerarquización de signos de diferenciación no se manifiesta sólo en las relaciones sociales: también repercute en el interior de cada individuo en lo que se refiere a la aprehensión de los fenómenos naturales, sociales o íntimos. No es sólo y únicamente el modo de actuar en común y de comunicarse el que está jerarquizado; también lo está el modo de comprender, y la propia sensibilidad de cada uno en la organización del inmenso material diversificado proporcionado por los sentidos, la memoria, los pensamientos, los valores, las pasiones...<br /><br />En conexión con los otros condicionamientos sociales, la educación también coopera en mantener la existencia dispersa y jerarquizada. Es por este motivo que el hombre vive su vida escindida: durante los primeros años de su vida, por la «educación»; luego, por el trabajo (como si el aprendizaje, la búsqueda del saber, la curiosidad hacia nuevas formas de conocer, no pudieran sucederse durante todo el transcurso de la vida). Esta separación entre la vida productiva, por un lado, y la educación, por el otro, no es el fruto de una necesidad humana. No encuentra, en modo alguno, su razón de ser en la creciente importancia del «saber» que debe ser tragado. En lo que se refiere al saber, la escuela no es otra cosa sino un simulacro.<br /><br />La escuela es el lugar donde uno aprende a leer y a escribir, pero, sobretodo, donde uno aprende a soportar el aburrimiento, a respetar a la autoridad, a triunfar en contra de los compañeros, a disimular y a mentir. Lo que interesa es que el niño aprenda a leer porque hay que saber leer y no porque esto satisface su curiosidad o su amor por los libros. El resultado paradójico es que si la escuela ha reducido el analfabetismo, de modo simultáneo ha ahogado el gusto y la verdadera capacidad de leer en la mayoría de las personas.<br /><br />La escuela es el aprendizaje de la sumisión y de la renuncia. En primer lugar, se necesita más tiempo para domar al alumno que para enseñarle cualquier cosa. Las estructuras de control, evaluaciones, disciplina, fichaje... se hinchan a un ritmo vertiginoso y alucinante, totalmente independiente del trabajo efectuado. Luego, la poca enseñanza impartida se sitúa bajo el signo de la autoanulación y de la permanente retrogradación: todo resultado obtenido es inmediatamente desvalorizado, cuando no es absolutamente anulado. Lo que se ha enseñado, no es nada; lo importante es lo que todavía no se ha enseñado, a falta de lo cual, uno no podrá hacer nada en la vida. Por consiguiente, lo importante es que no se alcance nada, que la rueda de lo condicionado vaya girando sin parar. El mañana queda suprimido y será sustituido por el aburrido y repetitivo hoy. Es por este motivo, que la distribución del tiempo de los escolares está calcado del de los trabajadores. La sumisión hay que trabajarla, aprenderla... La escuela no es sino otra cosa que el purgatorio que prepara el infierno... Nunca la gente ha «aprendido» tantas cosas, para poder ignorar hasta tal punto su propia vida.<br /><br />Hoy en día, estamos sumergidos por la masa de las informaciones que nos inundan, la institución escolar, los periódicos, la televisión. En esta acumulación de saber mercancía, todo se puede intercambiar y todo es indistinto. Es un saber muerto e incapaz de comprender la vida porque su naturaleza más profunda consiste en haberse desgajado de la experiencia de lo vivido.Metal Guruhttp://www.blogger.com/profile/12126480673805333894noreply@blogger.com1tag:blogger.com,1999:blog-939678699357405293.post-28059020415442355272009-10-16T14:02:00.000-07:002009-10-16T14:03:31.563-07:00SEMINARIO: Pollíticas de Exclusión/Inclusión educativaSeminario Políticas de Exclusión/Inclusión Educativa<br />21-22-23 de octubre<br />Departamento de Filosofía UMCE<br />SALA DE CONFERENCIAS, DEPARTAMENTO DE FILOSOFÍA UMCE.<br />José Pedro Alessandri 774.<br /><br />PROGRAMA:<br /> Miércoles 21 de Octubre.<br /> <br />15:00 (Bienvenida)<br /> 15:15-16:40 Lo educativo en espacios de encierro y captura.<br /> <br />Encuentro de espacios cercanos. Investigación de la Sección Maternal del Centro Penitenciario Femenino de Santiago. Catalina Pavez (Estudiante Educación, U. de Chile.) <br />La escuela en la cárcel, experiencia de trabajo en el Penal Colina 1. Pedro Figueroa L. - Lidia Ibarra Vergara (Profesores del Liceo Rebeca Olivares Benítez, Inserto en el Centro de Cumplimiento Penitenciario Colina 1.) <br />Institución carcelaria, estructura y comunicación. La Cárcel de Alta Seguridad de Rancagua. Luís Zamorano González. (Sociólogo, Magíster © Comunicación Política, U. de Chile.) <br /> <br /> 17:00-18:30 Gestión educativa y control.<br /> <br />Gubernamentalidad y educación: La empresa educativa en Chile. Juan González (Psicólogo. Observatorio Chileno de Políticas Educativas OPECH.) <br />Planes de Mejoramiento educativo: calidad, gestión y control. Jorge Olivares R. (Profesor de filosofía. Grupo de Investigación en Educación y Poder GIEP.) <br />Curriculum, memoria y control. José Molina (Licenciado en Historia, U.de Chile. Magíster © Sociología U ARCIS. Profesor Escuela de Historia y Trabajo Social U. ARCIS.) <br />Jueves 22 de Octubre.<br /> <br />11:00-12:30 Dispositivos de Subjetivación: Educación - Calle -Cárcel.<br /> <br />La figura del individuo peligroso en la primera mitad del siglo XX. Mauricio Becerra (Periodista, Universidad de Valparaíso.) <br />Poesía y tolueno en las caletas del río Mapocho. Carola Dintrans (Comunicadora Audiovisual, Magister en Gestión Cultural, U D`Angers, Francia.) y Claudia Jara (Estudiante de Educación, U. de Chile.) <br />Luz, cámara, cárcel; la televisión y el discurso sobre el encierro en la producción de subjetividad. Pablo Castex C. (Sociólogo. Grupo de investigación en Educación y Poder GIEP.) <br /> <br /> <br />15:00-16:30 Control, Exclusión y Abandono<br /> <br />Lo abyecto en el aula: cuerpos políticos y cuerpos descartables. Mauricio Martínez (Magíster © Genero y Cultura Latinoamericana, U de Chile.) <br />Control residual en las metrópolis. Claudio Ibarra V. (Profesor de Filosofía. DEA Historia de la Subjetividad, U. Barcelona. UMCE-GIEP.) <br />Barrios-guetos de la Pintana como escenarios educativos en exclusión: aprendiendo entre el abandono y la dominación social. Tamara Ortega (Socióloga, Universidad de Valparaíso. Educadora Social proyecto de continuidad: Atención y fortalecimiento al trabajo con jóvenes vulnerables de La Pintana) <br /> <br /> <br />17:00-18:30 Gubernamentalidad. Infancia y encierro.<br /> <br />Violencia punitiva y violencia pedagógica. Los niños en los distintos sistemas de control social. Julio Cortés (Abogado de la Corporación Opción y Profesor de Criminología en la Escuela de Derecho U ARCIS) <br />Pedagogía social y metodologías específicas para el trabajo con jóvenes en contexto de encierro. Pedro Torres Quintrel (Educador ACHNUR, Tiempo Joven San Bernardo. Profesor adjunto UCSH) <br />La perversión de lo político. Mario Sobarzo (Doctorando en Filosofía Política, U. de Chile. Observatorio Chileno de Políticas Educativas OPECH. Profesor U ARCIS Valparaíso) <br /> <br /> <br />Viernes 23 Octubre. <br /> <br />11:00 12:30 Dentro/Fuera de la institución educativa.<br /> <br />Partiendo de cero: expectativas docentes en educación popular autogestionadas. Javier Villar M. (Sociólogo, UDP) <br />Educación formal y no-formal: análisis del sistema educativo desde otras miradas. Felipe Holloway V. (Psicólogo, PUC) <br />Experiencias de auto-educación en cárcel. Maximiliano Bustos. (Estudiante Historia, UAH) <br /> <br /> <br />14:00-15:30 Vulnerabilidad y pluriculturalidad. <br /> <br />Vulnerabilidad: Cuerpo-Contención-Derrame. Fragmentos sobre Educación y Poder. César Pérez S. (Profesor de Filosofía. Docente U. Arcis. Umce, Grupo de Investigación en Educación y Poder GIEP) <br />Educación secundaria empoderadora en contextos de racismo y marginación histórica: el sistema de aprendizaje tutorial (SAT) en Colombia. Lecciones para Chile. (Licenciado en Historia Pontificia Universidad Católica de Chile y Magíster en Estudios Sociales y Políticos Latinoamericanos. Profesor PUC-U. de Chile) <br />(in)diferentes: Notas en torno al multiculturalismo y al racismo de Estado en Chile. Juan Ignacio Arroyo (Profesor de Filosofía, Doctorando de Antropología Social, Diversidad Cultural y Migraciones, de la Universidad de Granada. Grupo de investigación en Educación y Poder GIEP) <br /> <br />15:45 Intervención: Re-flujo<br /> <br />*Se entregara Certificación por Asistencia.<br /> <br />Teléfono: 2412467 <br />Correo: educaciónypoder@gmail.com<br />www.educacionypoder.orgMetal Guruhttp://www.blogger.com/profile/12126480673805333894noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-939678699357405293.post-6942069983272230042009-10-01T11:05:00.000-07:002009-10-01T11:06:07.767-07:00Honduras: INTERES SUPERIOR DE LA NIÑA Y EL NIÑO, ANTE EL DESAFIO DE CUMPLIMIENTO DEL DECRETO DE ESTADO DE SITIOCOORDINADORA DE INSTITUCIONES PRIVADA PRO LAS NIÑAS, NIÑOS, ADOLESCENTES, JÓVENES Y SUS DERECHOS <br /><br /><br /><br />PRONUNCIAMIENTO PÚBLICO <br /><br /><br /><br />INTERES SUPERIOR DE LA NIÑA Y EL NIÑO, ANTE EL DESAFIO DE CUMPLIMIENTO DEL DECRETO DE ESTADO DE SITIO <br /><br /><br /><br />Las 36 organizaciones que conforman la Coordinadora de Instituciones Privada pro las niñas, niños, adolescentes, jóvenes y sus Derechos, (COIPRODEN) y las organizaciones que coadyuvan a garantizar, proteger y asegurar la vigencia plena de los Derechos Humanos, particularmente de la Infancia, Adolescencia y Juventud de nuestro país, en la situación de crisis institucional - política, y ante los últimos acontecimientos que han agravado y pueden agravar aún más la situación, física, moral y sicológica de las niñas, niños, adolescentes y jóvenes, luego del decreto ejecutivo donde se restringen las garantías fundamentales, como la expresión, asociación , libertad, circulación, etc. <br /><br /><br /><br />Ante los últimos hechos, en los que niñas, niños, adolescentes y jóvenes se ven afectados en su salud, por el efecto de gases lacrimógenos como consecuencia de la represión desatada por la Policía y las Fuerzas Armada, en barrios, colonias y sectores populares, provocando persecución, daños colaterales físicos y sicológicos y practicando detenciones ilegales; igualmente, las privaciones de la libertad, vejaciones y torturas comprendidas en los denominados toques de queda, por todo ello a la comunidad nacional e internacional, nos pronunciamos de la siguiente forma: <br /><br /><br /><br />PRIMERO: Que el Estado de Honduras: 1. Es signatario de instrumentos internacionales como la Declaración Universal de Los Derechos Humanos, 2. la Convención Internacional de Derechos del Niño (1990); bajo los principio de: El interés superior del niño, Supervivencia y Desarrollo, No Discriminación, Derecho a la Vida y Participación 3. Código de la Niñez y la Adolescencia (1994-1996/decreto # 73-96 5 de septiembre de 1996) 4. La Declaración Internacional contra la tortura y otras formas de tratamientos crueles e inhumanos, 5. Que reconoce al Comité Internacional de Derecho del Niño, como el ente supervisor en que los estados cumplen las obligaciones adoptadas en este marco jurídico. <br /><br /><br /><br />SEGUNDO: Que a nivel nacional las organizaciones tanto públicas y privadas, civiles y militares están sujetas al cumplimiento de las leyes en materia de Derechos de la Niñez, reconociendo los principios y garantías consignadas en la misma Constitución de la República (art. 119 y 126), Código de Familia y en caso particular de atención a la niñez en situación de riesgo e infracción, contemplados en el Código de la Niñez y la Adolescencia y otras afines. <br /><br /><br /><br />TERCERO: Que las instituciones llamadas a garantizar los Derechos Humanos, particularmente de niñas, niños, adolescentes y jóvenes en el país: Operadores de Justicia, entre ellos, Jueces, Fiscales, Defensores, Procuradores en el sistema de Justicia Penal Juvenil, Educadores y Procuradores del Instituto Hondureño de la Niñez y la Familia IHNFA, e Instituciones privadas, somos llamados junto a padres de familia y representantes a hacer prevalecer los Derechos, estableciendo coordinaciones, alianzas y planes que aseguren a este sector la plena garantía de sus Derechos. <br /><br /><br /><br />CUARTO: Que ante los hechos ocurridos y los potenciales casos de violaciones de derechos humanos de niñas, niños, adolescentes y jóvenes nos hemos constituido en una Red de Coordinación Interinstitucional de Defensa y Protección, interviniendo en el abordaje, protección y denuncia a nivel Nacional e Internacionalmente de los abusos que se susciten. <br /><br /><br /><br />QUINTO: Por lo antes expuesto, exigimos a las Autoridades actuales del Estado Hondureño, particularmente a las Fuerzas Armadas y la Policía Nacional, a respetar las Normas Legales Internas, los Tratados, Protocolos y Convenciones Internacionales, suscritos por el Estado de Honduras, que mandan respetar, conservar y promover los derechos de las niñas, niños, adolescentes y jóvenes, asumiendo la preeminencia de estos últimos en relación a los primeros. <br /><br /><br /><br /><br /><br /><br /><br />Dado en la ciudad de Tegucigalpa, a los 28 días del mes de Septiembre del año 2009. <br /><br /><br /><br /><br /><br /><br /><br />36 ORGANIZACIONES AFILIADAS A COIPRODEN: Aldeas Infantiles (S.O.S.), APANJE, Asociación Nuevo Amanecer, Asociación Brigadas de Amor Cristiano (Hogar Renacer), Asociación Compartir, Asociación Hondureña de Apoyo al Autista (APOAUTIS), Asociación Juventud Renovada (Hogar Diamante), Asociación Libre Expresión, Asociación para una Sociedad más Justa. (ASJ), Asocian Cristiana de Jóvenes (A.C.J.), Casa Alianza de Honduras, Casa del Niño, Casa Domingo, Centro de Formación, Capacitación y Gestión Social (CENFODES), Centro San Juan Bosco, COMUPADE, Fundación Abrigo, Fundación Desarrollo, Amistad y Respuesta (FUNDAR), Fundación Hondureña de Rehabilitación e Integración del Limitado (FUHRIL), Fundición AMBOS, GOAL, Hogar San Jerónimo Emiliano, Instituto Psicopedagógico Juana Leclerc, Médicos sin Fronteras, Muchachas Guías de Honduras, Nuestros Pequeños Hermanos, Olimpiadas Especiales, ONG-GAVITOA, PREPACE, Prevención de Discapacidades (Pre-Natal Honduras), Proyecto Alternativas y Oportunidades, Proyecto Victoria, REPAHDEG, Save The Children Honduras, Unidos para Mejorar, Visión Mundial Honduras.Metal Guruhttp://www.blogger.com/profile/12126480673805333894noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-939678699357405293.post-56554470043728095112009-09-23T13:31:00.000-07:002009-09-23T13:32:17.254-07:00Viernes 25 de Septiembre, Santiago de Chile.<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiDfwKmfYESu0oymECP9REOfDpCaCcLWD3kVq0AFFP_EwgtIS3B7Lz3ILeTddwoF907rjyW1K8pu8W_XgUTYtOQxAzObulCSBU0HDOfAGBqtjEuPKV2wYv9OcLJGAKcPkE_-C8zzqE5RIw/s1600-h/seminario+psic.+UDP.jpg"><img style="display:block; margin:0px auto 10px; text-align:center;cursor:pointer; cursor:hand;width: 400px; height: 346px;" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiDfwKmfYESu0oymECP9REOfDpCaCcLWD3kVq0AFFP_EwgtIS3B7Lz3ILeTddwoF907rjyW1K8pu8W_XgUTYtOQxAzObulCSBU0HDOfAGBqtjEuPKV2wYv9OcLJGAKcPkE_-C8zzqE5RIw/s400/seminario+psic.+UDP.jpg" border="0" alt=""id="BLOGGER_PHOTO_ID_5384763370179855154" /></a>Metal Guruhttp://www.blogger.com/profile/12126480673805333894noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-939678699357405293.post-51796410052902856402009-08-26T09:43:00.000-07:002009-08-26T09:52:29.977-07:00Reflexiones (a)pedagógicas<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEguf54RVLhz74zjFpt6NGt1no54ZU2_4pjqVytlGAG7GUp9VWaX5eXB1WaYWOFnzuKMKKbmeBc71PffaxzBmJJnvo-ghcKnMVfn27t51Sq7ZSOBfIF-Nk13j73k7n2HXVgy_ZH6zylw0hY/s1600-h/sala+de+clases.jpg"><img style="display:block; margin:0px auto 10px; text-align:center;cursor:pointer; cursor:hand;width: 400px; height: 266px;" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEguf54RVLhz74zjFpt6NGt1no54ZU2_4pjqVytlGAG7GUp9VWaX5eXB1WaYWOFnzuKMKKbmeBc71PffaxzBmJJnvo-ghcKnMVfn27t51Sq7ZSOBfIF-Nk13j73k7n2HXVgy_ZH6zylw0hY/s400/sala+de+clases.jpg" border="0" alt=""id="BLOGGER_PHOTO_ID_5374316353090541970" /></a><br /><br /><br /><strong>Ambivalencia de lo “pedagógico”, o ¿Quién educará a los educadores?</strong><br /><br /><em>-“Sin madre no hay hijo” (Rousseau)<br />-“Que se eclipse la madre, lo importante es la voz del padre” (Doctor D.G.M. Schreber). <br /><br />“Una investigación pedagógica que plantee al comienzo el ideal que debe alcanzar desconoce lo que interesa a la verdad del deseo (del niño y del adulto). Expulsada del sistema pedagógico, esta verdad vuelve bajo la forma de síntoma y se expresará en la delincuencia, la locura y las diversas formas llamadas de inadaptación” <br />(Maud Mannoni, “La educación imposible”)</em><br /><br />1.- Algunos rasgos centrales de la noción de pedagogía que se desprende de la ideología dominante sobre la infancia (por sobre sus distintas variedades o “subideologías de infancia”), son las siguientes:<br />-Educación asociada a una fase de la vida. Según Ariès, en la mayor parte de la Edad media era posible encontrar en las salas de clases alumnos de distintas edades. Luego del “descubrimiento de la infancia”, pasó a imponerse gradualmente la idea de que la edad de la socialización era precisamente la infancia, entendida como “edad escolar”. Esa noción de la infancia escolarizada surgió primero en las clases privilegiadas, y lentamente se fue extendiendo a la infancia popular, pues como ha explicado Cunningham, la idea de una infancia para todos los niños se consolidó tardíamente, a fines del siglo XIX e inicios del siglo XX. Mientras para los niños de las familias burguesas la Modernidad revistió la apariencia de una “liberación protegida”, para los niños de las clases trabajadoras se trató de una “libertad vigilada” (Donzelot). <br /><br />-Educación en sentido unilateral (al igual que la socialización). Ha sido una preocupación más bien reciente, expresada en la “nueva sociología de la infancia”, la crítica y deconstrucción del concepto dominante de socialización. Cuando en los años 80 Qvortrup sentó las bases de un enfoque “constructivista”, en que la infancia es vista como una realidad socialmente construida y en que a los niños les cabe un rol de co-constructores de la realidad social, se empezó a someter a fuerte crítica la idea de la “socialización” como un proceso unilateral, unidireccional, en que a los adultos les cabe un rol de transmisión de cultura mientras los niños quedan limitados al rol de receptores pasivos de los conocimientos y valores suministrados por sus educadores. Socialización y educación se ligan profundamente, y por eso la pedagogía ha sido entendida en ese mismo sentido. Pese a los intentos por entender la socialización en un sentido más colectivo y bidireccional, varios sociólogos de la infancia (Corsaro, Thorne, Jenks) consideran que en sí mismo es un término problemático, pues “tiene una connotación individualista y de mirar hacia adelante que es ineludible. Uno escucha el término, y la idea de entrenar y preparar al niño para el futuro sigue viniéndose a la cabeza”. Todo lo cual es posible de ser suscrito en relación a la “educación”, partiendo por su etimología: guiar, conducir, formar, instruir...4 expresiones donde el sujeto activo no es el niño, sino el adulto.<br /><br />-Educación como institucionalización. En su extraordinario y bastante foucaultiano libro “La policía de las familias”, Donzelot desnuda el rol clave de la “familia burguesa” (no en el sentido de las familias de la clase burguesa, sino de la estructura familiar creada y fomentada por la sociedad burguesa) en la formación social capitalista. En un punto, llega a decir que gracias al puesto otorgado por el nuevo orden a las madres/dueñas de casa, se pudo por fin “sacar a los niños de la calle y a los hombres del bar”. En este proceso, el arte de gobernar a través de las familias exigía que los primeros fueron enviados a la escuela, y los segundos a la fábrica: “Si el hombre prefiere el exterior, la luz de los cabarets, si los niños prefieren la calle, su espectáculo y sus promiscuidades, no será sino culpa de la esposa y de la madre”. <br /><br />Esta institucionalización en el espacio restringido y autoritario de la escuela (además de la familia moderna -restringida y encerrada en un hogar-) fue una de las paradójicas consecuencias de la valoración creciente de la infancia: niveles cada vez mayores y más especializados de control social (activo y reactivo, formal y difuso) de los niños. Una vez más se revela aquí que cuando se habla de “infancia” y de “niños” no se trata de lo mismo: lo que era valorado positivamente para la infancia como parte de la estructura social, los niños de carne y hueso que vivieron ese proceso no lo valoraron exactamente como un beneficio ni como una liberación. Muy por el contrario (ver una vez más el caso de Pinocho, el muñeco de madera: los niños más resistentes sueñan con un mundo sin escuelas, y cuando finalmente lo encuentran, terminan transformados en burros).<br /><br />Qvortrup va bastante lejos en la crítica cuando señala que en nuestras sociedades se impone a los niños la realización de ciertas actividades que resultan esenciales para la reproducción de esa estructura social, y que en ese sentido nada ha cambiado en estos últimos siglos: cuando ya no fueron necesarios en la fábrica, se les envió a la escuela. Lourdes Gaitán va incluso un poco más allá cuando dice que para los niños ir a la escuela es un trabajo. <br /><br />Se trata, en efecto, de una actividad que constituye la forma específica de trabajo (en sentido amplio) que se les exige antes de pasar a engrosar las filas de la fuerza de trabajo propiamente tal. Para designar esta presencia de la relación social capitalista en todas las áreas de la vida social, se ha acuñado la noción de “fábrica social”:<br /><br />“En el nivel más alto del desarrollo capitalista, la relación social se convierte en un momento de la relación de producción. La sociedad entera deviene una articulación de la producción, esto es, toda la sociedad vive en función de la fábrica y la fábrica extiende su dominio exclusivo sobre toda la sociedad” (Mario Tronti, “La fábrica y la sociedad”).<br /><br />Ante esta realidad es posible constatar un profundo paralelo entre la alienación en el trabajo y en la escuela, y afirmar que gran parte de la masa de estudiantes constituye hoy una especie de “proletariado juvenil”.<br /><br />2.- Las tensiones internas de la ideología moderna sobre la infancia han sido destacadas en su momento por Hugh Cunningham. Las discrepancias más notables se expresan en la tensión entre estigmatización e idealización, valoración actual y valoración futura de los niños, y entre autonomía y protección como actitudes necesarias promovidas desde el mundo adulto y el Estado.<br />En nuestra opinión, toda esa polémica puede ser dirigida al de la concepción de la “naturaleza humana”, a la pugna entre una “antropología positiva” y una “antropología negativa”, tal cual se dio en el momento de configuración del orden social moderno, en las discusiones sobre el contrato social.<br />Como suele ocurrir, la verdad es que ambas versiones no son exactamente opuestas, sino que complementarias:<br /><br />“Una observación más atenta de las corrientes optimistas y pesimistas permite discernir más bien un rasgo común a ambas formas de pensamiento, tal como se desarrollaron en la historia, rasgo que ha desviado y debilitado decididamente el propósito, expuesto por Maquiavelo y la Ilustración, de conocer al hombre. He aquí pues, el rasgo de que hablamos: la condena del egoísmo, en una palabra, del placer. Tanto en la proclamación cínica de la maldad y peligrosidad de la naturaleza humana, a la que por lo tanto era preciso mantener sujeta mediante un fuerte aparato represivo, y en la doctrina puritana equivalente de aquella, acerca del carácter pecaminoso del individuo, el que debe entonces dominar sus instintos con una férrea disciplina en absoluta sumisión a la ley del…en deber, como también en la afirmación, opuesta a ambas, de complexión, pura y armónica del hombre, sólo turbada por las relaciones oprimentes y corruptas del momento presente; tanto en unas como en otra, decimos, el rechazo absoluto de cualquier impulso egoísta constituye el punto de partida incuestionable” (Max Horkheimer, “Egoísmo y movimiento liberador”, 1936).<br /><br />Para Horkheimer, dicha actitud se encuentra en contradicción con la praxis. En una sociedad burguesa que “adquiere el carácter de un permanente estado de guerra interior y exterior”, los que ingresan a dicho mundo “desarrollan los aspectos egoístas, intolerantes y hostiles de su ser para subsistir en esa dura realidad”. En otro escrito de esa época, Autoridad y Familia, Horkheimer demostraba que el culto a la familia ideal compensa la destrucción de la misma en el vértigo del capitalismo avanzado, tal como el culto a la Virgen María compensa el estatus subordinado de la mujer en esta sociedad. De igual forma, “en las grandes concepciones antropológicas de la burguesía (…) cualquier impulso que no conduzca a la concordia, al amor y a la sociabilidad es desterrado, desfigurado o desmentido” (ídem).<br /><br />3.- La ideología dominante sobre la infancia en un determinado tiempo y lugar, cuando es una ideología realmente exitosa, genera los clásicos efectos de toda mistificación ideológica: “naturalización”, “universalización”, “eternalización”. Se pretende una validez universal y ahistórica, haciendo creer a todos que la infancia es y debe ser, desde luego y desde siempre, tal cual como esta ideología la describe.<br />Desnaturalizar lo “pedagógico” dentro de la ideología de infancia, implica develar el fraude mediante el cual lo que pertenece a la “segunda naturaleza” intenta justificarse como si emanara directamente de la “primera naturaleza”, mediante el cual lo contingente se presenta como universal e inmutable.<br /><br />Una distinción que nos permite situar la ideología de la infancia dentro de una determinada formación social, es la de infraestructura y superestructura. De acuerdo a la tradición materialista histórica, se trataría de un edificio social de 3 niveles: uno de ellos permanece más o menos oculto (la “base económica”, constituida por fuerzas productivas y relaciones de producción) y los dos niveles de la superestructura: Derecho y Estado por un lado, e ideologías por el otro. <br />Pero debemos evitar el uso del concepto de ideología en aquella versión que lo ve como algo “etéreo”, “metafísico”. Pues en la praxis, la “ideología” se reparte por todo el edificio social, toda esta “realidad” es en sí misma “ideológica”.<br />En relación a la ideología y su ubicación en el famoso edificio del materialismo histórico, con base y superestructura, Althusser decía que “para comprender su eficacia, es necesario situarla en la superestructura, y darle una relativa autonomía con respecto al derecho y al estado. Pero al mismo tiempo, para comprender su forma de presencia más general hay que considerar que la ideología se introduce en todas las partes del edificio y que constituye ese cemento de naturaleza particular que asegura el ajuste y la cohesión de los hombres en sus roles, sus funciones y sus relaciones sociales” (Louis Althusser, “Práctica teórica y lucha ideológica”).<br /><br />Eso en cuanto a su “ubicación” en sentido espacial. Pero además, desde el punto de vista que podríamos llamar “temporal”, la ideología también es ambivalente. Como decía Lukàcs en el texto sobre “legalidad e ilegalidad” incluido en Historia y Consciencia de Clase, “la ideología no es solamente un efecto de la organización económica de la sociedad, es también la condición de su funcionamiento práctico”.<br />Por eso es que la labor de crítica de la ideología no se agota descorriendo velos para mostrar lo que éstos tratan de mantener oculto. Mucho más que eso: <br /><br />“No se trata simplemente de ver las cosas (es decir, la realidad social) como “son en realidad”, o de quitarse los anteojos distorsionadotes de la ideología; el punto principal es ver cómo la realidad no puede reproducirse sin esta llamada mistificación ideológica. La máscara no encubre simplemente el estado real de cosas, la distorsión ideológica está inscrita en su esencia misma” (Slavoj Zizek, “¿Cómo inventó Marx el síntoma?”).<br /><br />4.- Además de las implicancias pedagógicas autoritarias más o menos evidentes de la noción moderna de la infancia, existen otros problemas y aspectos del sistema educativo y de los procesos de escolarización que ameritan una labor crítica más intensa, de “desnaturalización”, pues no se perciben a simple vista, sino que se ocultan bajo una densa capa de velos ideológicos. <br /><br />Uno de los teóricos que más despiadadamente se ha referido a la función del sistema educativo como reproductor de la formación social capitalista es, precisamente, don Louis Althusser. En “Ideología y Aparatos Ideológicos de Estado” (escrito entre 1969/1970), Althusser intenta ir más allá de una concepción del Estado como mero aparato represivo, y se refiere a una realidad “que se manifiesta junto al aparato (represivo) de Estado, pero que no se confunde con él”: los Aparatos Ideológicos de Estado (AIE). Estos aparatos son múltiples, y la mayoría parecen ser “privados” antes que “públicos”: “AIE religiosos (el sistema de las distintas Iglesias), AIE escolar (el sistema de las distintas “Escuelas”, públicas y privadas), AIE familiar, AIE jurídico, AIE político (el sistema político del cual forman parte los distintos partidos), AIE sindical, AIE de información (prensa, radio, T.V., etc.), AIE cultural (literatura, artes, deportes, etc.)”. <br /><br />Se diferencian del Aparato Represivo de Estado porque funcionan “principalmente” con ideología, no con violencia: “principalmente”, porque en la realidad ideología y violencia se entrecruzan en ambos tipos de aparatos, y así como al aparato represivo necesita una buena cuota de ideología para funcionar, los AIE se reservan siempre la posibilidad de aplicar en casos límite algún nivel de violencia, aunque sea “simbólica”:<br /><br />“Rectificando esta distinción, podemos ser más precisos y decir que todo aparato de Estado, sea represivo o ideológico, “funciona” a la vez mediante la violencia y la ideología, pero con una diferencia muy importante que impide confundir los aparatos ideológicos de Estado con el aparato (represivo) de Estado. Consiste en que el aparato (represivo) de Estado, por su cuenta, funciona masivamente con la represión (incluso física), como forma predominante, y sólo secundariamente con la ideología. (No existen aparatos puramente represivos.) Ejemplos: el ejército y la policía utilizan también la ideología, tanto para asegurar su propia cohesión y reproducción, como por los “valores” que ambos proponen hacia fuera”. <br /><br />“De la misma manera, pero a la inversa, se debe decir que, por su propia cuenta, los aparatos ideológicos de Estado funcionan masivamente con la ideología como forma predominante pero utilizan secundariamente, y en situaciones límite, una represión muy atenuada, disimulada, es decir simbólica. (No existe aparato puramente ideológico.) Así la escuela y las iglesias “adiestran” con métodos apropiados (sanciones, exclusiones, selección, etc.) no sólo a sus oficiantes sino a su grey. También la familia... También el aparato ideológico de Estado cultural (la censura, por mencionar sólo una forma), etcétera”. (Louis Althusser, “Ideología y aparatos ideológicos de Estado”).<br /><br />Yo agregaría: la censura, el FONDART, la industria cultural, ¿el espectáculo? -concepto que en su sentido situacionista es bastante más amplio que en su sentido usual, pues “no es una definición ‘sociológica’ de un aspecto particular de la sociedad (los media y el público), sino que define la subordinación de todo lo real al capital”, M. Lazzarato-, etc. <br /><br />Incluso los “cómics” y Walt Disney han constituido formas nada despreciables de AIE, tal como lo demostraron a inicios de los 70 Mattelart y Dorfman en “Para leer al Pato Donald”. Uno de los cuadros que toman directamente de las historietas del Pato Donald no puede ser más claro: Donald y sus sobrinos están en una tierra lejana, poblada por aborígenes, y necesitan que les faciliten una brújula. Los aborígenes acceden, pero a cambio quieren que estos “occidentales” les enseñen alguna costumbre “valiosa”: los 3 sobrinos (que, si no recuerdo mal, entre sí son primos, no hermanos) saltan de felicidad diciendo: “¡Les enseñaremos a cuadrarse ante sus gobernantes!”). Otro ejemplo muy interesante está en el Silabario Hispanoamericano, con el que millones de personas aprendimos a leer y cuyas imágenes de seguro deben estar bien grabadas en nuestro archivo inconsciente. En la página del “pre-pre-pri-pro-pru” aparece la imagen típica del preso con cara de malo y traje a rayas, tras las rejas, y la leyenda ahí dice: “La policía toma presos y encierra a todos los que se portan mal”. Más abajo en la misma página, el texto señala que los niños buenos son limpios y se comen toda la comida, y que por eso “un niño bueno merece premio”. <br />Luego, Althusser nos habla de las “redes” existentes entre estos aparatos que garantizan la reproducción de las relaciones sociales capitalistas:<br /><br />“¿Sería útil mencionar que esta determinación del doble “funcionamiento” (de modo predominante, de modo secundario) con la represión y la ideología, según se trate del aparato (represivo) de Estado o de los aparatos ideológicos de Estado, permite comprender que se tejan constantemente sutiles combinaciones explícitas o tácitas entre la acción del aparato (represivo) de Estado y la de los aparatos ideológicos del Estado? La vida diaria ofrece innumerables ejemplos que habrá que estudiar en detalle para superar esta simple observación”. <br /><br />Un caso bastante interesante que nos demuestra y actualiza la realidad del entrecruzamiento entre represión e ideología, violencia física y violencia simbólica es el de Música Sepúlveda: luego de su acción (arrojar el contenido de un jarro de agua a la ministra de educación, que podría ser considerado como un caso de “violencia limpia” en términos benjaminianos), hubo confusión en las filas del orden: primero mandaron el caso a los tribunales de familia (que tienen un poder sancionador “suave”, generalmente disfrazado de protección), y desde ahí el caso fue enviado a la fiscalía correspondiente, puesto que se imputaba un “atentado a la autoridad” y ella ya había cumplido 14 años, por ende, debía actuar el poder punitivo especialmente creado para los adolescentes mediante la Ley 20.084. Pero en ese “frente” finalmente no ocurrió nada, pues el Ministerio Público al parecer no quiso insistir llevando el caso a juicio, y así, Música no sufrió en definitiva la criminalización penal formal o propiamente tal, sino que, por un hecho cometido fuera del establecimiento educativo en que estudiaba, el poder disciplinario del liceo decidió aplicar la mayor violencia que están autorizados (por el Estado, la Constitución y las leyes) a aplicar, expulsándola. De esta forma, se hace evidente que hay varios niveles de represión, varios dispositivos que se entrecruzan para aplicar una mezcla de ideología y violencia, que el poder emplea según le vaya pareciendo más adecuado o conveniente.<br /><br />5.- Para Althusser, mientras hace unos siglos el AIE principal o dominante era el “religioso”, hoy en día dicha función o posición ha pasado al AIE escolar:<br />“…un aparato ideológico de Estado cumple muy bien el rol dominante de ese concierto, aunque no se presten oídos a su música: ¡tan silenciosa es! Se trata de la Escuela. <br />Toma a su cargo a los niños de todas las clases sociales desde el jardín de infantes, y desde el jardín de infantes les inculca —con nuevos y viejos métodos, durante muchos años, precisamente aquellos en los que el niño, atrapado entre el aparato de Estado-familia y el aparato de Estado-escuela, es más vulnerable— “habilidades” recubiertas por la ideología dominante (el idioma, el cálculo, la historia natural, las ciencias, la literatura) o, más directamente, la ideología dominante en estado puro (moral, instrucción cívica, filosofía). <br /><br />Hacia el sexto año, una gran masa de niños cae “en la producción”: son los obreros o los pequeños campesinos. Otra parte de la juventud escolarizable continúa: bien que mal se encamina y termina por cubrir puestos de pequeños y medianos cuadros, empleados, funcionarios pequeños y medianos, pequeño-burgueses de todo tipo. <br />Una última parte llega a la meta, ya sea para caer en la semidesocupación intelectual, ya para proporcionar, además de los “intelectuales del trabajador colectivo”, los agentes de la explotación (capitalistas, empresarios), los agentes de la represión (militares, policías, políticos, administradores, etc.) y los profesionales de la ideología (sacerdotes de todo tipo, la mayoría de los cuales son “laicos” convencidos). <br /><br />Cada grupo está prácticamente provisto de la ideología que conviene al rol que debe cumplir en la sociedad de clases: rol de explotado (con “conciencia profesional”, “moral”, “cívica”, “nacional” y apolítica altamente “desarrollada”); rol de agente de la explotación (saber mandar y hablar a los obreros: las “relaciones humanas”); de agentes de la represión (saber mandar y hacerse obedecer “sin discutir” o saber manejar la demagogia de la retórica de los dirigentes políticos), o de profesionales de la ideología que saben tratar a las conciencias con el respeto, es decir el desprecio, el chantaje, la demagogia convenientes adaptados a los acentos de la Moral, la Virtud, la “Trascendencia”, la Nación, el rol de Francia en el Mundo, etcétera”. <br /><br />Obviamente, esta función real del AIE escolar es disfrazada con una retórica totalmente “positiva” y hasta “igualadora”, “justa”, “emancipatoria”:<br />“Ahora bien, con el aprendizaje de algunas habilidades recubiertas en la inculcación masiva de la ideología de la clase dominante, se reproduce gran parte de las relaciones de producción de una formación social capitalista, es decir, las relaciones de explotados a explotadores y de explotadores a explotados. Naturalmente, los mecanismos que producen este resultado vital para el régimen capitalista están recubiertos y disimulados por una ideología de la escuela universalmente reinante, pues ésta es una de las formas esenciales de la ideología burguesa dominante: una ideología que representa a la escuela como un medio neutro, desprovisto de ideología (puesto que es... laico), en el que maestros respetuosos de la “conciencia” y la “libertad” de los niños que les son confiados (con toda confianza) por sus “padres” (que también son libres, es decir, propietarios de sus hijos), los encaminan hacia la libertad, la moralidad y la responsabilidad de adultos mediante su propio ejemplo, los conocimientos, la literatura y sus virtudes “liberadoras””. <br /><br />¿En qué aspectos y de qué forma podríamos darnos cuenta de que la situación descrita por Althusser ha variado en la realidad de este aparato escolar? Tal vez en este detalle: la gratuidad del “servicio” educativo, que se acabó junto con el llamado “Estado de Bienestar” (concepto tan irrisorio como el de “tiempo libre”, que dice más de nuestra sociedad que lo que pareciera a primera oída) y el desarrollo en sentido “neoliberal” (otro concepto que hace sonreír) del capitalismo luego de las crisis y contestaciones del 68/77. Althusser hizo notar que “ningún aparato ideológico de Estado dispone durante tantos años de la audiencia obligatoria (y, por si fuera poco, gratuita...), 5 a 6 días sobre 7 a razón de 8 horas diarias, de formación social capitalista”. Esa descripción ya no es tan válida, es cierto, pero la situación de la escuela y otras instituciones disciplinarias en esa época era señalada precisamente como “en crisis”, y la distinta configuración actual de lo privado y lo público en esta esfera no altera la misión fundamental de la escolarización, en términos tanto disciplinarios directos (institucionalización y control de los niños) como de largo plazo (calificación y clasificación de la fuerza de trabajo, detección y entrenamiento de cuadros medios y directivos de todas las zonas de la “fábrica social”). Respecto a esa función, que no ha desaparecido, sigue siendo necesaria la operación de desnaturalización:<br /><br />“Pido perdón por esto a los maestros que, en condiciones espantosas, intentan volver contra la ideología, contra el sistema y contra las prácticas de que son prisioneros, las pocas armas que puedan hallar en la historia y el saber que ellos “enseñan”. Son una especie de héroes. Pero no abundan, y muchos (la mayoría) no tienen siquiera la más remota sospecha del “trabajo” que el sistema (que los rebasa y aplasta) les obliga a realizar y, peor aún, ponen todo su empeño e ingenio para cumplir con la última directiva (¡los famosos métodos nuevos!). Están tan lejos de imaginárselo que contribuyen con su devoción a mantener y alimentar, esta representación ideológica de la escuela, que la hace tan “natural” e indispensable, y hasta bienhechora, a los ojos de nuestros contemporáneos como la iglesia era “natural”, indispensable y generosa para nuestros antepasados hace algunos siglos”. <br /><br />Por otra parte, la transformación que efectivamente se ha operado en los sistemas escolares y disciplinarios debería ser leída a la luz de la observación de la dinámica a largo plazo del desarrollo histórico del capitalismo moderno, centrándonos por ejemplo en la noción de subsunción formal y real (de la sociedad en el capital) y de las variaciones más amplias de la relación entre modo de producción y modo de control. Existen herramientas y avances en estos terrenos: en general, el sector de la teoría crítica donde se mezclan el materialismo histórico, la crítica de la economía política y la economía política de la pena con la biopolítica, el postestructuralismo y la discusión sobre postfordismo, trabajo inmaterial y “sociedades de control”. Dos textos particularmente recomendables para este aspecto de las transformaciones en curso: “Post-scriptum sobre las sociedades de control” de Gilles Deleuze (1990) y “El gobierno de la excedencia. Postfordismo y control de la multitud”, de Alessandro de Giorgi (2006).<br /><br />De todas formas, me atrevo a sugerir que la crítica radical de la escuela no es incompatible con el desarrollo de luchas que se plantean como objetivo inicial cosas tales como la “defensa de la educación pública”. No sólo porque “público” no es siempre sinónimo de “estatal”, sino porque los ataques contra la educación pública suelen ser parte integrante de un paquete más grande medidas que atacan las condiciones de vida de los proletarios.<br /><br />6.- Así que el sistema escolar no sólo refleja las divisiones de la sociedad de clases: sistemáticamente las reproduce. Se trata de una evidencia que preferiría ser negada por toda la retórica del “derecho a la educación” como “conquista democrática y civilizatoria”. La convicción dominante dice exactamente lo contrario: es a través del acceso a una educación de calidad como se pueden ir disminuyendo los niveles de inequidad, exclusión social y privilegios. Lo que se tiene en mente para justificar dichas posiciones es la experiencia de algunos países en ciertos momentos de la política social asociada a la fase keynesiana del capitalismo, la socialdemocracia y los Estados de Bienestar. <br /><br />Pero no es necesario ser un crítico implacable del capitalismo para darse cuenta de lo que es nuestro sistema escolar actual. Un demócrata liberal como Carlos Peña ha dicho, en relación al sistema escolar chileno, que “en vez de corregir las desigualdades de la cuna, parece empeñado en reflejarlas y simplemente en reproducirlas”, y cita un informe de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico que lo describe como “conscientemente estructurado por clases” (Carlos Peña, “Igualdad educativa y sociedad democrática”). <br /><br />¿Existe, entonces, una ambivalencia básica o constitutiva en lo que se refiere al carácter y finalidades de la educación? ¿Por un lado, reproducción del orden social, y por otro, conquista democrática arrancada a la fuerza a dicho orden por las presiones y luchas sociales? Así parece. Tal vez se trate de dos aspectos que merecen ser considerados cada uno en su valor y eficacia propios. Por de pronto, no podemos perder de vista dos cosas:<br /><br />-En primer lugar, que la estructuración del sistema educativo moderno fue una necesidad social y política de la burguesía en ascenso, para poder preservar y transmitir su dominio de clase transgeneracionalmente, preparando de manera adecuada a sus hijos. Sobre este proceso, resulta muy ilustradora la investigación de Aníbal Ponce en su libro “Educación y lucha de clases”, de 1934, donde distingue dos períodos en la educación del “hombre burgués”: del Renacimiento al XVIII, y luego desde la Revolución al siglo XIX. <br /><br />-En segundo lugar, que los países centrales en el sistema-mundo del capitalismo, hicieron toda su acumulación originaria de capital y posteriormente la “revolución industrial” usando masivamente la mano de obra infantil. Tan sólo después de garantizar una posición privilegiada en ese sistema-mundo se produjo ideológicamente un rechazo del trabajo infantil y la generalización de la idea de que todos los niños (y no sólo los de la burguesía) tenían derecho a ser escolarizados. Como varios de los “derechos” conquistados en la superestructura de la sociedad burguesa, no sólo se trataría de algo que beneficia a sus supuestos titulares, sino que reviste un interés estratégico desde el punto de vista de los intereses y planes del Estado y la Economía Política (necesidad de una mano de obra calificada y estratificada en diversos segmentos y funciones). <br /><br />7.- Antes de las sociedades de clases, la educación (tal como la religión, el arte, la política y la economía) no se había escindido aún en una esfera separada: “en las comunidades primitivas la enseñanza era para la vida por medio de la vida: para aprender a manejar el arco, el niño cazaba; para aprender a guiar una piragua, navegaba. Los niños se educaban participando en las funciones de la colectividad” (Aníbal Ponce, Educación y lucha de clases, pág. 25). <br /><br />Pero una vez surgidas las sociedades divididas en clases, la educación pasa a tener una existencia autónoma y necesidades especiales. Es lo que dice Ponce sobre Grecia y Roma: la educación tiene por misión “luchar contra las tradiciones del comunismo de tribu; inculcar que las nuevas clases dominantes no tienen otra finalidad que asegurar la vida de las clases dominadas, y vigilar atentamente el menor asomo de protesta para extirparlo o corregirlo (Ponce, 1972, pág. 46).<br /><br />Decía Aristóteles en “La Política”: “Nadie discutiría que el legislador debe ocuparse principalmente de la educación de los jóvenes, y, en efecto, en los Estados donde no ocurre así, ello resulta en perjuicio del régimen” (citado por Luzuriaga, pág. 20).<br /><br />Además, la naturaleza clasista de la educación se manifiesta en esas sociedades en un ideal pedagógico diferenciado: “no sólo las clases dominantes cultivan uno muy distinto al de las clases dominadas, sino que procuran además que la masa laboriosa acepte esa desigualdad de educación como una desigualdad impuesta por la naturaleza de las cosas, y contra la cual sería locura rebelarse” (Ponce, pág. 46). <br /><br />8.- Si acudimos a definiciones fácilmente accesibles en internet, el concepto de “pedagogía” surge al unir dos palabras del griego: “paidos”, que es niño, y “gogía” que es llevar o conducir. Así, el paidagogós era el esclavo encargado de llevar a los niños a la escuela y traerlos de vuelta. <br /><br />“Educar”, por su parte, proviene del latín: educere “guiar, conducir” o educare “formar, instruir”. Y “escuela” tiene su origen en schola (latín) y eskolé (griego). <br /><br />“Paradójicamente en su etimología griega el significado era el del momento de recreo incluso de diversión, habiendo sucedido luego un deslizamiento de significado tal como se nota en la mayoría de los idiomas indoeuropeos modernos; el significado actual más frecuente es el de un ‘establecimiento público’ en donde se dan enseñanzas” (Wikipedia).<br /><br />En base a esto, bien podemos afirmar que lo pedagógico y lo escolar están contaminados desde el inicio por el clasismo y el adultocentrismo. Por eso es que siempre lo pedagógico implica al menos en germen la posibilidad de coerción, de disciplinamiento de los niños como seres subordinados.<br /><br />10.- La pedagogía como actividad separada, especializada, surge en las sociedades de clases, pero cada formación social en concreto necesita de un tipo de pedagogía, de un cierto sistema educativo, que es funcional a la reproducción de esas condiciones, y que en la práctica ha pasado a ser un campo más para el desarrollo del antagonismo social. Una tensión recorre desde dentro el sistema educativo desde hace mucho tiempo: es un lugar de encuadre, de clasificación y certificación, de disciplinamiento de la futura fuerza de trabajo y, también de “transmisión” de conocimientos, pero al mismo tiempo es un espacio para la creación de comunidad, un lugar donde se desarrollan luchas y resistencias. <br /><br />Mientras más se subsume toda la sociedad dentro del capital, el antagonismo se comienza a asomar en distintos frentes, y asume la forma de un cuestionamiento radical de la sociedad productora de mercancías como un todo. <br /><br />Así, en los últimos años el ala más radical del movimiento “pingüino” ha levantado la consigna “de la sala de clases a la lucha de clases”. Es 100% correcta. Pero también tiene su complemento: lucha de clases en la sala de clases, es decir, hay que llevar también la lucha directa contra la sociedad de clases al interior del espacio educativo, tanto como lucha en contra del autoritarismo de la educación, como una lucha en contra de las funciones y contenidos clasistas del conocimiento que se transmite y los métodos autoritarios con que se educa y “normaliza”, como agitación y cuestionamiento al poder disciplinario y clasista del sistema educativo, y como constitución de un nuevo sujeto que podríamos considerar como un tipo de “proletariado juvenil”, muy diferente al sujeto “estudiantil” clásico que sigue predominando en las universidades y en la llamada “educación superior”, y cuya conciencia de clase ya ha empezado visiblemente a desarrollarse por todo el país. <br /><br />Una pegatina observada durante las movilizaciones callejeras expresa de manera rotunda este tipo de consciencia: “Si las cárceles fueran mixtas las llamarían Escuelas”.<br /><br />11.-Si es verdad que en toda pedagogía hay violencia (Maud Mannoni, quien también señalaba que “el odio a la infancia es la base toda conducta ‘pedagógica’”), entonces debemos invertirla. Necesitamos otra educación. Definirla de otra manera. Convertirla en otra cosa. Asumir que toda la experiencia humana en el mundo es en cierta manera “educativa”, no sólo aquella labor de disciplinamiento que se realiza entre cuatro paredes durante un cierto número de horas al día. ¿A-pedagogía? Puede ser. Al respecto, Walter Benjamin nos ha dejado algunas indicaciones muy valiosas:<br />En primer lugar, una redefinición del concepto de educación:<br />“¿Quién confiaría en un maestro que, recurriendo al palmetazo, viera el sentido de la educación en el dominio de los niños por los adultos? ¿No es la educación, ante todo, la organización indispensable de la relación entre generaciones y, por tanto, si se quiere hablar de dominio, el dominio de la relación entre las generaciones y no de los niños?” (Walter Benjamin, “Calle de Dirección Única”. El subrayado es mío).<br /><br />En segundo lugar, una inversión del sentido tradicional (unidireccional) en que se da la educación:<br /><br />“La representación teatral es la gran pausa creadora en la obra educacional. Es en el reino de los niños, lo que el carnaval era en los cultos antiguos. Se invierten los términos, y así como en las saturnales romanas el amo servía al esclavo, durante la función están los niños en el escenario para enseñar y educar a los atentos educadores”. (Walter Benjamin, “Programa de un teatro infantil proletario”).<br /><br />A esas dos indicaciones agregaría una que me parece muy importante: en la realidad no existe un espacio educativo acotado o cerrado. Toda la experiencia individual y social del niño, que “no es un Robinson”, es “educativa” en más de un sentido. Tras el fin de la época en que la infancia era socializada técnicamente en la escuela y en base a la inculcación de las habilidades necesarias para la lectura y escritura, en medio de avalanchas de información de todo tipo procedente tanto de los medios, la publicidad, internet y sus pares, el ideal de la infancia propio del siglo XX ya se ha agotado (cuestión que lamentan personajes como Neil Postman, que ante esta realidad proclama la muerte de la infancia).<br /><br />12.- Pero, ¿basta con esto? ¿Cuáles son los límites de cualquier proyecto de educación alternativa/libertaria dentro de los confines de la sociedad actual (alienada, irracional y clasista)? Se trata de una cuestión compleja. No se puede combatir la alienación por medios alienados, pero tampoco se puede creer que la alternativa emancipatoria consista tan sólo en crear lagunas u oasis de libertad dentro del sistema. Y tampoco basta con una “pedagogía negativa” a lo Rousseau, sino que en nuestro tiempo sigue siendo más pertinente la metáfora de Gramsci: si vemos que unas plantitas brotan a duras penas en su jardín carcelario, ¿debemos dejarlas solas o ayudarlas a crecer?<br /><br />Pero es totalmente necesario ensayar y aplicar desde ya otras relaciones sociales, otras relaciones (anti)-“pedagógicas”. Ivan Illich lo expresaba muy claro en sus escritos sobre “desescolarización” a principios de los años 70:<br /><br />“Si formulamos los principios necesarios para una estructuración institucional diferente, y hacemos hincapié en un concepto distinto del aprendizaje, también estaremos sugiriendo los principios de una organización política y económica diversa, de carácter radical” (Iván Illich, Un mundo sin escuelas, 1971).<br /><br />Si bien es necesario dar luchas desde dentro de las escuelas, en definitiva no luchamos por otra escuela, sino que por otro mundo donde la relación entre la humanidad y los cachorros humanos será tan diferente a la de las sociedades de clases que difícilmente podrá ser llamada “pedagogía”.<br /><br />JCM<br /><br /><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiVEdXZzZ_uCC8gn9W6Gs2SE5kYwg7PJw3ksnii9q5T2GdH805fWIq5rOLRKnEcOTgjtG5Ot6BYfWk5pLXrYpSfKRgHjliF-b_eG_S8ATUIgOCTQHoEQTKTOgCm7u1AR126KszY7UKsMrQ/s1600-h/reich-ni%C3%B1os.JPG"><img style="display:block; margin:0px auto 10px; text-align:center;cursor:pointer; cursor:hand;width: 400px; height: 334px;" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiVEdXZzZ_uCC8gn9W6Gs2SE5kYwg7PJw3ksnii9q5T2GdH805fWIq5rOLRKnEcOTgjtG5Ot6BYfWk5pLXrYpSfKRgHjliF-b_eG_S8ATUIgOCTQHoEQTKTOgCm7u1AR126KszY7UKsMrQ/s400/reich-ni%C3%B1os.JPG" border="0" alt=""id="BLOGGER_PHOTO_ID_5374314877812625298" /></a>Metal Guruhttp://www.blogger.com/profile/12126480673805333894noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-939678699357405293.post-24013052227264462772009-08-25T07:32:00.000-07:002009-08-25T07:33:36.825-07:00"Ladrones, cárceles, policías y periodistas", por Marcelo DotteDetienen a niño de 10 años altamente peligroso ......<br /><br />Gran descubrimiento periodístico: precoces infractores de ley. Nuevo fenómeno social, niños con alto grado de compromiso delictual. Como si el problema de la delincuencia hubiese comenzado estos últimos 20 o 30 años.<br /><br />Infanto-juveniles transformando la realidad social, esa de la paz oficial , del bienestar ciudadano en una realidad de caos y trasgresión ,complicando el contrato social ,del respeto a las leyes y normas establecidas por la clase política privilegiada , la del país de los ricos. Paranoia, locura y violencia : Profesionales del espectáculo periodístico ofreciéndonos los casos policiales mas brutales y singulares ,pero ...¿qué hacen los poliricos , la prensa oficial y sus sabuesos? <br /><br />Para los políticos solo es un caballito de batalla ,de fuente parar el debate político ,para le prensa la delincuencia es como la carne en la carnicería ,exposición e instalación de pura inseguridad ,en contra del sector marginado históricamente y las yutas se arman de mejor manera ,aumentando los métodos de control en la lucha contra los supuestos peligrosos hampones infantiles .<br />Gendarmería no se queda atrasen su empeño por utilizar los centros de exterminio repletos de jóvenes y no tan jóvenes pobladores, en su afán de proteger a la población CIVIL”NORMAL” ,del riesgo que hay en la juventud que delinque ¿ y como lo hacen? Fácil , dejando que los presos se maten entre ellos , manejando el trafico el trafico de drogas al interior de los penales, manteniendo el hacinamiento carcelario con el único objetivo de someter y resignar al detenido. La violencia carcelaria se genera por la total falta de trabajo y estudios.<br /><br />De esta manera las jefaturas de las prisiones fomenta a la población penal a pelear, drogarse y traficar continuando su propio exterminio, alejando así a aquellas personas que lucharon y luchan por la libertad contra el capitalismo , dejándolos aislados en cárceles de máxima seguridad.<br /><br />Las cárceles solo potencian el odio del joven poblador que ve en la sociedad (de los ricos) su enemigo ,por que ve en ella que no hay esa tal reinserción ,nunca podrá estudiar ,nunca podrá tener trabajo digno y su vida solo será parte del goteo de la subsistencia, esa impotencia repercutirá en su entorno cercano . Entonces los centros de menores , cárceles todas no están hechas para ayudar al prisionero ,están para reprimir a los niños y jóvenes pobladores que empiezan a transgredir las normas y comenzaron a recuperar lo que por derecho nos pertenece.<br /><br />Un saludo a todos quienes escuchan estas palabras mal redactadas desde la cárcel de alta seguridad.<br /><br />Agradecimientos ,abrazos y besos a quienes apoyan a TODOS LOS PRESOS.<br /><br />(Tomado de www.hommodolars.org).Metal Guruhttp://www.blogger.com/profile/12126480673805333894noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-939678699357405293.post-35346959270725750872009-08-07T12:01:00.000-07:002009-08-07T12:04:01.394-07:00Dr.W. Reich dixitDesde un punto de vista médico y educacional, el hecho ignominioso que habrá de remediarse es que el destino de cada nueva generación esté en manos de pediatras y profesores que no han adquirido el más ligero conocimiento del desarrollo biosexual del infante. Esto es todavía así, 40 años después del descubrimiento de la sexualidad infantil. Cada día y cada hora, esta ignorancia de pediatras y profesores crea una mentalidad fascista en millones de niños y adolescentes. Dos requisitos son inmediatamente evidentes.<br /><br />Primero: todo médico de familia, profesor o trabajador social que tenga que ver con niños debe mostrar pruebas de que el o ella misma es sexual-económicamente saludable y que ha adquirido un conocimiento exacto de la sexualidad infantil y adolescente. Esto es, la instrucción en economía sexual debe ser obligatoria para médicos y profesores. La formación de conceptos sobre la sexualidad no debe dejarse a la suerte o a moralistas neuróticos.<br /><br />Segundo: Se necesitan leyes más rigurosas para la protección de la sexualidad infantil y adolescente. Esto puede sonar revolucionario. Pero debería ser evidente para cualquiera que el fascismo, que creció de la represión de la sexualidad infantil y adolescente, ha sido mucho más radical y revolucionario, en un sentido negativo, de lo que la sociedad puede serlo en un sentido positivo protegiendo el desarrollo natural. En toda sociedad democrática hay innumerables intentos de sacar adelante un cambio a este respecto. Pero estas islas de entendimiento y buena voluntad son eclipsadas por las ofuscaciones que médicos y profesores moralistas, biológicamente rígidos, extienden sobre el conjunto de la sociedad.<br />No tiene sentido entrar en detalles aquí. Cada medida individual se formulará espontáneamente una vez que el principio de la afirmación de la sexualidad y de la protección social de la sexualidad infantil y adolescente sea establecido.<br /><br />Desde un punto de vista económico, sólo las relaciones laborales naturales, es decir, la interdependencia económica natural de las personas, puede formar la base y el marco de una reestructuración biológica de las masas.<br /><br />La suma total de todas las relaciones de trabajo naturales la llamamos democracia del trabajo. Estas relaciones de trabajo son funcionales y no mecánicas. No pueden establecerse u organizarse arbitrariamente; sólo pueden desarrollarse espontáneamente desde el proceso de trabajo mismo. La interdependencia mutua del carpintero y el herrero, el investigador y el pulidor de cristal, el pintor y el productor de pintura, etc., resulta en sí misma del entrelazamiento de las funciones del trabajo. No se podría inventar una ley arbitraria que cambiase estas relaciones naturales de trabajo. No se puede hacer al trabajador de laboratorio independiente del pulidor de cristal. La naturaleza de las lentes está dictada sólo por las leyes de la óptica y mediante la técnica, la forma de las bobinas de inducción por las leyes de la electricidad, las actividades del hombre por la naturaleza de sus necesidades.<br /><br />Las funciones naturales del proceso de trabajo están fuera del alcance de la arbitraria acción humana autoritaria. Funcionan libremente y son libres en el sentido estricto de la palabra. Ellas solas son racionales. Sólo ellas, por consiguiente, pueden determinar racionalmente la existencia social. El amor, el trabajo y el conocimiento comprenden todo el significado del concepto de democracia del trabajo.<br /><br />Es cierto, las funciones naturales del trabajo, el amor y el conocimiento pueden ser mal empleadas y asfixiadas. Sin embargo, se regulan ellas mismas intrínsecamente; lo han hecho así desde que hubo trabajo humano y lo harán mientras haya un proceso social. Estas funciones naturales constituyen el hecho (en modo alguno el “postulado”) de la democracia del trabajo. La democracia del trabajo no es un programa político o la anticipación de un “nuevo orden”. Es un hecho, aunque sea uno de esos hechos que hasta ahora han escapado de la atención humana. La democracia del trabajo no puede ser organizada más de lo que la libertad puede ser organizada, o el crecimiento de un árbol, un animal o un humano. El crecimiento de un organismo es, por la fortaleza de su función biológica, libre en el sentido más estricto de la palabra. Así es el crecimiento natural de la sociedad. Se autorregula y no necesita legislación o regulación. De nuevo, únicamente puede ser obstaculizado o mal empleado. <br /><br />La esencia de todos los tipos de gobierno autoritario es que éstos inhiben las funciones autorregulatorias naturales. La tarea de un genuino orden libre no puede ser nada más que la de impedir cualquier inhibición de las funciones naturales. Esto hace necesarias leyes estrictas. La democracia, si es seria y genuina, es idéntica a la autorregulación natural del amor, el trabajo y el conocimiento. La dictadura y el irracionalismo humano, en el otro extremo, son idénticos a la inhibición de esta autorregulación natural.<br /><br />De esto se sigue que la lucha contra las dictaduras y el anhelo irracional de la autoridad por parte de las masas únicamente puede consistir en dos medidas fundamentales: 1) en la elucidación de todas las fuerzas vitales naturales en el individuo y en la sociedad; y 2) la elucidación de todos los obstáculos que contrarrestan el funcionamiento espontáneo de esas fuerzas vitales. Las fuerzas vitales deben ser promovidas, los obstáculos deben ser eliminados.<br /><br />La regulación humana de la existencia social no puede extenderse a las funciones naturales del trabajo. La civilización en el buen sentido de la palabra no puede consistir sino en el establecimiento de las condiciones óptimas para el desarrollo de las funciones naturales del amor, el trabajo y el conocimiento. Aunque la libertad no puede organizarse -es más, cualquier organización contradice la libertad- pueden y deben organizarse las condiciones que garanticen el libre desarrollo de las fuerzas vitales.<br /><br />En nuestra organización profesional no les decimos a nuestros trabajadores qué y cómo deben pensar. No organizamos su pensamiento. Pero demandamos de cada trabajador en nuestro campo que se libre de esa falta de libertad en el pensamiento y la acción que ha adquirido como resultado de su educación. Si lo hace, sus reacciones racionales espontáneas se liberan. Es un sinsentido interpretar la libertad en el sentido de que la mentira tiene el mismo derecho ante un tribunal que la verdad. Una genuina democracia del trabajo no dará al irracionalismo místico el mismo derecho que a la verdad, ni dará a la represión de los niños el mismo poder que a su libertad. Es un sinsentido negociar con un asesino en relación a su derecho a asesinar. Pero este sinsentido está constantemente perpetrándose en nuestras relaciones con los fascistas. El fascismo, en lugar de ser reconocido como el irracionalismo y la indecencia organizadas, es considerado una forma de “Estado” como cualquier otra. Esto, la gente lo hace debido al fascismo en ellos mismos. Por supuesto, incluso el fascismo “está bien, en algún lugar”, justo como el paciente mental; solo que no sabe donde.<br /><br />Vista desde este punto de partida, la libertad deviene un simple hecho, fácil de entender y de manejar. De hecho, la libertad no tiene que lograrse primero; existe espontáneamente en todas las funciones naturales de la vida. Lo que tiene que lograrse es la eliminación de todos los obstáculos que están en el camino de la libertad.<br /><br />Visto desde este punto de partida, el arsenal de la libertad humana es gigantesco y siempre abundante en medios, biológicos tanto como mecánicos. No hay que luchar por nada extraordinario. La vida ha de ser liberada; eso es todo. El antiguo sueño de la libertad puede volverse realidad una vez la realidad sea comprendida. En este arsenal de libertad encontramos: El conocimiento espontáneo, vivo, de las leyes naturales de la vida, que cualquiera tiene en algún lugar, no importa cuál sea su edad, posición social o color. Lo que ha de eliminarse es la distorsión y la represión de este conocimiento por las concepciones e instituciones enemigas de la vida, rígidas, mecánicas y místicas.<br /><br />(Fragmento de "El arsenal de la libertad humana", capítulo 3 de El error de cálculo biológico en la lucha humana por la libertad, 1946).Metal Guruhttp://www.blogger.com/profile/12126480673805333894noreply@blogger.com0